Lomas de Zamora, noviembre 01 (AUNO) – “Santiago era un pibe de paz. En su memoria, una vez más, reclamamos saber qué le pasó y quiénes son los responsables de su muerte, de entorpecer, encubrir y desviar la investigación de su desaparición y su muerte. Cada día seguiremos pidiendo Justicia por vos. Sólo así podrás y podremos descansar en paz. ¡Justicia por Santiago!”, reclamó hoy Sergio Maldonado, hermano del joven de 28 años desaparecido el 1° de agosto durante la represión de Gendarmería Nacional a la comunidad mapuche Pu Lof, en Resistencia Cushamen.
El rostro de Santiago vuelve a cubrir las calles del país. Su mirada, rebosante de vida, valores e ideales, está grabada para siempre en la memoria del pueblo argentino, un pueblo que ni perdona ni olvida y exige justicia. A tres meses de su desaparición y a más de 10 días de que su familia confirmara que el cuerpo hallado en el río Chubut era el del joven tatuador, más de 120 mil personas concurrieron a Plaza de Mayo, principal punto de encuentro de la convocatoria lanzada por los familiares y amigos de Maldonado, para exigir Justicia y denunciar la responsabilidad del Gobierno.
Pasadas las 16, la pantalla gigante ubicada sobre el escenario montado de espaldas a Casa de Gobierno se encendió para reflejar el rostro de Santiago y hacerlo visible desde todo los rincones de la plaza del pueblo, que pronto se llenó de consignas, tales como “Verdad y Justicia”; “Todos somos Maldonado”; “Fue el Estado”; “Santiago Maldonado presente, ahora y siempre”; y “El Estado y el Gobierno son responsables”. Su mirada se multiplicó en fotos, camisetas, carteles y dibujos. A medida que los oradores leían las adhesiones desde el escenario, las agrupaciones políticas y sociales avanzaban desde Avenida de Mayo y las diagonales Norte y Sur.
Con réplicas en más de 120 ciudades del país y del exterior, la movilización contó con la adhesión de organismos de Derechos Humanos (DDHH) y organizaciones sociales, estudiantiles, culturales, políticas y sindicales, como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas y Asociación Buena Memoria, entre otros.
Acompañado por representantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, y referentes de DDHH, Sergio le habló al pueblo de la plaza. “Hoy se cumplen tres meses del día que cambió para siempre la historia de mi familia y de la sociedad argentina”, dijo desde el escenario. En sintonía con el pedido de prudencia de la familia, que aún no pudo “hacer el duelo como corresponde”, anunció que no diría nada sobre la investigación, “aunque parte de la sociedad, incluyendo medios de comunicación, quieran cerrar el caso de Santiago, olvidándose de todo lo que pasó en estos meses y del marco en el que ocurrieron los hechos”. “Una fuerza de seguridad del Estado, en este caso Gendarmería, tiene que dar cuenta de su accionar”, enfatizó.
“La noticia de la desaparición forzada de Santiago cambió todo. Trabajo angustia, dolor y esperanza sostenida en estos meses interminables, hasta el momento en que confirmamos su muerte y comenzó su duelo. No estábamos listos para la muerte de Santiago y, menos aún, para la exposición pública que el caso alcanzó”, sostuvo Sergio y denunció a “quienes promovieron, formularon y ejecutaron el festival de canalladas con un objeto turbio e inhumano, mintiendo impunemente sobre el caso, avalando teorías falsas de todo tipos de conjeturas”.
“No cuenten conmigo para sembrar odio y división en la sociedad, porque, desde el comienzo, nuestro único reclamo ha sido saber la verdad y obtener Justicia, sin distinciones partidarias ni especulaciones electorales, como quieren instalar”, remarcó el hermano de Santiago.
En nombre de la familia, Sergio agradeció a quienes los apoyaron y acompañaron desde el principio. “No vamos a abandonar y vamos a pedir justicia todos los días hasta que sepamos la verdad”, subrayó con la voz cargada de emoción. En ese sentido, expresó su solidaridad y compromiso con “todas aquellas víctimas que han sido desaparecidas en democracia”.
La plaza vibró y el pueblo, conmovido y atravesado por el mismo dolor, se fundió en un abrazo con Sergio mientras coreaba al unísono: “Ahora, ahora, resulta indispensable, Justicia por Santiago, el Gobierno es responsable”.
La búsqueda
Santiago Maldonado fue visto por última vez el 1° de agosto pasado, durante la represión de Gendarmería Nacional a la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia Cushamen para evitar el corte de la Ruta 40 en reclamo por tierras y por la liberación del lonko Facundo Jones Huala. Durante 78 días una misma pregunta atravesó al pueblo argentino: “¿Dónde está Santiago Maldonado?”. El Gobierno se encargó de negarlo y algunos medios de esconderlo.
El 17 de octubre apareció el cadáver de un hombre en una zona del río Chubut que había sido rastrillada en tres oportunidades. Tras el hallazgo del cuerpo y ante la falta de garantías por parte de las instituciones estatales, Sergio Maldonado, su esposa, Andrea Antico, y la abogada de la familia, Verónica Heredia, pasaron más de siete horas custodiando el cuerpo sin vida que flotaba boca abajo en el río, sin saber si se trataba de Santiago.
“No vamos a confiar en nadie por eso estuvimos esa cantidad de horas al lado del cuerpo para que nadie hiciera nada, para que nadie lo tocara. Fue durísimo para nosotros pero creemos que fue lo mejor”, dijo Antico durante una conferencia de prensa convocada el 18 de octubre en una aula de la Universidad de La Patagonia, en Esquel. Aunque pareciera haber sido sacada de un cuento de terror, la escena de ellos esperando junto a un cadáver por miedo a cualquier tipo de manipulación es real y dolorosa.
La mañana del 19 de octubre el cadáver fue trasladado desde Esquel hasta la morgue judicial de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la vigilancia del perito de la familia, Alejandro Incháurregui. Para asegurar la custodia del cadáver, el juez federal a cargo de la investigación, Gustavo Lleral, viajó en el avión donde se lo transportaba.
Luego de tres días de angustiante incertidumbre, el 20 de octubre la familia confirmó que el cuerpo encontrado era el de Santiago. “Lo reconocimos por los tatuajes”, dijo Sergio. A última hora de ese viernes, Lleral anunció que la autopsia, en la que participaron más de 50 peritos, estableció que “no hubo lesiones en el cuerpo”.
Los primeros datos comenzaron a arrojar indicios para reconstruir lo ocurrido el 1° de agosto. Al cuerpo de Santiago, que no sabía nadar y le tenía miedo al agua, se lo pesó vestido, 83 kilos, y desnudo, 52. La diferencia, 31 kilos adicionales de ropa mojada, hizo peso plomo. La muerte de Santiago Maldonado no puede leerse fuera del contexto de la represión llevada adelante por Gendarmería.
AUNO 01-11-2017
MGN-AFG