Hilda Lizarazu: «Pongo todo lo que soy arriba del escenario»

h4. Es una de las mujeres más emblemáticas del rock argentino. Se presentó por primera vez como solista en Lomas de Zamora, donde tocó con su banda temas de su último disco «Futuro Perfecto», además de algunos de sus clásicos. «Creo que la música es inmensa y es un canal de expresión que ayuda a un montón de gente a ser feliz. Es un regalo, es un tesoro que yo tengo y disfruto.»

Gisella Gatta

Lomas de Zamora, octubre 01 (AUNO).- La cantante Hilda Lizarazu, una de las leyendas del rock nacional, se presentó por primera vez como solista en Lomas de Zamora para brindar un show que recorrió 24 años de música, desde el “Caribe Sur” hasta el actual “Futuro Perfecto”. Durante una entrevista con AUNO, contó que lo único que la hace sentirse consagrada como un ícono del rock es la respuesta del público y que la música es un don que le fue dado para hacer feliz a mucha gente.

“Acepto el futuro y será lo que tenga que ser”, comenzó a cantar con su voz y su registro y matices tan particulares que fueron dignos de una ovación de pie cuando abrió con “Futuro perfecto”, el tema que da nombre a su último disco, para luego hacer corear a todo el público al ritmo de sus más recordados temas como “Extraño ser”, “Sola en los bares”, “Caribe sur” y “Hormonal”, entre una larga lista que hasta le dio el gusto de bajarse del escenario por un rato y bailar arriba de las mesas.

Hilda, que fue corista de Los Twist, en la década de 1980, y líder de Man Ray, en la de los ’90, que acompaña en los escenarios a Charly García y que desde hace 6 años recorre su camino solista dijo que estaba “un 97,5 por ciento segura” de que era la primera vez que tocaba en Lomas de Zamora, pero desde el público le recordaron que hace varios años ya había visitado la localidad junto a Charly.
-Sin dudas sos uno de los íconos femeninos históricos del rock nacional, ¿cómo crees que te consagraste en ese lugar?
-No se siente esa consagración desde acá pero lo que sí puedo sentir es mucho placer de hacer lo que hago. Sigo disfrutando de tocar en vivo y la devolución que tengo por parte del público es lo que puedo ver como una consagración. En mi caso particular, esto es mi manera de vivir, en algunos momentos con más shows o con más creatividad y en otros con menos, pero la verdad es que no puedo más que agradecer lo que me ocurre.
-Tenés una pila enorme de discos grabados y debés haber escrito y cantado sobre muchas temáticas. ¿Qué te inspira hoy?
-Ahora me inspira la mudanza. La danza de la mudanza. Estuve coqueteando con todo lo que está relacionado con moverse, porque es lo que me ocurrió en estos últimos meses, y estoy en el proceso de acomodar las cosas en su lugar. En este momento no estoy escribiendo canciones sino que estoy trasplantando plantas y estoy haciendo más cosas domésticas, lo cual es parte de mi vida artística también.
-Si pudieras revivir un momento de tu carrera, congelar para siempre un momento, ¿cuál elegirías?
-Las grabaciones son lindas para congelarlas. El momento de estar en un estudio de grabación, de grabar las voces, ese momento de los discos, es un momento que queda fijo en mi memoria emotiva. Es el momento en el que decís “acá estoy mandando toda la intención de la emoción y es la que va a quedar para repetirse constantemente”. Eso sí, no podría quedarme con la grabación de un disco en particular, es un momento muy preciado, muy valioso para mí.
-Fuiste parte de bandas de bandas de las más populares de los 80 y 90, cantás al lado de Charly García, ¿qué es lo que más te seduce de ser solista?
-Lo que más me gusta de ser solista es que voy conociéndome día a día, que soy en un 90 por ciento responsable del resto del equipo, y que me expone más en lo que soy como persona y como artista. Esto es lo que hay, esto es lo que soy. Pongo todo lo que soy arriba del escenario. Bien o mal, con aciertos y equivocaciones, enteramente yo. Y después, está en el público si me cree o no. Me gusta eso de la trasparencia de expresar las canciones simples o complejas pero que trasmitan lo que soy.
-¿Qué fue lo más importante que aprendiste o que te dio tu carrera?
-Creo que principalmente aprendí sobre el compromiso de hacer las cosas bien, o por lo menos tratar de ser genuino en eso tan maravilloso que es hacer música, y comprometerse con una estética y un respeto a las canciones y hacia el público. Eso lo aprendí a través de los años y de seguir haciendo lo que hago. Entonces creo que la música es inmensa y es un canal de expresión que ayuda a un montón de gente a ser feliz. Y eso es maravilloso, es un regalo, es un tesoro que yo tengo y disfruto.
-¿Alguna vez tuviste que postergar o renunciar a alguna meta de tu vida personal por tu carrera?
-Tal vez me deba algunas conclusiones fotográficas. No es abandono sino que es algo latente, que no pudo emerger por el tema de que tengo el tiempo abarcado entre mis días de madre, mis compromisos como mujer ama de casa en mi hogar, mi banda, el tiempo que le doy a mis ensayos para presentarme en vivo, entonces a veces no tengo tiempo para la fotografía. Tal vez cuando sea un poco más grande, aún más, me gustaría retomar la fotografía. Me gustaría armar un librito, algo que quede en un formato que uno pueda tener en su casa y siempre poder volver, en lugar de tenerlas relegadas a negativos o papeles.
-Tu último disco solista se llama “Futuro Perfecto”, ¿es un hecho o es un deseo?
-Es un deseo utópico y, por qué no, imposible. Ese futuro perfecto es hoy. Es un juego de palabras, es un tiempo verbal, un deseo y una concreción. El futuro perfecto se lo deseo al país, al mundo y a todos nosotros como personas. Pero creo que ese futuro perfecto no existiría si uno no pudiera hacer este presente mejor, entonces es una ocurrencia de escribir algunas estrofas de una canción en ese tiempo verbal y también es una filosofía de aceptar lo que llega a cada uno en su vida y tomarlo como algo que se puede transformar. Entonces aceptar el destino es eso, decir “ok, me pasó esto y de acá tengo que aprender algo”, y para mí ese es el futuro perfecto. Es aprender y aceptar el presente. El destino puede ser ese futuro perfecto. Es un juego de palabras que tiene ese costado positivo que me interesa.
-¿Cómo vivís la etapa de vías de extinción de un signo característico de la música como lo es el CD en manos de las descargas en Internet?
-Ahora ya estoy más metida adentro del signo de lo virtual, ya acepté que sea todo así. Y como todo, tiene su pro y su contra. Que el CD en este momento esté en vías de extinción también es signo de los tiempos, entonces no tengo contradicciones al respecto como me podría haber pasado años atrás. Ya me adapté. Muchas veces, mientras estaba en el estudio de grabación, pensaba “¿será el último que haga en este formato?”. Pero no tengo una respuesta. Igualmente, yo creo que sí. Todavía hay gente que le gusta tener el objeto, el disco en la mano. Pero me siento bien con este cambio. Todavía no tengo la sensación de estar fuera del tiempo, de haberme quedado atrás en algo. En fin, son solo formatos musicales porque en realidad lo que sigue estando es la canción. Uno canta una canción de hace 30 o 50 años y la emoción sigue estando, eso es todo lo que importa.

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AUNO-01-10-12

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