El conjunto granate comenzó el partido en la Paternal buscando manejar la pelota de la mano de Sebastián Blanco y Hernán Grana, que se proyectaba por la banda derecha, aunque sin aproximaciones al arco rival. Chacharita, en el inicio del encuentro decidió aprovechar las dimensiones de la cancha de Argentinos, por lo que el partido se hizo friccionado en el mediocampo, casi sin ocasiones de peligro.
Los equipos no llegaban al arco rival y la falta de profundidad era visible en ambos conjuntos, sobre todo por las imprecisiones en el traslado del balón. Se peleó mucho y no aparecieron los que saben manejar la pelota como Blanco, en Lanús, ni Diego Morales, en el elenco “Funebrero”.
El juego no aparecía y promediando el primer tiempo, entonces, el que se hizo protagonista fue la zaga defensiva del “Granate”: Santiago Hoyos y el brasileño Jadson Viera, más los aportes del juvenil Rodrigo Erramuspe despejaron todo lo que pasaba cerca del área visitante.
Sólo desde media distancia era posible alcanzar el arco de enfrente y así lo entendió Omar Zarif, cuando a los 30 minutos de la etapa inicial, clavó un zurdazo que le permitió a Agustín Marchesín lucirse con una brillante atajada.
Lanús únicamente insinuaba con jugadas de Guido Pizarro y la movilidad de Blanco, pero sin lograr profundizar. A falta de 10 para el final del primer periodo, Santiago Salcedo amagó un centro y decidió rematar desde 25 metros. La pelota pasó cerca del palo izquierdo del arco que defiende Nicolás Tauber y el tanteador se mantuvo en cero.
El cortocircuito en la zona creativa del elenco del Sur del Conurbano bonaerense era visible y sintió esas fallas en la generación de juego a lo largo del primer periodo, ya que no se pudo conformar un funcionamiento que abasteciera a la dupla delantera formada entre Leandro Díaz y Santiago Salcedo, que dispuso el entrenador granate, Luis Zubeldia.
Antes del final del primer tiempo llegó el futbol que se esperaba. La más clara del “Granate”: el capitán Maximiliano Velázquez lanzó un centro desde la izquierda que rebotó en Díaz y le quedó la pelota a “Blanquito”, que entró al área para rematar libre. El balón pasó rozando el palo para ahogar el grito de gol.
Chacarita respondió con Morales: El balón lo disputó Facundo Parra y dejó a “Cachete” con la posibilidad adelantar a su equipo en el marcador. Pero el arquero respondió bien de nuevo, en una atajada espectacular.
Lanús se iba al entretiempo sin mostrar su mejor juego pero con la intención de recuperar el funcionamiento que le había permitido cosechar tres triunfos consecutivos en el Torneo Clausura.
El complemento comenzó con la misma tónica que el inicio del partido: muchas insinuaciones de ambos conjuntos pero sin mostrar contundencia.
Lanús no podía lastimar al equipo local y se mostraba inconexo por momentos para desplazar la pelota. Gonzalo Castillejos ingresó a los 10 minutos para tratar de desnivelar por los costados y abastecer un poco más a un Salcedo que no encontraba su lugar en la cancha.
A los 15 minutos llegaron las emociones. Luego de un pase del paraguayo Erwin Avalos a la puerta del área, Federico Vismara remató para superar a Marchesín y abrir el marcador. El gol del “Funebrero” le quebró a Lanús un record de más de 400 minutos con la valla invicta.
Promediando el complemento, el elenco de Navas se hizo dueño del partido, manejó la pelota con cautela y administró el juego a gusto, mientras el equipo visitante no encontraba los caminos.
El encuentro comenzó hacerse brusco y la muestra se vio a los 25 minutos: luego de un encontronazo entre Blanco y Lisandro López, el árbitro Carlos Maglio decidió expulsar a ambos y dejar a los dos equipos con uno menos. Con la salida del armador de juego de Lanús y el resultado en desventaja, todo se hacía cuesta arriba para el “Granate”.
Ya sin ideas, los dirigidos por Zubeldia avanzaron varios metros en la cancha con mucho fervor pero sin fútbol. Con las corridas por las bandas de Marcos Aguirre, que había ingresado en el complemento.
Chacarita se retrasó para defender la victoria y alejarse de la zona del descenso. Pero el peligro de esperar muy cerca de su arco era evidente.
A cinco del pitazo final la historia parecía escrita. Una corrida de Parra dejó al guaraní Avalos en soledad; le pegó mal a la pelota y descolocó a un Marchesín ya vencido. El palo salvó a Lanús y la mínima diferencia se mantuvo.
Únicamente quedaba tiempo para el manejo de pelota de Chacarita y así hacer correr el reloj ante un elenco granate impotente y sin contundencia, que se desvanecía en puros centros, sin lograr el fútbol de otras tardes.
Pero siempre hay tiempo para más. Y así lo entendió Velázquez, que en una de sus últimas lanzamientos al ataque se llevó la pelota entre varios y mandó un centro que cabeceó Eric Aparicio (ingresó por Salcedo).
Tauber no la retuvo y la pelota le quedó a Castillejos. El ex Central definió suave y marcó el empate.
¿Empate? El final aún no llegó y un minuto más tarde, otra corrida, ahora desde la derecha con Aparicio como estandarte, dejó al mismo Castillejos libre. Gol y delirio.
Ahora sí, ya no había tiempo para más. El silbatazo de Maglio cerró el partido y un triunfo de Lanús que cinco minutos parecía impensado, se hizo realidad. Lanús sumó su cuatro triunfo consecutivo en el campeonato, alcanzó los 20 puntos y ahora sueña con más…
AUNO-07-04-10
MRQ-LDC
