Lomas de Zamora, abril 19 (AUNO) – La salita cooperativa San Martín de Turdera corre peligro de cierre debido a que no pueden mantener los sueldos de sus enfermeros, que se sustentan a base de cuotas pagadas por los propios vecinos, por lo que el presidente de la comisión directiva, Marcelo Arruiz, lamentó que llegan “todos los meses con el mismo agujero en el bolsillo”.
El centro de atención médica, que funciona en la esquina de Avenida Luis Puig y Santo Tomás desde 1943, no recibe subsidios por parte del Estado y llegó a contar con más de tres mil socios, pero en la actualidad no llegan a mil y por eso Arruiz advirtió que se les hace “muy difícil mantener esta situación”.
El gasto de que deben afrontar es de 150 mil pesos por mes, la mayoría para el salario de los empleados, y se paga con la contribución mensual de los socios que es de 150 pesos al mes.
“Tienen que asociarse y pagar la cuota para que el médico que nos atiende cuando nos cortamos pueda cobrar, porque esto es de todos”, pidió Arruiz a los vecinos de Turdera y les recordó que “el valor de la cuota son dos paquetes de cigarrillos o una pizza: no cuesta nada”.
La salita funciona las 24 horas y cuenta con un equipo de médicos y enfermeros quienes realizan desde consultas médicas hasta la aplicación de vacunas, todo de manera gratuita. El presidente resaltó la ventaja de contar con un centro de atención médica “en medio de la comunidad” que facilita el acceso a la salud a los vecinos.
Desde la comisión directiva les enviaron al Gobierno nacional y provincial una carta para pedir alguna ayuda monetaria, pero la respuesta fue que se van a comunicar con ellos desde el Ministerio de Salud de la Nación. Arruiz explicó, en diálogo con AUNO, que en 2016 la Cámara de Diputados otorgó un subsidio de 50 mil pesos para la salita, pero consideró que “sólo son salvavidas que no sirven como para solventar” su situación.
San Martín pasó a ser una cooperativa desde 2015, cuando se fueron 15 de los 18 integrantes de la administración. Luego de que los trabajadores organizaron la nueva comisión directiva, se dieron cuenta de que “no tenía personería jurídica, presentación de balance ni cuenta corriente, pero sí tenía 18 juicios con la AFIP por falta de pagos”, por lo que Arruiz consideró que “estaba para cerrar la ventana”. Hoy, tras resolver los problemas administrativos, la nueva comisión directiva se enfrenta al desafío de conseguir más socios para lograr brindar por mucho más tiempo su servicio a la comunidad.
AUNO 19-04-2018
EZ-AFG