Un club que se propuso recuperar su sede

La actual comisión directiva que encabeza Pablo Paladino pretende revisar el contrato que le permite al empresario Jorge Amícolo explotar mediante una concesión las instalaciones de la casa matriz de la entidad milrayitas por 47 años. Por lo pronto, se sumaron 300 nuevos asociados a la institución, pero los dirigentes van por más: “Vamos a devolverle al club la vida social que se merece”, prometen.

Lomas de Zamora, diciembre 1, (AUNO).- Como consecuencia del trabajo que llevó a cabo la subcomisión para la recuperación de la sede, Los Andes sumó en apenas dos semanas más de 300 socios. Y es porque la institución quiere hacer cumplir el controversial contrato de concesión de las instalaciones ubicadas en la Avenida Hipólito Yrigoyen 9551 de Lomas de Zamora que se firmó hace nueve años.

Mientras el equipo se debate en la irregularidad del torneo de la Primera B Metropolitana, hay otro asunto que mantiene expectantes a todos los integrantes del mundo Milrayitas: el anhelo de retomar el control de la sede social de la entidad”.

En el año 2002, Hugo Van Schilt, entonces presidente del club, firmó junto con el secretario del club, Diego Grondona, un contrato, en el que se le otorgó la concesión para administrar la sede al empresario Jorge Amícolo, por un lapso de 47 años.

La Subcomisión de la Recuperación de la sede, oficializada desde la asunción de Pablo Paladino, en julio pasado, investigó cuidadosamente el contrato y encontró, además de irregularidades, diversos incumplimientos en aquel vínculo.

Una de ellos es el que se establece en la cláusula tercera del vínculo, que en uno de sus puntos expresa textualmente: “La empresa y el club convienen que todas las personas que utilicen las instalaciones deberán ser socios”.

Ante esta obligación, que nunca se cumplió, se intimó a la empresa Complejo Lomas a asociar a todos los usuarios de la sede, lo que produjo una inminente oleada de nuevos socios en la entidad albirroja.

El secretario del Club, Oscar Ferreyra, dio a conocer, en diálogo con AUNO, que “se asociaron casi 330 personas en dos semanas”, lo que significa “casi 120 mil pesos por año de ganancias que antes no se percibían”.

“Si tomamos en cuenta el tiempo que el concesionario explota la sede (desde 2002), son casi un millón de pesos los el club debió haber percibido y nunca lo hizo”, señaló Ferreyra.

“Fiscalizar las cuentas y denunciar las irregularidades”
Otra de las obligaciones contractuales que no se obedecían era la existencia de una comisión fiscalizadora que debía auditar a la firma del empresario Amicolo.

“El contrato pauta que debía haber una instancia de control, y eso, recién ahora lo estamos cumpliendo. Si no se rinden cuentas, haremos las denuncias correspondientes”, remarcó Ferreyra.

“Esta empresa, pese a no tener habilitación para organizar acontecimientos sociales en la sede, los realizaba de todas formas. También había irregularidades laborales. Sólo hay cinco trabajadores efectivizados, y eso que todos están afiliados a UTEDYC (Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles)”, precisó el secretario de la entidad.

Y remarcó: “Con todo lo que encontramos, podía establecerse que Los Andes era solidario con una firma que no hacía las cosas bien. Por eso denunciamos todas las anomalías y ahora fiscalizamos qué se hace con nuestra sede”.

“Nunca pagó lo que corresponde, por eso, la política que tiene el club es la de ser inflexibles con él y hacer cumplir el contrato”, precisó Ferreyra.

“Una concesión un poco más racional sería analizable, de hecho nosotros intentamos negociar y dividir en partes iguales tanto los ingresos como los egresos. Pero Amícolo parece estar cómodo, y por eso no quiso negociar, no paga canon ni rinde cuentas”, detalló.

“Hasta no recuperar la sede no descansaremos. Deseamos que este señor se vaya, después se puede concesionar, pero siempre en condiciones favorables para el club”, recalcó el dirigente.

“Que se vaya de Los Andes”
Por parte, Gagriel Cerpa, integrante de la subcomisión, explicó que se colocó “seguridad privada en la puerta para controlar que todos los que entren sean efectivamente socios de Los Andes”.

“El ex Secretario del club Diego Grondona”, que participó en la firma del contrato en el 2002, “es ahora el abogado de Jorge Amicolo, eso lo dice todo”, remarcó Cerpa.

A su vez, contó cuál es el principal propósito de la subcomisión: “Nuestro objetivo es hacer cumplir el contrato a rajatabla, que sumado a un proceso judicial, es la única forma de intentar que este hombre se vaya de Los Andes”.

“Pretendía cobrar cifras irrisorias, que el club no puede pagar, por obras que no cumplió. La infraestructura de la sede no está en un buen estado. Vamos a devolverle al club la vida social que hoy no tiene”, aseguró.

AUNO-01-12-11
PMR-LDC

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