Continúa la protesta de los trabajadores de Calsa

La semana pasada cortaron el Puente Pueyrredón para demandar la reincorporación de 56 despedidos. Desde hace cuatro semanas acampan afuera de la fábrica. “No vamos a bajar los brazos, porque sería la derrota”, aseguraron. El jueves tendrán una nueva reunión.

Marina Pandolfi

Lomas de Zamora, mayo 26 (AUNO).- Los trabajadores de la fábrica de productos para panaderías Calsa mantiene paralizada de manera indeterminada a la planta de Lanús por 56 despidos “injustificados” desde los últimos siete meses. Luego de cuatro conciliaciones obligatorias dictadas por el Ministerio de Trabajo provincial, aún no hay solución y el próximo jueves mantendrán un nuevo encuentro. La compañía dijo que los despedidos “incumplieron gravemente las normas de la empresa”.

Hubo conciliaciones que debieron ser acatadas, pero finalizado el plazo de las mismas, varios trabajadores fueron despedidos, según denunciaron.

La firma no lo niega, pero asegura que el Sindicato Trabajadores de Industrias de la Alimentación se negó a la reincorporación de algunos de los empleados. Según contó a AUNO Albino Rivas, uno de los delegados de Calsa, “es probable que sólo quieran reincorporar a una parte de todos los despedidos, y serán los menos combativos”.

Si bien el acampe para pedir que se reincorporen “a todos o a ninguno” comenzó hace tres semanas, el conflicto puertas adentro data del 15 de octubre del año pasado, cuando uno de los trabajadores se negó a realizar un trabajo de rutina que involucraba utilizar una máquina que era “peligrosa”.

“Hay muchísimas fallas en lo que es seguridad e higiene. Tenemos compañeros lesionados y con hernias de disco”, contó Rivas.

A través de huelgas que paralizaron la producción se logró que el primer despedido fuera reincorporado, y “así quedaron en evidencia las formas de trabajo a las que estamos sometidos en pos de mantener la productividad. Hasta los directivos terminaron aceptando que había sido mal echado”, comentó.

Sin embargo, una semana después de la reincorporación, otros siete fueron echados, y fue allí cuando, según Rivas, se dieron cuenta de que los despidos no fueron por “déficit en las ganancias” sino por una cuestión de disciplina: “La empresa despidió a los más combativos para generar su propio corral de ganado sumiso”.

Desde la fábrica se negaron a dar una entrevista a esta agencia, que en reiteradas ocasiones se intentó contactar a los gerentes y recibió de los intermediarios las respuetas “no están”, “están en reunión” o “no van a poder hablar”.

MP-AFD
AUNO-26-05-14

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