“Dos bebés con principio de ahogo y un hombre con un balazo de goma en el ojo” fue el saldo de una avanzada del cuerpo de infantería de la Policía Bonaerense durante el desalojo de un predio de Lomas de Zamora que había sido tomado el primero de mayo. Y como consecuencia de esa represión, alrededor de 400 personas cortaron hoy durante la tarde el tránsito en un tramo de un kilómetro sobre la avenida Juan XXIII, alrededor de la Universidad de Lomas de Zamora, para reclamar además la construcción de un barrio en el predio en conflicto, propiedad de Covelia S.A., que montó allí un basural.
Luego del corte, que sólo fue sostenido con fimeza ante camiones, colectivos y automóviles —ya que peatones, motociclistas y ambulancias pudieron pasar sin problemas—, el gobierno provincial citó a la empresa recolectora de residuos y a representantes de los manifestantes a una reunión, mañana por la mañana, para intentar resolver el conflicto.
El episodio no comenzó como una toma: el primero de mayo, alrededor de 20 familias sin hogar que vivían de prestado en casas de familiares y conocidos en Villa Independencia, Santa Marta y Villa Albertina se habían acercado al terreno ubicado entre las vías del ferrocarril Roca (a la altura de la estación Juan XXIII), Chacho Peñaloza, Pedro de Elizalde y la avenida Juan XXIII, para oponerse a los operarios de Covelia S.A. que comenzaban a alambrar el terreno para “convertirlo en un basural a cielo abierto”.
“Los vecinos les dijeron claramente que no iban a permitir que lo hicieran –le relató Eduardo Gómez, representante jurídico de los vecinos, a AUNO-, pero como respuesta, el mismo viernes 1° por la tarde, cuatro camionetas con matones de la empresa llegaron para dejarnos en claro por la fuerza que ahí eran ellos los que decidían.”
“Esa noche ocupamos el predio para no permitir que armen un basural y porque necesitamos donde vivir”, admitió María Ester Ormué, que participó del corte del puente de Juan XXIII y las vías.
Pero el sábado 2 a las 5.30 —según el testimonio de Gómez, apoyado por los vecinos que participaron del corte a la altura de Camino de Cintura—, “llegó la Infantería, que reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos en mal estado” que, según un joven manifestante, “provocaron focos de incendio que tiraron abajo” las improvisadas casas que habían llegado a armar; y el resto fue arrasado por los camiones de Infantería.
Pero “no sólo arrasaron con las casas de esta gente”, sino que como resultado de la avanzada policial “dos bebés fueron internados con principio de ahogo y hay un vecino con un balazo de goma en el ojo”, denunció Gómez.
Para entonces, eran ya alrededor de 2 mil personas sin hogar propio que convivían con sus familiares en los barrios lomenses de Villa Independencia, Santa Marta y Villa Albertina las que se habían preparado para “ocupar el predio para resistir al peligro del basural y pedir la cesión del terreno a las familias sin casa”, precisó Romina González.
Es que si bien “el reclamo original es que no se monte un basural en el predio”, según aclaro Gómez, “hay algo claro que es la necesidad habitacional de 50 mil personas en la zona, con las que vamos a pedir la cesión del terreno para armar un barrio”.
La decisión de cortar la avenida Juan XXIII en un tramo de casi un kilómetro, desde las vías del Roca hasta Camino de Cintura, fue tomada porque hoy por la tarde, en paralelo al corte, los operarios de Covelia terminaban de alambrar el predio bajo custodia policial.
“Si los vecinos fueran irascibles, habrían tomado el predio hace décadas; y no de forma organizada, como ahora, que decidimos todo en asamblea y atendiendo a las necesidades de las familias”, opuso el representante legal a los reclamos de los conductores enardecidos.
Aunque los efectivos de la Bonaerense y el personal de control de las líneas de colectivo que tienen su terminal en el Cruce de Lomas, en el epicentro del corte, avisaron que la universidad estaba “sitiada”, lo cierto es que los manifestantes permitieron el acceso a la zona a todo peatón, motociclista y ciclista que lo solicitó, así como a las ambulancias.
El único incidente registrado ocurrió cuando un camionero que transportaba mercaderías no reconoció el corte del tránsito y pasó sobre las improvisadas barreras (troncos y neumáticos prendidos fuego), lo que le valió varios palos lanzados contra la carrocería de su vehículo.
LP-AFD
AUNO-07-05-09
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