Cine de acá y no de aquí

El Festival de Cine del Conurbano (Fecico), que se realizará del 20 al 23 de agosto, tiene el objetivo de darle impulso a las películas independientes y revalorizar las producciones locales. En su quinta edición incluirá las secciones “Animación” y “Cine Próximo” y sumará más películas.

Daiana Delvalle

Lomas de Zamora, julio 21(AUNO).- El cine. Cuando hablamos de cine lo primero que se nos viene a la mente es Hollywood. Es así. Los cines están llenos de producciones extranjeras y el cine nacional resulta ajeno. Los doblajes en español neutro hacen que, casi sin darnos cuenta, nos extrañemos cuando escuchamos en la pantalla nuestras propias formas de hablar. Pero el cine también se filma acá, acá y no aquí, bien cerca, en el conurbano bonaerense.

El 20 de Agosto arranca la quinta edición del Festival de Cine del Conurbano (Fecico): una propuesta del Centro Cultural Padre Mugica, de Banfield. Fernando Klimiuk, de 33 años, organizador del festival, detalló que “la característica que tiene Fecico es que presenta historias de estos barrios” para “resignificar la palabra conurbano” y así poder salirse de la creencia de que este distrito “es eso que rodea la Capital Federal, con una mirada muy estigmatizante”.

Desde los medios de comunicación, muchas veces se relaciona al conurbano bonaerense con las palabras inseguridad, peligro, robos y delito. Poco se habla del arte, las historias, los paisajes y las distintas expresiones que componen la cultura. Un folklore propio, nuestro. Algo que nos identifica y con lo que se construye una realidad que no es importada.

Un ejemplo de rescatar lo propio es el Centro Cultural Padre Mugica, allí donde se gesta el festival: un ambiente tranquilo y poblado de cuadros donde aparecen las figuras de Eva Perón, Néstor Kirchner y, obviamente, el padre Carlos Mugica.
“El lema del festival es historias nuestras”, subraya Klimiuk, quien además señala que el objetivo es lograr que los espectadores tengan “pertenencia con el lugar de donde son”. El evento surgió en 2010 y cada año aumenta la cantidad de producciones recibidas. Este año se estima que van a recibir alrededor de 700 producciones. El festival se convirtió en un nicho para la creciente industria del cine local.

Esto tiene una respuesta: con el auge de las nuevas tecnologías, es mucho más fácil grabar de forma independiente. Los estudiantes de cine tienen acceso a cámaras que les permiten filmar sus propias producciones. Si bien todavía sigue siendo difícil conseguir un espacio donde se complete el proceso que implica filmar una película; éste que culmina cuando la película es proyectada en una pantalla y encuentra su público.

El festival se divide en varias secciones: “Desde el cordón”, el espacio para producciones de la zona; “Patria grande”, reservado para películas de Latinoamérica; y “Ultramar”, donde se incluyen las del resto del mundo. Además, este año se incorporarán dos nuevas categorías: “Animación” y “Cine Próximo”.

Los espectadores también se van a encontrar con “Escuelas”, una sección reservada a los más jóvenes, en la que se exhibirán producciones provenientes de escuelas secundarias, como un espacio para que los chicos puedan expresarse.

“Logramos sintetizar toda esa enorme producción cinematográfica que tiene el conurbano y, si se quiere, también marcar una referencia”, sostiene el organizador.
El festival ya lleva cinco años ininterrumpidos y ya se ha convertido en un evento estable en la zona. Recibe producciones de todo el mundo pero siempre con el acento en los productos locales. “Nos llegan materiales sobre todo a través de internet, y otras cosas que nos llegan por correo”. ”Nosotros difundimos, pero creo que es una cuestión más de permanencia en el tiempo”, añade.

Klimiuk también resalta que la producción latinoamericana “es interesante por la movida que se está dando en la región con los gobiernos populares y hay mucho material que refleja está realidad latinoamericana maravillosa”. “Nada es azaroso y todo está conectado, las cosas están cambiando. Nosotros lo que buscamos desde el Fecico es aportar desde acá, del conurbano, al cambio de nuestra región, que es cambiar el continente y eso de alguna manera es cambiar el mundo”, asegura.

La idea lleva como referente a Julio Rivero, director del Centro Cultural Padre Mugica y organizador del Fecico. El proceso desde que llega una película hasta que se proyecta lleva un tiempo. Un grupo humano de alrededor de seis personas es la que se sienta a ver películas y más películas para seleccionar lo que entrara en la parte de proyección y en la competición.

“Existe un criterio de selección que tiene que ver con una cuestión de la calidad audiovisual del producto, que se vea bien, que se escuche bien, pero priorizamos siempre lo local. No recibimos de la misma manera una película de Bélgica que una de Lomas de Zamora o de Adrogué. El criterio es muy por la camiseta, no es el mismo que un festival de clase A”, señala Klimiuk.

El trabajo de filmar una película sin recursos económicos se hace difícil: cámaras que no son profesionales, capital humano insuficiente, audios de mala calidad, equipos que se rompen… Sin embargo, la cantidad de personas que quiere filmar cosas nuevas aumenta. La industria crece. “Filmar cosas sin recursos se hace difícil, es muy a pulmón, muy por la camiseta”, expresa y remarca: “Así también tratamos de elegir nosotros”.

El género que gana por mayoría es el documental: “Recibimos en su gran mayoría documentales, ficción también pero generalmente viene en un formato de cortometraje”. Los documentales generalmente son comprometidos con la realidad “De Latinoamérica llegan muchos documentales, particularmente de Venezuela donde se tratan mucho todos los cambios que están sucediendo en la región”.

Pasado el proceso de preselección, las películas se someten a un jurado compuesto por cineastas, que es elegido por el comité de selección, y estos eligen al ganador de cada terna. El premio consiste en una estatuilla de vidrio y una mención honoraria. Este año los organizadores quieren incluir por primera vez un premio económico y están gestionando los fondos para poder costearlo.

“Lo importante es vincular a la gente con su lugar de nacimiento”, remarca el coordinador acerca del entusiasmo que genera la presencia de un festival que expresa lo que es el conurbano. “Yo creo que si el lugar de donde vos sos te brinda un espacio para mostrar lo que vos hacés, eso te genera más entusiasmo que tener que ir a Capital a esperar a que te den pelota”, enfatiza.

El Centro cultural Padre Mugica siempre proyecta las películas que llegan, pero este año lanza una novedad: “Este año queremos sacar el Festival a los barrios”, adelanta. “Queremos que este año sea una suerte de festival itinerante, lo vamos a sacar a centros de jubilados, a comedores, salones porque queremos que esto se acerque a los barrios y que se pueda acercar todo el mundo en forma totalmente gratuita”, manifiesta.

Es interesante empezar a ver un poquito más acá. Lo que tenemos al lado. Entre tanto producto extranjero quizá nos olvidamos que hay productos que realizan nuestros vecinos acá nomás, a la vuelta de la esquina.

AUNO-21-07-14
DD-AFG

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