Pareciera que la película “El día después de mañana” se asemejaría a las proyecciones apocalípticas advertidas por los científicos desde hace varias décadas.
Bischoff trabaja en el departamento de Ciencias de la Atmósfera y los océanos de la Universidad de Buenos Aires. Egresó hace más de 30 años y desempeñó toda su carrera profesional en Meteorología. Realizó numerosas investigaciones, representó al país como presidente de la Asociación Meteorológica Argentina y brindó innumerables conferencias sobre variables pluviométricas y cambios climáticos.
Desde hace más de una década, participa ad honorem asesorando sobre las proyecciones pluviométricas y diversas incompatibilidades entre las denominadas obras duras y sus inconvenientes con el avenamiento de las aguas que provienen de las lluvias.
En una oficina muy pequeña pero con una hermosa vista al Río de la Plata ubicada en la facultad de Ciencias Exactas y Ciencias Naturales de la U.B.A, bajo el murmullo de los aviones que despegaban (AEROPARQUE) hacia distintos rumbos, la profesional en Ciencias de la Atmósfera habló sobre los cambios climáticos que se están produciendo en el país y las consecuencias económicas y sociales que ocasionan estas transformaciones.
– ¿En qué momento este departamento comenzó a observar el cambio climático en nuestro país?
– Se remonta mas o menos en los `80, cuando a nivel internacional los científicos estaban preocupados por que notaban que los cambios climáticos se estaban sufriendo acá. A partir de ahí, se comenzaron a impulsar las investigaciones en el tema de cambios climáticos y numerosos investigadores argentinos se dieron cuenta que en realidad las transformaciones en nuestro país comenzaron a mediados de la década de los`70, particularmente sobre la zona de la Pampa Húmeda, que como sabemos, está ubicada en la provincia de Buenos Aires, con aumentos de precipitaciones que a principios del siglo pasado eran tres veces menor que en la actualidad.
– ¿Cómo afecta este cambio a las economías regionales y a las distintas comunidades?
– El cambio climático impacta de distintas maneras. Por ejemplo… en la Pampa Húmeda y en las zonas bajas como las encadenadas del oeste, que se ubica al sudeste de la provincia de Buenos Aires, hubo muchas precipitaciones que afectaron los cultivos de esta región… Pero también favorecieron a otras regiones, debido a que se produjeron aumentos de precipitaciones hacia el oeste de la provincia de Buenos Aires y hacia el este de la provincia de la Pampa, donde zonas que antes de la década del “#732;70 eran áridas, ahora se transformaron en regiones más florecientes para los cultivos. Si bien las condiciones del cambio climático son desfavorables para algunas regiones del territorio argentino, han favorecido el desarrollo en otros sectores. En la zona del Litoral de la Argentina por ejemplo, el aumento de las precipitaciones también destruyó los cultivos y perjudicó económicamente a la región.
– ¿Existe a nivel nacional una ley para los profesionales de la meteorología?
– En realidad, no existe una ley aprobada para los profesionales de la meteorología. Hace diez años que la estamos esperando y esto hace que los profesionales de otras áreas muchas veces hablen de meteorología y hagan proyecciones meteorológicas cuando desconocen cuál es realmente el tema… Por eso, creo que la profesión de meteorólogo a veces tiene muchos problemas. Pero me parece que aquellos que escuchan, deberían saber discernir a un profesional de la meteorología de un experto en otra área que habla sobre un tema que desconoce totalmente.
– Teniendo en cuenta el calentamiento global y los cambios producidos en la ecología regional debido a la corriente de El Niño, este fenómeno ¿produce impactos en la Argentina? ¿Dónde?
– Y…mirá, produce impactos solamente en algunas regiones. Particularmente, cuando hay un fenómeno niño en invierno se producen muchas nevadas en la Cordillera. Por lo tanto, todos aquellos ríos de la Cordillera en la zona de San Juan y Mendoza que tienen caudal muy altos desde el deshielo del verano siguiente al invierno que se produjeron las nevadas.
La otra zona de la Argentina muy afectada por este fenómeno es la región del Litoral. Cada vez que se produce el niño, hacia febrero, marzo o abril del año siguiente se generan grandes inundaciones como la del año 1988 donde se produjeron muertes y además, una gran cantidad de personas debió ser evacuada, lo que a su vez trajo aparejado numerosos daños económicos.
La conversación comenzó a tomar su rumbo. Para distender la situación la Doctora comentó algunas anécdotas sobre su participación en numerosos congresos a los que fue invitada para debatir sobre los cambios climáticos y sus consecuencias.
– ¿Por qué si en el departamento de Ciencias de la Atmósfera existen proyecciones sobre posibles impactos climatológicos no se toman medidas para mitigar los daños?
Se sonrió y antes de responder comentó que es una pregunta recurrente en las entrevistas y en los congresos a los que asiste.
– Mirá… los resultados de las investigaciones están a disposición de toda aquella persona que las quieran consultar. En realidad, nosotros como científicos e investigadores, lo único que podemos ubicar son los resultados de las investigaciones a nivel gubernamental. Te aclaro que no somos quienes tomamos decisiones. Las determinaciones parten desde los distintos niveles de conducción del gobierno. Pero desde este ámbito, el científico, nosotros estamos a disposición para que todos aquellos que deseen puedan consultar los resultados de las investigaciones y tomarlos como herramientas para mejorar las proyecciones climáticas.
– ¿Los gobiernos tienen en cuenta los diferentes factores meteorológicos que al afectar a la población causan problemas sociales como sucedió en Santa Fe?
– Por lo general el problema meteorológico no se tiene en cuenta. Desde nuestro ámbito tenemos las investigaciones y como ya te dije, quienes las quieren consultar lo pueden hacer. Además, son ellos quienes deberían tomar esos resultados y ponerlos en práctica.
Ahora lo que pasó en Santa Fe fue un caso muy especial, porque sucedieron dos tormentas, casi consecutivamente. A mi juicio lo que faltaba era un sistema de vigilancia. Aquellos que conocen este sistema y los niveles gubernamentales, deberían haber tenido una buena conexión. Por ejemplo, la sudestada es algo que al ser vivido de manera más continua, puede llegar a tener una preparación previa. Depende también un poco de cómo las personas se preparan frente a el problema ¿no?
Fijate, si uno habla de los tornados ocurre lo mismo. Al suceder muy pocas veces este fenómeno, a la población le puede resultar extraño, entonces tampoco hay una preparación. Lo mismo sucede con Defensa Civil, debido a que no están acostumbrados a que este fenómeno ocurra, no es culpa de ellos. Tal vez la culpa esta en que nadie dice que estas cosas pueden llegar a suceder y para ello deberían estar preparados.
– Sabemos que estos cambios climáticos afectan no sólo a los seres más sensibles como los vegetales si no también a los seres humanos. ¿De qué manera pueden estas transformaciones afectan la salud del hombre?
Bueno, puede afectar la economía de una región, puede destruir los cultivos por el exceso de agua que producen las inundaciones, pero también puede ser que mejore otras zonas, debido a que las precipitaciones, en algunos lugares favorecen los cultivos. A su vez puede llegar a traer problemas de enfermedad, especialmente en las regiones donde ahora llueve más que antes, porque se desarrollan otro tipo de mosquitos y de larvas que pueden producir dificultades en la salud. El hecho de que los inviernos no sean tan fríos y sean más cálidos, hacen que por ejemplo las larvas de los mosquitos perduren más durante el invierno, donde los bichos se desarrollan más.
Desde mi punto de vista, frente a este problema deberían existir medidas sanitarias acordes con estos cambios climáticos que se están produciendo.
– ¿Qué proyecciones me podría dar, a grandes rasgos, sobre los cambios climatológicos que se están produciendo en la Argentina?
– Hay estudios que se han realizado donde se indica que puede llegar a aumentar la desertificación, en toda la región del Pie de Monte Cordillerano, toda la zona de Cuyo.
Además, los glaciares se están retirando poco a poco, porque al aumentar la temperatura global se van derritiendo, así que la proyección a un futuro no muy cercano indica que va a aumentar la desertificación en la región. Por otro lado, se mantienen las zonas húmedas sobre el litoral y La Pampa Húmeda, y se espera que mejoren las zonas climáticas en la zona de la Patagonia.
En la Antártida hay un gran porcentaje de agua liquida que antes no se registraba y según estudios de biólogos y demás científicos, se observaron que esta proyección del deshielo pueden llegar a conducir a un aumento en el nivel de las aguas, particularmente en la zona del Delta.
A nivel gobierno, se debería pensar a dónde trasladar las poblaciones que están asentadas en estas zonas. Esto debe realizarse con tiempo, debido a que los cambios se producirán, más o menos, dentro de 20 o 30 años, pero se debe tener en cuenta que desplazar a la población del lugar implica no sólo tiempo y dinero sino que también se debe tener una buena proyección.
– ¿Este departamento de Ciencias de la Atmósfera posee contactos con organismos internacionales?
– Mirá, trabajar en un sistema de cambios climáticos indica que el cambio no es local, sino global. Además, se producen modificaciones de esta naturaleza en todas partes del mundo y por eso poseemos contactos y conexiones con investigadores de otras áreas y de otros países donde no sólo establecemos intercambios de información, sino que además, se relacionan los problemas de variabilidad y uno puede participa haciendo críticas mediante la observación.
– ¿La Universidad cuenta con un presupuesto adecuado para las investigaciones que llevan a cabo?
– Sí, la Universidad apoya todo tipo de investigación, particularmente los sistemas de variabilidad del cambio climático porque son temas de preocupación económica y social que afectan a la comunidad.
AUNO