Tras haber resignado la punta y el invicto ante Racing (1-2), en la fecha pasada, Banfield se presentó en el Tomás A. Ducó con la necesidad de demostrarle a su gente que estaba entero y dispuesto a seguir en la lucha por conseguir él título el Apertura .
Y el “Taladro” salió a jugar con el mismo oficio que mostró a lo largo del campeonato. Con mucho orden en la línea defensiva, con la sapiencia de Walter Erviti en la mitad de la cancha y la peligrosidad que siempre supone la presencia de la dupla ofensiva que integran los uruguayos Santiago Silva y Sebastián Fernández. Un libreto sabido de memoria por sus intérpretes y conocido por todos sus hinchas.
Enfrente estaba un urgido Huracán, inmerso en una profunda crisis futbolística, y con Héctor Rivoira haciendo su debut como DT. Y la necesidad de obtener un resultado positivo en su estreno como técnico, hizo que el “Chulo” optara por aplicar un planteo bien ofensivo desde el arranque del compromiso.
Así, el local se adelantó en la cancha y procuró tomar la iniciativa del partido, bajo la conducción de Mario Bolatti y la movilidad que trataba de exhibir Rodrigo Díaz cuando pisaba el área rival.
Pero bien parado en el fondo, Banfield contrarrestó los intentos del cuadro “Quemero” y poco a poco se hizo dueño del cotejo. Así fue como el equipo de Falcioni fue controlando el voluntarismo de Huracán, que intentaba con enjundia, pero cada vez con menos claridad.
A los 23 minutos del segundo tiempo, Silva, capitalizó un rebote y estableció el único gol del encuentro. A partir de allí, Huracán perdió el rumbo y la capacidad de Banfield para administrar el desarrollo del cotejo se hizo ostensible.
El final del compromiso mostró al equipo del Sur jugando con solidez y demostrando que sus aspiraciones de dar la vuelta olímpica están intactas. El “Taladro sumó 38 puntos; es el único puntero —con un partido más— y sigue soñando…
AUNO- 04-12-09
LDC