Los análisis genéticos prenatales, que permiten detectar anomalías de los cromosomas, como las que producen el síndrome de Down, tienen pueden conducir a la pérdida del embarazo en un caso cada 100 o 200. Según un estudio de la Universidad de Florencia, esos estudios pueden ser más seguros si se reemplazaran los métodos utilizados en la actualidad por la obtención de células fetales a través del lavado intrauterino.
Actualmente, los dos métodos más empleados para conseguir el material genético fetal que podrá luego ser examinado en el laboratorio son la amniocentesis y la aspiración de vellosidades coriónicas, ambos invasivos y con un riesgo de perdida del embarazo que va entre el 0,5 y el 1 por ciento. El primero consiste en la obtención de líquido amniótico por medio de una punción abdominal, mientras que el segundo se basa en la extracción de células del corion o placenta, también a través de una punción.
En un trabajo publicado por la Universidad de Florencia se afirma que el objetivo es “llegar al diagnóstico genético prenatal mediante procedimientos no invasivos que podrían reemplazar la amniocentesis y la obtención de las vellosidades coriónicas, las cuales causan un pequeño pero significativo riesgo de pérdida del embarazo”.
En la experiencia realizada en Italia se utilizó el lavado intrauterino en 87 mujeres, insertando un catéter a través del cuello del útero con el cual se obtuvieron células fetales con las que se pudo llevar adelante análisis genéticos efectivos en el 90 por ciento de los casos en la séptima semana de gestación.
Aunque el estudio advierte que “hay aspectos del método que requieren mayor consideración y estudio”, sostiene que “el lavado intrauterino exclusivo puede considerarse una herramienta promisoria y estimable para el diagnóstico prenatal no invasivo o mínimamente invasivo”.
A pesar del optimismo de los investigadores, la utilización del lavado intrauterino como forma de conseguir el material genético necesario para los diagnósticos prenatales está aún en una fase de prueba. El obstetra y miembro de la Sección de Medicina Fetal del Hospital Italiano, Horacio Aiello, asegura que “es probable que la mayoría de las pacientes no desee realizar estudios invasivos, pero el lavado no es una técnica no invasiva, ya que hay que ingresar en la cavidad uterina, inyectar una solución y luego aspirar líquido, por lo que no puede decirse que esté exenta de riesgos”.
Aiello señala que “la diferencia con las técnicas invasivas es que en estas sí se conoce la magnitud del riesgo, mientras que para el lavado es desconocido, que no es lo mismo que riesgo cero”. Como otro aspecto del método que las investigaciones deberán mejorar, el experto explica que con el lavado intrauterino “para diferenciar las células fetales de las maternas deben realizarse técnicas de laboratorio que complejizan el procedimiento y lo encarecen mucho”. “Se trata de una técnica que está en la fase experimental y lejos aún de poder aplicarse en forma clínica”, afirma.