La epilepsia es considerada la enfermedad neurológica más frecuente del mundo, y, según los últimos registros, afecta al 1,5 de la población bonaerense. Pese a afectar a aproximadamente a 210 mil personas, se calcula que más de un tercio de esta cantidad tiene dificultades para lograr las drogas que permiten su tratamiento. Esto cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que el 80 por ciento de los enfermos podrían llevar una vida normal, ya que se trata de una afección controlable con relativa facilidad y sólo requiere de una medicación.
“Pero la falta de tratamiento o su cumplimiento en forma irregular hace que la enfermedad pueda agravarse y que las crisis aparezcan con mayor frecuencia e intensidad”, destaca un informe del Ministerio de Salud bonaerense, que atribuyó esta situación a “cuestiones económicas, pautas culturales, falta de diagnóstico y bajo compromiso del paciente para tomar las drogas en forma permanente y sin interrupciones”.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia afecta en promedio a 70 de cada 100 mil personas, “sin discriminación de edad, sexo o limites geográficos”, aunque su incidencia puede variar entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, ya que en estos últimos existe un mayor riesgo de infecciones y enfermedades que ocasionan daños cerebrales que puedan traer aparejado este desorden.
La epilepsia puede originarse a partir de lesiones cerebrales, traumatismos, malformaciones congénitas, anomalías metabólicas, tumores y secuelas de algunas enfermedades o infecciones, como la meningitis, aunque en muchos casos no tiene una causa que pueda ser identificada.
“En la gran mayoría de los casos, la epilepsia es benigna: detectada a tiempo y medicada correctamente, tiene buena evolución el desarrollo y aprendizaje son normales y buena respuesta a la medicación existente. Sólo alrededor del 15 por ciento de los cuadros requieren de una mayor indicación de tratamiento o es refractaria al mismo”, se indicó.
El Jefe de Neurología del Hospital Interzonal de Agudos “Evita”, de Lanús, referente del Programa Provincial de Epilepsia (ProEpi) en la Región Sanitaria VI, Alfredo Firstenfeld, resaltó que “la epilepsia es una afección frecuente con amplias estadísticas favorables de evolución y por lo tanto la posibilidad de desarrollo de una vida normal. Con respecto a los pacientes más comprometidos, hay que destacar que también existen métodos de diagnóstico y tratamiento que pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida”.
En el hospital de niños platense “Sor María Ludovica”, las convulsiones son la primera causa de consulta en el servicio de Neurología Infantil, aunque se aclaró que “no necesariamente la epilepsia se manifiesta a través de crisis convulsivas generalizadas, ya que hay diversos síndromes que originan descargas eléctricas anormales a nivel cerebral que pueden alterar la conciencia, producen movimientos involuntarios parciales sacudida de un brazo o una pierna, espasmos, hormigueo en algún lugar focalizado del cuerpo o cambios bruscos de comportamiento, entre otras expresiones”.
Para intentar disminuir los problemas en pacientes sin tratamiento, desde la provincia se lanzó en septiembre el programa Programa Provincial de Epilepsia (Proepi), que busca garantizar la asistencia de fármacos a quienes no puedan afrontar los costos de los medicamentos, como Carbamazepina, Clonazepam, Fenobarbital, Fenitoina, Ácido Valpróico y Valproato de Magnesio, que son las usadas en el 90 por ciento de los casos.
Para acceder a estas medicaciones, los pacientes deben recurrir a los hospitales públicos que dependen del ministerio de Salud provincial. firmar una declaración jurada que demuestre la falta de acceso a ella o completar una encuesta social.
AUNO 15-11-04
Una de cada tres personas que sufren epilepsia, en territorio bonaerense, no accede al tratamiento
Unas 210 mil personas, alrededor del 1,5 por ciento de la población bonaerense, sufre de epilepsia, aunque sólo dos de cada tres pueden acceder a un tratamiento correcto para tratar esa enfermedad. Así se desprende de un informe elaborado por la cartera de Salud provincial, que resaltó que la mayoría de los pacientes «podrían llevar una vida normal» en caso de recibir tratamiento.
Por Martín Glade