(AUNO-TERCER SECTOR*) “Cuando sientas hambre acuérdate de toda esa gente que se ríe de ti”. “Hazte una foto y obsérvala cada vez que te entren ganas de comer”. Estas son algunas de los consejos que brindan anoréxicos y bulímicos en páginas de Internet donde se promueve de manera deliberada estos trastornos psicosomáticos y sus supuestos beneficios. Se suman a la serie de mensajes publicitarios que estimulan el culto a la imagen como definición de lo estéticamente aceptable.
La terapeuta a cargo de los trastornos alimenticios y adicciones en general de la Fundación Manantiales, Mónica Neuenburg, alerta sobre el riesgo que conllevan este tipo de publicaciones en la red: “Personas que sufren esta enfermedad transmiten mensajes explícitos que plantean la anorexia y la bulimia como estilos de vida. Se da información sobre cómo hacer dietas y cómo hacerlo en secreto. Esto aumenta el riesgo y es peligroso”, asegura.
-¿Por qué esta situación plantea un riesgo? – Porque esta es una patología que se oculta. Los enfermos son manipuladores. La familia no detecta cuando sus hijos van a vomitar, o los atracones en el caso de la bulimia, donde se mantiene el peso, que puede durar años. En cambio en la anorexia, el deterioro es más notable.
-¿Afecta solo a los jóvenes? – Sí, aunque hay gente de 30, 35 años que vienen arrastrando la enfermedad desde la adolescencia. Esto se debe a que no hay conciencia de enfermedad. En general, son personas de baja autoestima, muy inhibidos, algunos son depresivos.
Neuenburg aclara que frente a esta situación no hay otra arma más que la prevención. “No podemos hacer censura de estas páginas, aunque el navegador en sí mismo lo permita. Los chicos van a un locutorio y las ven igual. Por eso nosotros brindamos charlas de prevención a los padres para que sepan de qué se trata esta enfermedad y puedan detectar los síntomas en los chicos”.
La palabra anorexia define la falta de apetito o el rechazo a la comida. Por otro lado, la bulimia, el hambre insaciable, que concluye con el atracón y el vómito autoprovocado. Según la terapeuta, estas patologías están asociadas con una percepción cultural y social de lo que es la imagen ideal. Con el auge de Internet es inevitable que afecte una gran cantidad de personas.
“Recibimos consultas de chicas cada vez más jóvenes de 10, 11 ó 12 años que tienen marcado en mayor medida el riesgo de este problema “#8220;reconoce la terapeuta-. Esto se debe al valor que se le da a la imagen en los medios de comunicación, ya sean revistas que muestran modelos o publicidades. Entonces, los chicos piensan que la felicidad es ser flaco; pero no todos alcanzan esa imagen que promueven los medios. Esta cuestión social y cultural se transmite constantemente como en los productos light, por ejemplo.
-¿Cómo detectan este tipo de mensajes en Internet? – Hay una serie de códigos propios de la gente que tiene este problema que se manejan en este espacio y que sería contraproducente difundirlos. Estos códigos o palabras clave son una buena herramienta de búsqueda para los profesionales que abordan este tema. La fundación ya tiene una base de datos de este tipo de páginas que utilizamos en el tratamiento terapéutico que hacemos con los pacientes.
“El tratamiento dura por lo menos un año, aunque vemos caso por caso”, asegura la psicóloga a AUNO-Tercer Sector. Se refiere a los diferentes tipos de intervención que brindan en la fundación: uno llamado Hospital de Día donde el paciente realiza actividades terapéuticas de 9 a 18 horas. También brindan tratamientos ambulatorios, donde se hacen terapias individuales, grupales o familiares. En estas terapias los especialistas suelen llevar a los “graduados”, así llamados los pacientes recuperados, para que asesoren a los chicos. Si no se cuenta con alguna obra social que cubra la recuperación, el paciente puede solicitar becas que le brindan la mayor posibilidad de prestarle la asistencia necesaria. “La idea es que nadie se quede sin tratamiento”, recalca Neuenburg.
Por otro lado, los profesionales de la fundación Manantiales realizan reuniones gratuitas de grupos de padres con el fin de saber cuál es la mejor manera de encarar la patología de sus hijos y convencerlos de iniciar un tratamiento. Se realizan todos los miércoles a las 19 en la sede central de la organización, Entre Ríos 831, Capital.
La Fundación Manantiales es una entidad de bien público internacional que cuenta con 4 sedes repartidas en Argentina, Brasil y Uruguay, que se dedica a la prevención y asistencia de las adicciones. Sus 280 profesionales se especializan en el diagnóstico y tratamiento de patologías como la drogadependencia, el alcoholismo y desde hace dos años bulimia y anorexia, así como también en la psicología clínica y la psiquiatría. En este campo abordan la depresión, los trastornos de ansiedad, de conducta, y personalidad antisocial. Desde su página en internet, la organización asegura “una eficacia de recuperación del 94 por ciento” una vez finalizado el tratamiento.
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Cómo comunicarse:
Fundación Manantiales. Entre Ríos 831, Capital. Teléfono: 4382-8500.
Correo electrónico: info@manantiales.org
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Revista Tercer Sector
