(AUNO-TERCER SECTOR*) La igualdad de derechos es todavía una materia pendiente que algunas organizaciones se proponen conquistar. En esa tarea está la Fundación Tido, nacida en 1985 con una premisa: luchar por los derechos de la mujer y por su reconocimiento en una sociedad a su vez desigual. Esta desigualdad socioeconómica, acentuada por la crisis político-institucional de 2001, puso en marcha desde el organismo un proceso de debate, reflexión y acción sobre las diferentes problemáticas sociales.
“El diálogo social en sí genera un crecimiento en la persona que participa mucho más grande que la conclusión del mismo”, explica Olga Hammar, presidenta de la ong ocupada en la tarea de extender su accionar mediante un plan de actividades que ayude a hacer frente a las diferentes problemáticas sociales vinculadas a los sectores populares, sin discriminación de género.
Aunque desde hace 19 años la organización se dedica a la promoción y defensa de los derechos de la mujer, los episodios que dispararon la salida del ex presidente De la Rúa modificaron el universo de trabajo. “Con la crisis del 2001 se asumió el compromiso de construir una sociedad más integrada”, explica la presidenta. Para ello, decidieron disponer de los distintos planes gubernamentales de promoción social, como el Profam (Pro Familia), que depende del Consejo Nacional de la Mujer.
El objetivo de estos planes es que las mujeres y los jóvenes encuentren un oficio al que dedicarse. “Les brindamos una capacitación para un oficio, que puede ser tejido con orientación al comercio o gastronomía, entre otros”, apunta Hammar. Los cursos cuentan con 15 alumnos cada uno.
A partir de las 18, los jóvenes concurren a los talleres de literatura o armado de libros. “Solo pedimos una colaboración de uno o dos pesos a cada joven, en la medida de lo posible, como una contribución a los ocho profesores voluntarios que dictan los cursos”, explica la titular del organismo a AUNO-Tercer Sector.
Dentro del contexto de promoción social en el que funciona la fundación, cuentan con un evento muy particular: los Cenadores. “En estas cenas, que se hacen jueves por medio en nuestra sede, invitamos a una persona distinguida dentro de un tema en particular para luego debatirlo entre los presentes”. En estas reuniones suelen asistir entre 20 y 35 personas. “Todo depende del tema a tratarse”, se sincera Hammar. El próximo espacio de reflexión queda abierto a Hugo Chumbito, “quien escribió la biografía de Perón, San Martín e Yrigoyen”, adelanta.
Desde hace cuatro años funciona también en la fundación la Casa Abierta Alfonsina Storni. “Desde el comienzo nos propusimos ver a este espacio como una división del aspecto formal de la organización”, aclara la titular de Fido.
El lugar cumple la función de brindar a los vecinos de Villa Crespo la oportunidad de participar en actividades culturales de todo tipo. Obras de teatro, clases de tango, de guitarra y hasta un club de cine son parte de la oferta de la Casa.
Con alrededor de 20 voluntarios, la fundación hace pie en el difícil terreno de la defensa de los derechos de la mujer. “Al comienzo nos asociamos en red con organizaciones de mujeres”, cuenta y agrega “pero luego nos adentramos en encuentros y debates de la sociedad civil en temas económicos y comerciales”. De ahí que el campo de influencia se extendiera con la crisis del 2001. “Pero hasta hoy la mujer no es considerada plenamente, sobre todo en el área empresarial”, subraya enseguida.
“Todo se trata de igualdad”, resume así el objetivo la presidenta de la fundación. Tan sólo expandieron ese principio republicano a toda la sociedad. De lo contrario, “no habría democracia posible”,afirma.
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Cómo comunicarse:
Fundación Tido: Teléfono: 4776-6478. Castillo 460, ciudad de Buenos Aires.
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector