“Fuimos pares en la lucha popular”, manifestó Hugo Sandoval, ex concejal de la Juventud Peronista y sobreviviente de la Masacre de Pasco sobre sus nueve compañeros de militancia asesinados hace 35 años en un baldío de José Mármol. El homenaje tuvo lugar en el Cementerio de Lomas de Zamora, donde estuvo el intendente Martín Insaurralde, y donde Alejandro Lencina, hijo de una de las víctimas, exclamó: “Después de 35 años, hoy los compañeros que fueron víctimas de la Masacre están más vivos que nunca”.
“Pido llevar en alto la bandera de (las víctimas de) la masacre y de los 30 mil desaparecidos y agradezco también a todos aquellos que desde el anonimato siguieron construyendo”, alentó Lencina.
La noche del 21 de marzo de 1975, nueve militantes de la JP fueron asesinados por miembros de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) en el marco de los enfrentamientos internos del peronismo durante aquella década.
Los sucesos comenzaron en el barrio San José de Temperley cuando entre 14 y 16 autos con miembros de la Triple A iniciaron la recorrida de secuestros.
Primero fueron por Omar Caferatta y su esposa Gladys Martínez, continuaron con Rubén Bagnina, luego agarraron a Héctor Flores y más tarde a Aníbal Benítez y Héctor Lencina, que estaban juntos en el domicilio de éste, ubicado a escasos metros de Pasco y Donato Álvarez.
Los captores concluyeron la lista con los secuestros de Germán Gómez y los hermanos Alfredo y Eduardo Díaz.
Tras los raptos, los militantes de la JP, algunos ya heridos, fueron trasladados a más de 35 cuadras de Pasco hasta un terreno baldío de José Mármol, ubicado en Santiago del Estero y José Sánchez, donde sus cuerpos, previo fusilamiento, fueron dinamitados.
Si bien la mayoría de las víctimas cumplían actividades barriales, cabe recordar que al momento de ser asesinado, Lencina era concejal de la JP en Lomas de Zamora, junto con César Dolinsky y Hugo Sandoval, y que su espacio tomaba distancia con el ala ortodoxa del Justicialismo encabezada por entonces también concejal y luego intendente Eduardo Alberto Duhalde.
Aún hoy, la Masacre es recordada por algunos vecinos con gran consternación, ya que las víctimas estuvieron desparramadas por el baldío, apenas tapadas por papel de diarios hasta bien entrada la mañana del día 22.
La noche dejó para el barrio cuerpos destrozados, sangre y terror. Una muestra del genocidio por venir.
LR-AFD
AUNO-23-03-10