¿Cuál es el procedimiento habitual para el registro de bienes culturales?
Lo primero es hacer una ficha técnica, una hoja de ruta. Una clasificación de los objetos para cuantificar dentro de las colección del museo cuántos pertenecen a la colección mobiliario, arte plásticas o historia, por ejemplo. Se coloca un número de inventario provisorio y luego se coteja con los inventarios anteriores. Paralelamente se le adjunta una imagen digital que se ha hecho de cada uno de los objetos, además de una pequeña descripción para que la base de datos tenga información en cuanto a el estado de conservación, las características y la ubicación actual organizada en el depósito. Estamos terminando este registro, que demandó un año y comenzamos hace dos semanas aproximadamente una capacitación en gestión de colección y las colecciones de un museo que nos permitirá tener conocimiento de lo que tenemos dentro para organizar después el relato museográfico cuando podamos montar la presentación en el nuevo museo.
¿Se llevaba con anterioridad este registro?
No. Hay inventarios anteriores que no tenían la clasificación de los objetos. En el mismo inventario se encontraban las piezas que son bienes de uso y los objetos patrimoniales. Lo que nosotros hicimos fue separar los bienes culturales, los que tienen valor histórico, artístico, propios de las colecciones, de aquellos bienes que tienen un registro diferente al inventario patrimonial. Estamos realizando un diagnóstico del estado de conservación que tiene ese objeto. En base a eso tomamos las primeras medidas de preservación y le damos las condiciones y elementos de seguridad que impidan que continúen deteriorándose más. Muchos objetos van a necesitar después ser restaurados, lo que concluye en la última etapa por parte de los especialistas. Lo que hacemos es un listado detectando cuáles son los insumos que vamos a necesitar: cajas apropiadas, folios o sobres que deben cumplir con ciertos requisitos.
¿Cuál es la importancia de contar con la imagen digital del objeto en el registro?
Hacer un registro fotográfico es fundamental. Una imagen vale más que una descripción, que siempre pudo haber sido hecha por alguien que a lo mejor atribuyó cualidades a ese objeto que el objeto no tiene o que dejó pasar en la descripción, cualidades que el objeto o la imagen refleja. En el registro de los bienes culturales la imagen es muy importante. Interpol en toda su campaña a nivel internacional lo primero que exige en un museo u organismo que tiene colecciones es que tiene que tener su registro y documentación al día, una norma internacional que se instala en el ámbito de los museos debido al tráfico ilícito de bienes culturales.