Lucas Victoriano es la nueva carta que muestra Lanús para dar pelea en la Liga Nacional de básquetbol, y para el base, que pasó nueve años fuera de país y supo ser integrante de la Selección argentina, vestir la camiseta granate constituye un “gran desafío”.
“Decidí volver al país porque necesitaba reencontrarme con ese gusto por los grandes desafíos que se plantean en la Liga Nacional. Pasé mucho tiempo en España y ahora estoy muy ansioso por demostrar todo lo que aprendí en el exterior”, remarcó el tucumano en diálogo con AUNO.
Lanús contrató a un experimentado jugador que obtuvo grandes pergaminos a lo largo de su carrera, entre las que se destaca la medalla plateada que Argentina logró en el Mundial de Indianápolis 2002, jugado en Estados Unidos.
Un torneo que constituyó el gran salto de calidad dado por una brillante generación de jugadores que integran Emanuel Ginóbili, Juan Ignacio Sánchez, Luis Scola y Andrés Nocioni, entre otros, y que posibilitó que Argentina se instalara en la élite del básquet internacional.
Victoriano, de 32 años y con una extensa trayectoria en varios equipos de Europa, encara un nuevo proyecto en el medio local tras desvincularse del CAI Zaragoza, último plantel que integró en España.
“No es fácil volver después de tantos años, pero éste era un desafío que no quería perderme y por suerte se pudo dar. Valoro mucho la participación del entrenador –Silvio Santender- para que llegara a esta institución. El equipo tiene muchas ganas de crecer y mostrar todo su potencial. Por eso acepté esta propuesta”, apuntó.
Cuando Victoriano partió a Europa por primera vez, en 1997, apenas contaba con 19 años, y era una de las grandes promesas que tenía el básquet argentino de aquellos años.
Sin embargo, y a juicio de varios entrenadores, el potencial que insinuaba en el amanecer de su carrera nunca terminó de desarrollarse en su plenitud.
“Estoy muy contento con la carrera que hice. No es sencillo jugar tanto tiempo en un nivel tan competitivo como el europeo. Es verdad que se esperaba mucho más de mí, pero ya pasó. Ahora hay que poner la cabeza en esta nueva propuesta y hacer lo mejor posible para darle triunfos a Lanús”, analizó.
Y agregó: “Espero adaptarme rápido a la Liga Nacional, que creció mucho en los últimos años. Por suerte hay varios jugadores que volvieron al país y contribuyeron a darle un salto enorme de calidad a este campeonato. Incluso en este club hay chicos que tienen un futuro enorme, y eso me convenció para venir. Quiero aportarle mi experiencia a los más jóvenes, para que puedan hacer sus primeras armas en este deporte”.
Después de un tiempo largo en Europa, Victoriano reconoce haber variado su propio estilo de juego, que consiste —según explicó— “más en contribuir a lo colectivo que en el lucimiento individual”.
“Ahora estoy mucho más maduro. Crecí bastante y la pausa me permite jugar de forma más inteligente. Eso facilita una mejor relación con el equipo. Con 19 años uno pretende mostrarse; brillar; lucirse, y hoy con 32, la clave es darle al plantel lo mejor en el momento exacto”, aseguró.
Y continuó: “No pienso en ser un referente, pero sé la trascendencia que tiene mi vuelta al país. Uno de los objetivos más importantes es tratar de potenciar la calidad de mis compañeros”.
Victoriano inició su carrera profesional en 1995 de la mano de Olimpia de Venado Tuerto —club con el cual fue campeón de la Liga Nacional—, y buena parte de su trayectoria la llevó a cabo en equipos de gran prestigio internacional como el Real Madrid de España y el Eurida Scafati de Italia.
Pero el regreso al básquet nacional para jugar en Lanús no será el primero para él, ya que en 2000 vistió la camiseta de Belgrano de Tucumán, por apenas diez jornadas.
“La experiencia de Belgrano será diferente a la de Lanús. En aquel momento era todo muy amateur y jugué por muy poco tiempo. Aquí no me va a costar la adaptación, pero no debemos apresurar los tiempos. No hay que apurarse porque después las cosas salen mal”, aclaró.
El debut en la cancha será mañana, cuando el conjunto granate visite a Peñarol en Mar del Plata, ciudad donde los dirigidos por Santander consiguieron el domingo pasado su primera victoria de visitante en el torneo —frente a Quilmes (82-78)—, en el marco de la décima fecha de la Zona Sur, donde marcha último con trece unidades.
“Necesitamos sumar muchos puntos y vine a trabajar seriamente para eso. Estoy con muchas ganas y realmente debo agradecer el lugar que me brindaron en esta institución”, cerró.
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12-11-09
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