“En este momento, ya llamamos ‘apropiadora’ a la señora (Ernestina) Herrera de Noble” porque “no puede decir que quiere a Felipe y Marcela (sus hijos adoptivos) y no dejarlos elegir que conozcan sus historias”, sentenció la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en el cierre del ciclo por la “Memoria, la Verdad y la Justicia” que realizó la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Ante un aula Magna colmada, la referente de la lucha por los derechos humanos volvió a hacer referencia a una de las causas más duras que enfrenta la organización que preside, tal como lo es la identidad de los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín.
“Hace ocho años que estamos con esto. Por su honor, esta señora debería dejar que se hagan las muestras (de ADN cotejable con los del Banco Nacional de Datos Genéticos), si es que no tiene nada que esconder. ¿Qué hay tan oscuro?” para que no lo haga, se preguntó.
La presencia de Carlotto en la UNLZ fue el corolario a la muestra que desde hace semanas tuvo lugar en Derecho y que resume parte de la historia de Abuelas de Plaza de Mayo.
En el marco del mes de la Memoria, como lo llamaron sus autoridades, la facultad de Derecho presentó la muestra itinerante de cuadros de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo que presenta distintas campañas gráficas que llevó adelante la organización, en la búsqueda del acercamiento de jóvenes que sospechaban sobre su identidad y algún posible vínculo a la apropiación de niños ejecutada por la dictadura que tuvo lugar entre 1976 y 1983.
Durante su discurso, Carlotto relató algunas de sus vivencias durante la última dictadura, como por ejemplo el andar de los Falcon verdes saliendo a la “cacería”, los tiros y gritos por las noches o el secuestro a plena luz del día: “Era vivir en un infierno”, sintetizó.
“Mi hija Laura me dijo que sabían que miles de militantes iban a morir, pero que su muerte no iba a ser en vano. Y fue esa fuerza de nuestros hijos la que nos ayudó a luchar”, confesó emocionada al referirse a su hija desaparecida.
También, la presidenta de Abuelas se refirió al rol de sus maridos en la búsqueda de los nietos apropiados: “Les dijimos que no vengan porque para el machismo militar ellos eran peligrosos y nosotras no. Se quedaron en casa y con la angustia de no saber si volvíamos. Ellos fueron los héroes anónimos”.
Sobre el presente de la búsqueda de los nietos, consideró que “haber encontrado 101 nietos es algo maravilloso. Todavía faltan 400 y deben estar cerca. Pero los asesinos que saben dónde están, no hablan. Por eso tenemos que inventar estrategias como el Teatro o la Música por la Identidad”, proyectos con los que la organización convoca a quienes tienen dudas sobre su origen.
Para concluir, Carlotto enfatizó: “Queremos dejar la seguridad de que a ustedes no les va a pasar lo que pasó con nuestros hijos. Por el ‘Nunca Más’, gracias”.
LR-AFD
06-04-10
