Por Matías Olmedo
Ante el pedido de familiares de las víctimas, el Tribunal Oral Criminal 1 de La Plata acelerará el juicio por los crímenes de lesa humanidad ocurridos en los centros clandestinos de detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno (Avellaneda).
Desde que se inició la causa, los familiares habían pedido que se desarrollaran al menos dos audiencias por semana –en lugar de una– para evitar la impunidad biológica de los represores por su avanzada edad.
La Justicia atendió el pedido. Si bien mantendrá las audiencias una vez por semana, el Tribunal –a cargo de Pablo Bertuzzi– decidió extenderlas de media jornada a jornada completa para tomar declaraciones de hasta siete testimoniantes en lugar de tres.
Guadalupe Godoy, abogada de los familiares de las víctimas, expresó a AUNO que ellos sienten «cierta impaciencia”, que esperan se revierta con las jornadas completas cuando “se genere un aceleramiento”.
El proceso para juzgar a miembros de la cúpula de los tres centros clandestinos de detención y tortura comenzó en diciembre de 2020 y esta semana atravesará la audiencia número 68. Resta que declaren aproximadamente 300 testigos.
Sobre las demoras en el proceso de justicia, Godoy destacó “el impacto que ha tenido la pandemia en la dinámica judicial y en los movimientos populares que pugnan por la continuidad de los juicios”, aunque reconoce la transmisión de las audiencias como una herramienta que se incorporó y sigue “como acompañamiento” en la vuelta a la presencialidad.
Entre los 18 imputados se encuentran el exdirector de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires Miguel Etchecolatz; el exministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires Jaime Smart; y Juan Miguel Wolk, responsable del Pozo de Banfield.
En última instancia, Godoy remarcó que “se evidencian más las ausencias” con el paso del tiempo, al recordar a personalidades importantes en la búsqueda de justicia, como Adriana Calvo, fundadora de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, fallecida hace más de diez años, y León «Toto» Zimerman, fundador de Correpi. “Cuesta ver que esas personas tan queridas ya no están”, expresó.
AUNO-01-06-2022
MOO-MDY