Por Camila Paladea
Alejandro Lencina, hijo de Héctor Lencina, una de las víctimas de la Masacre de Pasco, expresó en un acto por los 50 años del hecho: «Todos sabemos lo que está pasando en nuestro pueblo, y el campo popular todavía no encuentra la respuesta. El mejor homenaje para que esto no quede, únicamente, en una fecha de calendario, es empezar a codificar cuáles son los mensajes que da nuestra sociedad.”
El acto que contó con la presencia del intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, la sobreviviente del atentado Gloria Benítez y los hijos de las víctimas de la Triple A fue el cierre de una jornada de viernes que comenzó en el Cementerio de Lomas y finalizó en la esquina de la Avenida Eva Perón y Pablo Podestá.
“Pasaron 50 años, Lomas no olvida y van a pasar 50 años y tampoco los va a olvidar y ese compromiso va a depender de nosotros”, afirmó el intendente.
El barrio San José, testigo de esa noche del 21 de marzo de 1975, recordó a los vecinos secuestrados y asesinados con anécdotas, música y mates en el Monumento a los Mártires de Pasco, donde se descubrió una nueva placa por los 50 años de la masacre, producido por un comando parapolicial contra militantes de la Juventud Peronista que tenían una gran presencia en el barrio.
Gloria, sobreviviente y esposa de Aníbal Benítez una de las víctimas fatales, recordó lo que les pasó, cómo trabajaban en las calles, su vínculo con los vecinos y su militancia barrial y señaló que no es de hablar mucho, pero que “de corazón” pide por “memoria, verdad y justicia”.
Alejandro, hijo del exconcejal y referente de la Juventud Peronista Héctor Lencina, también se refirió al desafío que tenían su padre y el resto de las víctimas, como “la salita de la calle Montero, las luces, la problemática del asfalto”, y subrayó que “nunca” se imaginó el contexto actual.
El hijo de Héctor y “Coca” Lencina, histórica militante fallecida en 2020, aseguró que el “mejor”
homenaje en estos 50 años es “empezar a discutir la problemática de hoy, la problemática que tiene la sociedad, porque a los compañeros los mataron por haber referenciado desafíos de proyectos”.
“Muchas emociones cruzadas” sentía Ricardo “Poly” Flores, hijo de Héctor Flores, quien desde muy temprano asistió al cementerio de la mano de Lorena Sandoval. Ella es hija del fallecido Hugo Sandoval, quien en los primeros aniversarios de la masacre, en plena dictadura militar, por las noches saltaba el muro trasero del cementerio de Lomas para visitar y rendir homenaje a sus compañeros asesinados.
“Mi viejo no veía que estaba haciendo algo extraordinario para buscar una mejor calidad de vida para su barrio, era natural para él salir a la hora que sea a dar una mano a quien lo necesitaba” detalló, nerviosa ante el micrófono, Patricia, hija de German Gómez.
Víctimas de la Masacre de Pasco
La Masacre de Pasco fue la antesala del golpe de Estado cívico-militar de 1976. En principio se creía que los asesinados por la Triple A habían sido nueve, pero la investigación de la docente Patricia Rodríguez, para su libro Masacre de Pasco, reveló que las víctimas fueron ocho:
Héctor Flores, secretario de la presidencia del Concejo Deliberante de Lomas; Héctor Lencina y Aníbal Benítez; los hermanos Alfredo y Eduardo Díaz, de solo 14 y 16 años, secuestrados en la calle junto a Germán Gómez, representante de la JP. Los últimos en ser capturados fueron Rubén Bagnani y Gladis Martínez, arrebatados de sus casas.
Día Municipal de la Memoria
La conmemoración del Día Municipal de la Memoria se desarrolló de manera conjunta entre la Municipalidad de Lomas de Zamora, el Espacio de Memoria y Promoción de los DDHH del ex Centro Clandestino de Detención Pozo De Banfield, el Partido Justicialista de la región y también, el Concejo Deliberante recordó con una placa a Aníbal Benitez, quien se desempeñó como cafetero en el organismo.
En José Mármol, el Municipio de Almirante Brown, colocó un cartel conmemorativo en la esquina donde ocurrió la masacre.
La noche del 21 de marzo de 1975, el raid comenzó en los alrededores de la fábrica “La Cattorini” en Pasco y Donato Alvarez, donde ya habían retenido a la mayoría de las víctimas, continuó por la avenida que actualmente se conoce como Eva Perón hasta la Avenida República Argentina y se detuvieron en el baldío de la intersección entre Sánchez y Santiago del Estero, Mármol.
La Triple A, luego de amenazar a quienes estaban en los alrededores, abrió fuego contra los detenidos y finalmente, los amontonó, les puso explosivos y detonó los cuerpos ya sin vida.
AUNO-22-03-2025
CP-MDY