“O lo mataron o lo dejaron morir”, sentenció la familia del muchacho que apareció “ahorcado” en la Comisaría 2ª de Lanús y señaló como “responsables a los policías” de esa dependencia, un caso cuya investigación se encuentra en la etapa de instrucción y todavía faltan muchos elementos.
El abogado que representa a los familiares del fallecido Matías Pena y que forma parte de la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (Cadep), Sergio Smietniansky, concluyó ante AUNO que, por “acción u omisión, la Policía es responsable”.
Aunque la sucesión de hechos que culminaron con la muerte de Pena el pasado 4 de marzo aún no queda clara, según las versiones policiales Pena se “suicidó” en una celda de la dependencia lanusense media hora después de haber sido llevado por agentes de la Bonaerense a esa comisaría.
Al respecto, Smietniansky subrayó que “como toda muerte en un calabozo es muy difícil investigar qué pasó” porque “todos los testigos (que se encontraban detenidos en calabozos cercanos al de Pena esa noche) están condicionados” a la hora de declarar durante la etapa de instrucción, que aún continúa.
Salvo uno, todos habrían dicho que estaban durmiendo. El que declaró distinto habría dicho que “vio (a Matías) que se estaba por ahorcar pero que no hizo nada”, reveló el representante legal.
Sin embargo, el abogado de los familiares –“particular damnificado” en la causa- puso en duda las declaraciones de las personas que se encontraban privadas de su libertad esa noche porque “siguen detenidas en el mismo lugar” y eso es lo que actuaría como condicionante.
Hay más datos que hacen dudar a los Pena sobre el accionar policial en este caso. Quien recibió a los familiares de Matías en la comisaría la noche que apareció “ahorcado” fue el padre de su pareja, un comisario retirado de la Policía Federal.
Aquella noche, según los relatos, Pena había entrado dos veces a la comisaría: la primera, por pelearse con un hombre al que habría visto con su novia y madre de sus tres hijos, cerca de un bar céntrico de Lanús.
Luego de ser liberado, habría vuelto al local y roto algunos vidrios, por lo cual la policía volvió a detenerlo a pocas cuadras de su casa cuando hablaba por teléfono en la puerta de un quiosco.
El hermano de Matías, Nelson Pena amplió: “Estaba hablando con su mujer por teléfono y se peleó. Después, el padre de ella le cortó la comunicación”.
Desde su reingreso a la comisaría, cerca de las 4 de la madrugada, habría pasado menos de una hora cuando un policía lo “encontró ahorcado” en el calabozo donde había sido alojado.
Si bien el primer informe médico confirma que murió por asfixia, no detalla qué elemento la habría provocado ni de dónde provenía la fuerza que le cortó la respiración, si por ahorcamiento o por algún otro factor.
Es por eso que los abogados de Cadep continúan a la espera de una autopsia detallada, así como también de algunas otras pericias sobre la remera con la que se habría ahorcado para determinar si la prenda podría soportar los 90 kilos que pesaba Matías.
No son las únicas pruebas que no están disponibles en esta causa, sino también faltan algunas conclusiones: “Hay que determinar si la marca del cuello es compatible con la remera que se ahorcó”, explicó Smietniansky.
El proceso judicial será largo pero la familia y los allegados a Matías Pena seguirán pidiendo “justicia” en las marchas que realizan cada jueves desde la esquina de Illia (ex Mitre) y Salta, a partir de las 19.
PER-AFD
AUNO-23-03-10
