Adriano Custodio Mendes, el primer africano del fútbol argentino, celebra la histórica clasificación de Cabo Verde al Mundial

Por una tragedia, llegó solo a la Argentina sin hablar el idioma. Fue dirigido por Carlos Bilardo, jugó en Temperley, enfrentó la discriminación con rebeldía y forjó una historia de superación. El año que viene verá a Cabo Verde, su país natal, clasificar por primera vez a un Mundial de fútbol.

“Es la alegría más grande del país desde su independencia”, dice Adriano Custodio Mendes, futbolista caboverdiano con pasado en Temperley y otras instituciones del fútbol argentino ante la histórica clasificación de los “Tiburones Azules” a la Copa Mundial de Fútbol 2026, un logro que marcará un antes y un después para el pequeño archipiélago del Atlántico africano.

AUNO conversó con Mendes para conocer sus emociones tras esta histórica clasificación, quien aseguró que le “regalaron alegría” a todo el pueblo Caboverdiano ya que era “impensado” lograr la clasificación porque, en su país, el fútbol se trata de un deporte “amateur”. 

“El que juega al fútbol en Cabo Verde se levanta todos los días temprano para ir a trabajar”, apuntó el deportista, y reveló que muchos futbolistas “no cobran, lo hacen por pasión”. Por eso, destacó aún más la clasificación al Mundial y remarcó que el pueblo debe “disfrutarlo”, porque “no se sabe cuándo volverá a pasar”.

De Cabo Verde a la Argentina: una historia de superación

En diálogo con AUNO, Mendes recordó sus primeros años en Argentina. Llegó muy joven, tras perder a sus padres, y fue su hermana —que había emigrado años antes— quien realizó los trámites para convertirse en su tutora. El exjugador describió aquel momento como “difícil”, ya que “no sabía hablar español ni conocía la cultura”. Sin embargo, tenía algo claro desde el principio: quería ser jugador de fútbol.

Adriano fue el primer futbolista africano en jugar en el fútbol argentino, un hecho histórico que, según confesó, recién comprendió con el paso del tiempo. “Hace poco me cayó la ficha”, expresó. En su momento, mantenía un perfil bajo y no dimensionaba sus logros: “Ahora caigo en la importancia de mi historia”, reconoció con orgullo.

Consultado sobre si encontraba similitudes entre el fútbol de Cabo Verde y el fútbol argentino, Adriano fue claro: “El fútbol argentino es distinto a todos, es difícil, pero también el más lindo”, aseguró y destacó que el jugador argentino es “competitivo por naturaleza”.

Su recordado paso por Temperley

Adriano Custodio Mendes recordó con emoción su paso por el Gasolero, club al que considera su “casa”. “Los hinchas me demuestran un cariño constante y ese afecto es mutuo —aseguró—. Los llevo en mi corazón, me hacen sentir un ídolo”. Mendes vistió la camiseta del Club Atlético Temperley en el Torneo Nacional, el Metropolitano de 1985 y la B Metropolitana de 1997, dejando una huella imborrable en la historia del club.

Con cariño, también evocó a Carlos Bilardo, quien fue su técnico en Estudiantes de La Plata. Aseguró que el “Doctor estaba atento a todo” y compartió una anécdota con AUNO: “En un entrenamiento notó que estaba cabizbajo y se me acercó al grito de ‘¿Qué te pasa, pibe?’. Le confesé que había leído una nota donde decía que prefería jugadores experimentados; yo en ese entonces tenía 20 años”. Bilardo, sin dudar, le respondió: “Adriano, al Tata Brown lo hice debutar con 17”:  “Ahí entendí todo, su mente iba más allá”.

En el ocaso de su carrera, Adriano Custodio Mendes decidió despedirse de forma polémica. Mientras jugaba en Güemes —en la categoría que hoy sería el Federal A— agredió a un árbitro durante un partido en Cutral-Có. Le relató a AUNO que los árbitros de entonces “eran más salvajes” y que, por ser “negro y africano”, recibía un trato discriminatorio: “me escupían o puteaban”.

 El juez “cobraba cualquier cosa”; tras advertirle, perdió el control y le dio “un par de trompadas”. La sanción fue dura: el árbitro elevó la denuncia y Mendes recibió cinco años de suspensión. A pesar de ello, él asegura no “arrepentirse» y afirma que, “lo volvería a hacer».Aún a pesar de este incidente, Mendes destacó a Argentina por su gente y su cultura y afirmó sin titubear: “Yo para que me vaya de la Argentina van a tener que deportarme con el pasaporte con el sello rojo”, y añadió con una sonrisa que “ya no podría vivir en otro lugar”.

FV_MEM
16-10-2025

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