(AUNO) Según estas últimas investigaciones, se ha podido demostrar que el stress y los factores psicosociales, como los altos niveles de ansiedad y de depresión, contribuyen a bajar las defensas que genera el organismo contra este tipo de virus, favoreciendo al acción viral tanto en la nariz como en la garganta.
Además, destacaron que en zonas densamente pobladas, como consecuencia de la crisis socio-económico que debe afrontar gran parte de la población, se incrementó la falta de higiene, de agua limpia y de saneamiento apropiado, permitiendo que los gérmenes que transmiten las infecciones respiratorias aumenten su velocidad de contagio.
También señalaron que las personas pueden contraer este tipo de enfermedades como consecuencia de “las condiciones de pobreza en la vivienda y saneamiento, sumado a la desnutrición y a la falta de acceso a la educación”.
Por otra parte, los integrantes del foro explicaron que entre los principales síntomas de esta dolencia se pueden encontrar fiebre alta; dolor de cabeza, dolores musculares generalizados y tos brusca, y que los principales grupos de riesgo se encuentran los mayores de 64 años, que “sufran asma, enfermedades respiratorias, renales o trastornos cardíacos crónicos, y quienes presentan enfermedades metabólicas crónicas como la diabetes”.
Asimismo, puntualizaron que cuando una persona siente alguno de los síntomas deberá consultar a un médico; guardar reposo en cama mientras se desarrolle la enfermedad; tomar liquido para evitar deshidratarse por la fiebre y controlar la fiebre con antitérmicos, y desaconsejaron automedicarse, tomar antibióticos ya que las enfermedades virales “no se combaten con ellos” y compartir pañuelos, toallas, vasos, utensilios, o cualquier tipo de elemento que tenga contacto con la persona enferma.
En cuanto a las complicaciones que puede traer aparejada la gripe, la infectóloga Gabriela Vidal, integrante del Foro argumentó que en promedio, “se asocia con 5 a 6 días de actividad restringida, guardar cama 3 a 4 días y alrededor de 3 a 5 días de pérdida de escolaridad o trabajo” y agregó que en algunos casos se puede llegar hasta hospitalizar al enfermo para poder tener un mejor control sobre la enfermedad.
Al respecto, el neumonólogo Eduardo Giugno explicó que los problemas más frecuentes que produce esta dolencia en el aparato respiratorio se ubican en el durante el período de desarrollo o en el de recuperación, produciendo complicaciones como laringitis, laringo-traqueo-bronquitis, bronquitis, bronquiolitis o neumonía.
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