Lomas de Zamora, agosto 5 (AUNO).- Distintas son las miradas, posturas y realidades de los diversos teatros independientes de la zona respecto a la crisis económica. La falta de espectadores, el aumento en los servicios y la búsqueda por llenar las salas son los temas que atañen a los artistas.
En algunos casos se busca como opción la realización de espectáculos a la gorra, como en el Teatro El Refugio, de Banfield, donde desde julio realizan un ciclo todos los domingos que se mantiene durante este mes.
“La idea es que el teatro llegue a todo el mundo”, señala a AUNO uno de los de los directores de El Refugio, Daniel Bastías. “La entrada es una limitación, más en esta situación que estamos atravesando”, agrega.
Respecto a la recaudación, asegura que haciendo espectáculos a la gorra “es la misma” que se consigue “vendiendo 40 entradas” y la idea es “llenar el teatro”.
Bastías comenta que con el subsidio que reciben del Instituto Nacional del Teatro antes cubrían “casi la totalidad de los gastos” en servicios; en cambio ahora sólo sirve para “cubrir un 30 por ciento”.
Por su parte, los artistas del Teatro de las Nobles Bestias, de Temperley, son optimistas respecto del panorama actual, ya que por ahora tienen un “público constante, que va por las distintas salas de la zona”.
Como sostiene una de las encargadas del teatro, la actriz Julia Celeira, no optan por un teatro a la gorra, sino por cobrar una entrada “económica”: “Tiene que ver con el laburo que realizan los trabajadores del teatro independiente”. Hay promociones y descuentos para que el público pueda acercarse. Para las obras cobran un bono contribución de 100 pesos y en ocasiones ofrecen 2×1.
Respecto de los aumentos en los servicios, Celeira resalta que a ellos el aumento todavía no les llegó, aunque acota que están expectantes debido a que con este nuevo gobierno “hubo cambios en las políticas culturales”.
En Espacio Disparate, de Lanús, la situación es más complicada ya que tienen una merma de público y los aumentos fueron muy grandes.
Uno de los integrantes del teatro, Julián Núñez, sostiene que están “faltando espectadores”. “Nosotros hacemos café concert y normalmente venían 60 personas. En este último tiempo están viniendo entre 20 y 30”, explica.
Núñez también se lamenta porque bajó la consumición tanto en comidas como bebidas. “Antes una persona se pedía una cerveza, ahora piden una entre varios”, compara.
Para que la gente pueda asistir tiene una “entrada económica”. “No es que te gastás 500 pesos como para ver a Violeta o Los Minions“, considera Núñez. La gorra “no es una alternativa”, afirma Núñez, ya que la idea es que el trabajo que realizan “dignifique”, no “pedir limosnas”.
Los aumentos en las tarifas golpearon al equipo de Espacio Disparate. “Antes de luz pagábamos 300 pesos por mes y ahora 2200. Vamos a tener que hacer las obras con velas”, ironiza Núñez.
Agrega que antes se juntaban cada tres meses para ver cómo encaraban los proyectos, pero ahora se reúnen “cada vez que llega una factura” para ver de dónde sacan la plata. “Los teatros reclamamos, pero nos dicen: ‘paguen y después vemos’”, critica Núñez.
AUNO-05-06-2016
LM-MDY