Dos realidades diferentes en un partido sin igual

El sábado a las 16.10, en el Florencio Sola, se jugará una nueva edición del clásico del sur. El “Granate” llega puntero, con un equipo en alza y con ganas de conseguir un envión que lo deje cerca de dar otra vuelta olímpica. El “Taladro”, en cambio, no camina derecho en el torneo y guarda todas sus esperanzas en el derby, con el propósito de tributarle a su gente un gran triunfo y, de paso, aguarle la fiesta al eterno rival.

Mariano Verrina

“Los clásicos son partidos aparte”, suele repetirse hasta el hartazgo en la previa de este tipo de compromisos. Generalmente, la frase apunta en dos sentidos opuestos. Por un lado sirve para que los que vienen mal tomen confianza, apuntalen la moral y equiparen, mediante aspectos extra futbolísticos, la diferencia que existe dentro de la cancha. En contrapartida, para el que llega dulce, cumple la función de abrir el paraguas, de repartir la presión en proporciones iguales y de evitar el exceso de confianza, algo que en el fútbol, siempre es traicionero.

Hoy Banfield y Lanús se ajustan a todos estos preconceptos. Porque llegan en situaciones bien dispares, con realidades diametralmente opuestas. En este contexto, una victoria significaría mucho para ambos, pero por cuestiones distintas. Será el choque de dos realidades diferentes en un partido sin igual.

Lanús se encuentra con el clásico en su mejor momento. Es el puntero del campeonato, dejó atrás hace rato el lastre que le significaba la doble competencia repartiendo fuerzas con la Copa Libertadores y encontró variantes que antes no tenía dentro de su plantel. Para el equipo de Luis Zubeldía ganar el partido del sábado significaría un empujón más hacia una nueva vuelta olímpica. Sería una prueba de carácter aprobada pensando en las otras cuatro finales que le restan en su objetivo de salir campeón. Ni más ni menos que eso.

¿Si pierde qué pasa? Lo más probable es que pase muy poco. Como máximo podría quedar a un par de puntos de quien le arrebate la punta. Sería raro que acuse el golpe de una hipotética derrota y no llegue a la última curva del Clausura con chances de obtener el título.
Zubeldía y los suyos lo tienen claro. “Para mí el partido contra Banfield no es especial. Obviamente, los hinchas pueden vivirlo de otra manera, pero creo que en realidad están disfrutando el hecho de ir primeros”, declaró el entrenador en la antesala del derby. Aunque, al mismo tiempo, aclaró: “Si las cosas salen bien vamos a tomar un envión anímico importante”.

En la otra vereda esta Banfield. Un Banfield que de a poco se va acomodando al molde de Julio Falcioni. “El Taladro” se acostumbró en los últimos tiempos caminar casi a desgano por el campeonato. Pero en este Clausura, la realidad lo golpeó de lleno en la cara, lo despabiló, le recordó los pocos puntos que acumuló en las últimas temporadas y lo cerca que está de la zona de Promoción. Hoy luce un poquito más aliviado, aunque sin tener un horizonte claro. En este panorama, el clásico le llega como una bisagra.

“Es muy importante para nosotros. Este es el partido que los jugadores tienen que regalarle a la gente”, dijo Falcioni. Siguiendo las palabras del entrenador, podría decirse que para el “Taladro” el clásico aparece como un paquete cerrado. Puede convertirse en un regalo, en un mimo para los hinchas, en un respaldo para el plantel y, a su vez, en un buen escollo en la carrera de Lanús. Pero al mismo tiempo, ese paquete cerrado podría traer una sorpresa no grata: una calculadora con doble función: calcular el promedio propio y analizar cuántos son los puntos que debe sumar el rival de siempre en su carrera hacia el título.

En cuanto a los equipos, en el local Falcioni debe decidir quién reemplazará al suspendido Santiago Silva y Jerónimo Barrales es el que asoma con más chances. El resto de la formación será la misma que empató 1-1 contra Newell´s. Cristian Lucchetti; José Devaca, Cristian Nasuti, Víctor López y Marcelo Bustamente; Nicolás Bertolo, Maximiliano Bustos, Walter Erviti y Santiago Raymonda; Sebastián Fernández y Barrales.

En Lanús, Zubeldía contará con los regresos de Rodolfo Graieb y Jadson Viera, recuperados de sus lesiones, al igual que Maximiliano Velázquez, que ya cumplió con su fecha de suspensión. Los que no podrán estar son Diego Valeri —lesionado— y Sebastián Salomón, por llegar a la quinta amarilla. Los once: Carlos Bossio; Graieb, Viera, Emir Faccioli, Velázquez; Eduardo Salvio, Diego González, Matías Fritzler, Sebastián Blanco; Diego Lagos y José Sand.

Las cartas ya están echadas en el sur. Pero es un clásico… y es un partido aparte.

AUNO-21-05-09
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