«Blanquito», desde el arranque

Sebastián Blanco se recuperó de la lesión que lo marginó durante la primera fecha de la temporada. Si bien volvió en el complemento del empate (1-1) ante Newell’s, estará desde el arranque en el clásico con a Quilmes. «Hay que ganar y demostrar que, en este torneo, estamos para mejorar partido a partido», aseguró.

Matías Quercia

Corría. Pedía la pelota en todo momento. Quería mostrarse. Tenía un objetivo claro muy cerca. Era un sábado por la noche. Era la última fecha de la pasada temporada. Lanús caía ante Independiente (0-1) en el estadio “Libertadores de América” y se despedía de la chance de clasificar a la Copa Sudamericana. Pero Sebastián Blanco tenía algo más por jugar.

Convocado al grupo de 30 futbolistas que luego se reduciría a 23 para conformar el plantel definitivo que disputó el Mundial de Sudáfrica, el mediocampista granate sabía que ese partido ante el Rojo definía su suerte mundialista. La ansiedad y la elección de Diego Maradona por Javier Pastore lo dejaron sin viaje.

Corría. Se desmarcaba. Pedía la pelota en todo momento. Quería mostrarse. Era sábado por la tarde. Lanús igualaba frente a Newell’s (1-1) en la “Fortaleza” de Guidi y Arias. Recién había comenzado el Torneo Apertura y “Blanquito” volvía de una lesión que lo había marginado durante la pretemporada. Tenía algo más por jugar.

“Necesitaba hacer fútbol y demostrarme que estoy en condiciones para este nuevo camino en Lanús. Me quedé en el club porque nunca me cerraron las puertas, no se presentó ninguna oferta y me recuperé. Ahora volví a las canchas y quiero ayudar al equipo para estar llevarlo lo más arriba posible”, señaló Blanco en diálogo con* AUNO*.

Su lesión en la rodilla lo complicó a lo largo del receso previo a la temporada 2010-11 y luego del partido ante Arsenal —una victoria granate (2-1) que debió ver desde afuera—, Blanco pretendía llegar a punto para el compromiso de la semana pasada frente a Newell’s. El entrenador Luis Zubeldía lo necesitó y entró en el complemento.

“El partido se dio de ida y vuelta. El mediocampo era de tránsito y los dos equipos tuvimos chanches de ganar el partido de contra. Hicimos un buen trabajo pero nos faltó en la definición. El plantel se está amoldando y volver lo más rápido posible a las canchas es algo positivo para mí y para mis compañeros”, apuntó.

Y continuó: “Es un desafío importante seguir el trayecto de los meses anteriores. Fue complicado volver de una lesión difícil en la rodilla, es delicado y no se debe apurar. Por eso no es sencillo recuperarse y hacer incompleto el trabajo de pretemporada, pero acá estoy y voy hacer lo posible para estar en condiciones de cara al próximo partido”.

La victoria del inicio ante los dirigidos por Gustavo Alfaro contó con las buenas asociaciones entre Guido Pizarro y Marcos Aguirre, además del aporte en velocidad del uruguayo Mario Regueiro. No se extraño la presencia de Blanco, al menos en el marcador.

Con el empate en casa y un hombre menos —producto de la expulsión de Aguirre—, el juego desequilibrante de “Blanquito” se hacía necesario. En el banco de suplentes por primera vez luego de la lesión, su entrada no se hizo esperar. Y el oriundo de Lomas de Zamora respondió.

“Me faltó velocidad en algunos arranques de contragolpe pero es normal, sobre todo después de una recuperación como la que tuve que hacer. Con la pelota me sentí cómodo, aunque se nota que falta un poco de rodaje. Eso se va a encontrar con los minutos en cancha. La asociación con Regueiro y (Agustín) Pelletieri favorecen a que pueda encontrar el mejor punto rápidamente”, analizó.

Y ahora se viene un clásico. El regreso de Quilmes a la Primera División. La cita será mañana en el “Centenario” para rememorar un duelo con historia en que se escribirá una nueva página.

Queda atrás el gol cien de Gilmar Villagrán para darle el ascenso a Lanús luego de 13 años en el ascenso. También queda en la memoria los penales atajados por Alcides Herrera. Una historia que aún se festeja, veinte años después.

Protagonistas diferentes y escenario distinto, Blanco quiere ser parte de ese clásico que tuvo su última vez en 2006. Sólo Santiago Hoyos y Pelletieri fueron entonces de la partida.

“El camino es uno sólo y como todo clásico hay que ganarlo. Hace mucho que no se da un partido así. Y la cancha va a estar colmada. Debemos disfrutar esto sin desconcentrarnos, sabiendo lo que tenemos que hacer desde el primer minuto. Hay que conseguir el triunfo. Es lo que más importa”, cerró.

AUNO-20-08-10
MRQ-LDC

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