Lomas de Zamora, junio 11, (AUNO).-No fue una gran campaña, pero se encontró una base de jugadores como para afrontar nuevos desafíos de cara al próximo torneo. El equipo tuvo partidos muy buenos, pero también de los otros. Puntos altos y bajos. Fue un crecimiento lento, que alcanzó su punto más alto en los últimos cuatro partidos de la fase regular, justo cuando encontró un buen funcionamiento.
Lo más importante que dejó la temporada 2011-12, lo constituye el hecho de que varios jugadores de las divisiones inferiores se consolidaron en el equipo principal (cuatro de los once titulares hicieron las inferiores en el club). Una realidad que deja en claro que El Milrayitas” tiene con qué proyectarse hacia el futuro.
Y si bien en lo futbolístico no se consiguieron grandes logros (terminó séptimo y quedó afuera del Torneo Reducido en el primer partido ante Chicago), se potenciaron varios jugadores de las divisiones inferiores, como Leandro Corulo, quien podría ser comprado por un grupo de empresarial y transferido a un equipo de Primera.
También fue el caso de Guillermo Ojeda, que mostró un gran nivel en la recta final y se afianzó como titular. Luis Bevacqua no queda al margen, porque también alcanzó un nivel destacado, tras no ser tenido en cuenta durante gran parte del torneo.
Los 61 puntos cosechados por Los Andes (la mejor campaña en la categoría desde el descenso del 2009); la clasificación al Reducido y la mejoría que experimentó en la tabla de los promedios son de por sí hechos positivos y destacables. Lo que se hizo no es poco. Los objetivos que se plantearon, se cumplieron. Lo que se buscó, se logró.
Tras superar en la Promoción a Central Córdoba de Rosario, Los Andes inició un derrotero plagado de dificultades de la mano de Raúl Cascini como entrenador. El cuerpo técnico que conduce el ex Boca lo expresó con claridad ni bien comenzó el campeonato. “El club está destrozado. Tenemos dos pelotas para entrenar y no hay ropa”, describía con crudeza en el arranque de su gestión.
Y esas duras declaraciones sobre el panorama que halló prosiguieron. Cuando terminó la temporada, reafirmó todo lo que dicho en un principio, y se extendió en algunos otros detalles.
“Todos saben que cuando llegué, esto no era un club. El primer día, fui a la utilería y pregunté por la ropa para entrenar y me dieron un cajoncito con diez calzoncillos y dos pares de medias. Eso es muy serio. Se remontaron cosas muy complejas”, recalcó.
Y a pesar de todas esas dificultades, el cuerpo técnico logró el objetivo que se fijó antes de iniciar el certamen: pelear por un ascenso y dejar la base de un plantel armado.
En este sentido, la continuidad del cuerpo técnico pareciera estar asegurada, pero aún faltaría firmar el contrato. También se busca asegurar la continuidad de varios futbolistas como Luciano Díaz y el zaguero Pablo Nieva, mientras se conversa con el goleador Leo Romero, José Luis Gómez y Damián Luna. Gustavo Pinto seguiría en la institución. Además, la idea es reforzar puestos claves, como en los laterales y la delantera, para potenciar al equipo.
Con la recuperación de la sede social y otros temas institucionales por arreglar, como el complejo del tenis y la búsqueda de un nuevo campo de deportes para las divisiones inferiores, la historia pareciera ser otra desde lo institucional.
En definitiva, los Andes sentó los cimientos que necesita para mantener viva la aspiración de ascender a la Primera B Nacional. Las columnas están bien firmes, y el riesgo de que se produzca un derrumbe parece improbable, al menos por ahora. Por eso, si continúa con una base estructural sólida, Los Andes puede soñar con un crecimiento sostenido.
AUNO- 11-06-12
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