Hace un año, el 4 de agosto de 2017, la familia, amigos y amigas de Anahí Benítez se enteraban que había aparecido su cuerpo en la Reserva Natural Santa Catalina, en Llavallol, después de haber estado desaparecida por cinco días. La habían violado y golpeado durante el tiempo que permaneció retenida. En el primer aniversario del femicidio de la adolescente de 16 años, la comunidad de la Escuela Normal Secundaria Antonio Mentruyt (ENSAM) la recordó con una jornada artística, como ‘a ella le hubiera gustado’, dicen los que la conocieron.
Desde la mañana y hasta entrada la noche de este sábado, el ENSAM se llenó de compañeros y compañeras de Anahí que, en medio del dolor, lograron reflejar a la joven en su arte. En los pasillos se expusieron fotografías en las que aparece ella disfrutando junto a sus amigos y amigas, y en el patio las murgas Escalando Sin Remedio y La Colifa mezclaron el reclamo por verdad y justicia con su baile.
Una de las piezas protagonistas de la jornada fue un mural colaborativo realizado por el colectivo Mosaico Urgente, que plasmó en la pared de Monteagudo y Manuel Castro un puño sosteniendo un lápiz en alto, con la frase “Las balas que vos tiraste van a volver”: se trata de una pintura de la propia Anahí. La foto de ella sosteniendo el cartel con ese diseño fue una de las más difundidas durante su búsqueda.
Al lado del mosaico, los chicos y chicas de la escuela pintaron otro mural con la frase “Una herida se abrió en los acrílicos del mundo”, acompañada de una serie de objetos: un guardapolvo manchado de pintura, flores, un atrapasueños, mariposas, una paleta de pintura y una bicicleta. El boceto fue realizado por Lautaro Morales, su mejor amigo, quien quiso que esos elementos “representen” a la chica asesinada, según contó a AUNO.
Los murales actúan como una verdadera herramienta para la memoria. Según contó a este medio Abril Cáceres, una de las chicas que participó en la realización de la pintura, la obra no sólo sirve “para dejar una huella en esta lucha por Anahí y por todas las pibas que se lleva el patriarcado”, sino, además, “para mantener en las generaciones siguientes todo lo que se luchó en esta época”.
Su amiga Sol Mosquera agregó otro factor fundamental: la posibilidad de sanar a través del arte. “Estas situaciones te generan demasiada impotencia, y al hacer cosas así es como que de alguna manera reparás un poco eso, y se van cerrando las heridas. No del todo, porque son gigantes, pero ayuda”, reconoció en diálogo con AUNO.
Y, además, es una manera de sentir a Anahí un poco más cerca. “Yo no la conocí, pero está presente en todos lados, y más ahora con ese mural. Ese dibujo nos dio la posibilidad de dejar su huella en el ENSAM y en cada uno de nosotros”, planteó Abril, señalando al puño en alto, mientras que Sol coincidió en que “está por todas partes, todo el tiempo”, sobre todo este sábado, durante toda la jornada. “Se siente como si no nos faltara tanto”, expresó.
Un pedido por verdad y justicia que no cesa
Aunque Lautaro, el mejor amigo de Anahí, reconoció que canalizar el dolor a través de esta jornada artística es una buena forma de “rememorarla”, planteó a AUNO que en verdad deberían “haber estado en el Congreso, hacer una marcha, que se escuche, que se haga ruido”.
“Me cuesta seguir un duelo sabiendo que la o las personas que le hicieron esto están sueltas o que los detenidos no sean los culpables. Es la fecha y hay un choque en mi cabeza que dice ‘¿cómo es que en un año no se sabe nada?’. Tenemos que presionar para que se investigue, que se busque. Lo mínimo que puede pasarle al culpable es estar en un lugar donde no joda a nadie más, donde ya no pueda hacerle esto a otra persona”, remarcó el chico.
Además, contó su experiencia a un año de perder a su amiga. “Es chocante que ya haya pasado todo un año, saber que estuviste un año sin esa persona, que no la ves más, que no te sentás más en el curso con ella. De a poco lo fui procesando, pero cuesta. Hay días en los que digo ‘esto no puede ser la realidad, tiene que ser una fantasía’. Sigo con una fantasía en mí de poder viajar en el tiempo o de encontrarla en otro plano”, lamentó.
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