La causa judicial dice que hace tres años el joven Nahuel Iraizoz fue asesinado por un ex policía Federal en el comercio que su familia posee en Longchamps. El 3 de abril del año próximo comenzará el juicio del caso cuya carátula es “intento de robo”, pero el padre de la víctima sostiene que “fue un intento de asesinato vinculado a mi actividad política”.
El padre de Nahuel, Hugo Iraizos, vincula la consecuencia de ese “intento de robo” con un proyecto impulsado por él y una comitiva de vecinos de Almirante Brown y presentado en la Legislatura provincial que propuso la separación de las localidades de Longchamps, Glew y Esteban Echeverría para conformar ellas un nuevo municipio.
Esta propuesta produjo resistencias en algunos sectores de la política local (ver Almirante Brown no se divide…). “A partir de ese proyecto comencé a recibir llamados amenazantes, hasta que mataron a mi hijo”, contó Iraizos en diálogo con AUNO.
El asesinato del joven ocurrió la mañana del sábado 14 de agosto de 2004, cuando un hombre armado entró a la maderera que la familia Iraizoz tiene en Longchamps. “El tipo no dijo nada, entró, me apuntó, y Nahuel (que entonces tenía 19 años) reaccionó arrebatándole el arma; pero al salir del negocio le disparó otro hombre que estaba esperando afuera”, recordó. (ver Qué pasó en la maderera)
Según el padre de Nahuel, “los hechos demuestran que no vinieron a asaltar”, motivo por el cual denunció la “sordera” del fiscal del caso, Domingo Ferrari, quien “para no decir que se trató de un intento de asesinato, dice que fue un intento de robo, y no quiere saber nada sobre conexiones políticas”.
El fiscal caratuló el hecho como “intento de robo y homicidio”. El ex policía Federal acusado del asesinato, Alejandro Etchechurry, permanece detenido bajo la figura de “homicidio”, pero Ferrari “no habla de asociación ilícita con Irineo Rojas y el cabo de la Bonaerense Víctor Sierra, del Comando de Patrullas de Lomas de Zamora, que fueron los otros que participaron; parece que no quiere investigar”, ironizó Iraizoz.
“En la causa hay un texto anónimo que dice que Rojas habló con dos policías y les dijo que él me iba a ‘pegar un susto’. El anónimo identifica a esos policías y el fiscal no los cita, siendo que son las únicas declaraciones que el tipo que entró acá (al comercio, y en referencia a Rojas) hizo”, relató.
A la vez, el padre de Nahuel añadió que “el anónimo dice que Rojas amenazó: ‘Si yo caigo, van a caer muchos atrás mío’. Esto es claro indicio de asociación ilícita. Hablé con mi abogado y le dije ‘tengo que hacer algo para que todo esto salte en la causa’”.
A este hecho le agregó algunos detalles reveladores en torno de la causa, como la desaparición del certificado de defunción, la historia clínica, la foto de la morgue y el libro de guardia de agosto de 2004 en que la Comisaría Cuarta de Longchamps registró el hecho.
Iraizos comentó, además, que a unas amenazas telefónicas a la familia antes del asesinato de Nahuel, luego de la muerte se sumó “una presión ejercida desde un auto que rondaba la zona sin patente. Lo denuncié y lo agarraron. Era robado. Si bien es un juicio aparte, el fiscal de esa causa lo notó relacionado y lo mandó a la causa central”, precisó.
Según se anunció, el juicio oral comenzará el 3 de abril de 2008 y se extenderá hasta el 23 de ese mes, en jornadas consecutivas que tendrán lugar en el Tribunal Oral 9 de Lomas de Zamora a cargo de Victoria Valde, Dario Belucci y Juan Manuel Rial, y frente a los cuales desfilarán 150 testigos.
Respecto de los tres años y medio de espera que la familia de la víctima aguarda para que se juzgue a los involucrados, Iraizoz manifestó su inconformismo con la Justicia: “Es una barbaridad la tardanza de los juicios, esto hace que cuando la condena supera el mínimo, liberen al sospechoso y después se fugue o que no se presente al juicio. Nosotros tuvimos suerte dentro de la desgracia. Hay quienes están cinco o diez años esperando”.
El día que se cumplió el tercer aniversario de la muerte del joven, familiares y vecinos se reunieron en la capilla Nuestra Señora de Lujan, en Longchamps, para celebrar una misa en la que se hizo una mención de las víctimas de casos vinculados con la falta de seguridad policial: “Diría que fuimos en busca de la justicia divina que no conseguimos acá”, concluyó Hugo.
FG-AFD
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