Poco más de 600 cartoneros y trabajadores desocupados, nucleados en unas veinte cooperativas, reciclan residuos sólidos y concientizan sobre la importancia de cuidar el medioambiente.
Grupos de recolectores del conurbano bonaerense y de la Ciudad de Buenos Aires se organizaron en cooperativas para recuperar residuos sólidos, reciclarlos y de esa manera generar productos comerciables y evitan la expansión de los basureros a cielo abierto.
Las cooperativas no cuentan con ningún tipo de subvención estatal, utilizan lo obtenido de las ventas de los productos realizados para afrontar los gastos estructurales y financiar las campañas de concientización.
“Estos emprendimientos, que cada día crecen más, cuentan con el apoyo de los vecinos, de las cooperadoras escolares y decenas de promotores sociales voluntarios que reproducen el proyecto en distintos puntos del país”, explicó a AUNO Marcelo Arbit, coordinador de la Secretaría de Ecología y Ambiente de la organización encabezada por Luis D’Elía, la Central de Movimientos Populares (CMP).
Arbit agregó que “estas experiencias son herramientas en la búsqueda de soluciones reales para cumplimentar leyes que existen tanto en el distrito porteño como en la provincia de Buenos Aires para lograr que no se entierre más la basura de los argentinos”.
Las cooperativas capacitan gratuitamente a trabajadores para reciclar cartón, papel, vidrio, metales y, fundamentalmente, PET (Polietileno Tereftalato), derivado del plástico de botellas.
“Una vez que el vecino entrega los residuos secos a los recuperadores, ellos se encargan de separarlos generando un máximo aprovechamiento y dando trabajo genuino a cientos de emprendedores y dando trabajo genuino a cientos de emprendedores”, se explicó.
Marcelo ‘Coco’ Niz, directivo de la Cooperativa Padilla y secretario general de la Agrupación Sindical de Cartones Independientes (ASCIRA), destacó el trabajo realizado en villas y escuelas, donde trabajan “formando ciudadanos en las necesidades del medioambiente”.
En relación a la labor en los barrios, señaló que están “uno o dos días informando a los vecinos y al tercer día se pasa a levantar los materiales a reciclar, evitando que sean enterrados” y enfatizó que la tarea de concientización se basa en “información y recuperación”.
“Una vez realizada la recolección, se acopia el material en los galpones y se comercializa”, precisó el dirigente de Cooperativa Padilla, agrupación dedicada al reciclaje de plástico para la producción y venta de bolsas de residuos.
Además de la creación de fuentes de trabajo, los miembros de las cooperativas piden “que los compañeros y sus familias tengan educación y atención de la salud, y terminar con la explotación que padecen los cartoneros en el país”.
“No sólo somos cartoneros que revuelven la basura, ya tenemos un logro que es una línea industrial y el haberle dado trabajo a miles de compañeros”, insistió Niz.
AUNO 10-11-09
PCN – HRC