La Trama: Cuando la cultura camina por las calles

Un encuentro cultural ocupó calles y bares de Palermo Viejo por tercer año consecutivo con mesas redondas, venta de productos artesanales, música popular, documentales y poesías. «#732; La Trama 2004″#8482; fue organizada por la Asamblea de Vecinos del barrio porteño y su consigna este año fue «#732;recuperar las calles»#8482; y generar un espacio de promoción de la economía solidaria.
Por Silvia Marchant

(AUNO-Tercer Sector*) El fin de semana pasado el barrio porteño de Palermo se convirtió en una suerte de espacio callejero recuperado, donde convergieron mercados solidarios, talleres de arte, charlas, debates y proyecciones de documentales. Todo con aroma a choripan, a mermeladas artesanales elaboradas en Entre Ríos, vistosos ponchos de lana de vicuña confeccionados por mujeres salteñas, alfajores y otros manjares, objetos realizados con la paciencia y el amor que ponen los artesanos para elaborar valiosos elementos que compraron vecinos curiosos, que caminaron por la calle Bonpland al 1600, que fue cortada como una forma de recuperar las calles y decirle no al miedo.
La Trama fue el nombre del evento, un encuentro cultural y social. Y la Asamblea de Palermo Viejo fue la encargada de organizar la actividad que, por tercer año, lleva aires de fiesta popular al barrio que admiró Borges. Los bares también se sumaron a la propuesta y abrieron sus puertas a exponentes como Osvaldo Bayer y referentes de asambleas barriales, cooperativas y organizaciones sociales que debatieron con el público, que se acercó y participó a pesar del mal tiempo.
El sábado fue una jornada a pleno. Las cooperativas que llegaron desde varias provincias para mostrar sus productos nacidos de una red solidaria de microproducción, llenaron los stands. Así, Las Luchadoras de Entre Ríos, (“bien al límite con Santa Fe”, dijeron para que la cronista se ubicara en el mapa), destaparon los frascos de mermelada y convidaron un poco del arte que llevan a cabo cerca de 20 mujeres granjeras cuyo recurso artesanal solventa los gastos familiares. Cuando la lluvia se hizo presente, el escenario montado en Bonpland y Gorriti, que había sido copado por el tango, quedó desierto y, para pena de muchos, la noche no pudo continuar en las calles pero sí en el refugio que ofreció el viejo mercado de Bonpland, el lugar que fue recuperado en octubre de 2002 por la Asamblea Palermo Viejo.
Para llegar al predio, en la mitad de la calle Bonpland nace una callecita empedrada (que hasta que el buen tiempo lo permitió, estuvo flanqueada por innumerables puestos artesanales) que en forma de herradura ingresa al corazón de la manzana y vuelve a retomar Bonpland. En la mitad del recorrido de la “#732;callecita del predio”#8482; se abren los salones que reciclaron los integrantes de la asamblea. El sábado y el domingo, esos salones fueron visitados por los interesados en los mecanismos de reconstrución social, en los emprendimientos solidarios y en la mirada crítica de los sucesos políticos que dominan la actualidad.
Así, el salón Bagdad (cualquier connotación queda a criterio del lector), antiguo baño del mercado, fue el sitio donde se hicieron las proyecciones de documentales. Uno de los exponentes fue el Movimiento de Documentalistas que proyectó: Puente Llaguno, La Cobertura Encubierta y Las Radios Del Mocase. Para la representante de la agrupación de documentalistas, Soledad Gonnet, se trató “de un evento importante donde se pudo mostrar a la gente diversas realidades. Y no hace falta tener grandes medios para poder proyectar los films, solamente hacen falta las ganas”.
En medio del debate sobre los audiovisuales llegó Toty Flores, el referente del Movimiento de Trabajadores Desocupados y representante de la Cooperativa Barrio La Juanita de La Matanza, quien también expuso en un bar de Fitz Roy y Cabrera, sobre “Nuevas Alianzas Para el Trabajo/Una experiencia de Articulación”.
También se sumaron al debate integrantes de otras asambleas y algunos solitarios atraídos por la propuesta diferente. La lluvia, entonces, reunió a los pocos que fueron quedando en los salones del recuperado mercado. Así, muchos vecinos y algunos turistas arrimaron sus sillas para dejar de ser entre sí tan desconocidos al menos por lo que quedaba de esa noche. Y sobre el pucho se armó un mini concierto que mantuvo absortos a los asistentes, mientras la lluvia golpeaba los adoquines de la callecitas del predio.
La lluvia del domingo no permitió armar los stands, por lo que durante toda la tarde los que se acercaron a formar parte de los debates tuvieron que maniobrar sus paragüas y saltar charcos de agua para desplazarse de un bar a otro. Pero la gente fue llegando y los exponentes pudieron exponer, bajo techo. La charla de medios alternativos que se realizó el domingo en el bar de Bonpland y Honduras, reunió a integrantes de la página digital Pacificar.com, Colectivo Indymedia, el medio comunitario venezolano Aporea.org, Argenpress y la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.
“Recuperar la palabra y contar la realidad que no aparece en los medios es nuestra tarea. No podemos hablar de periodismo independiente sino de periodismo pendiente. Tenemos la ventaja que podemos construir algo diferente. Sabemos que en la actualidad los medios no hacen comunicación y ese es nuestro desafío”, asestó Jorge Benedetti de Pacificar.com. A su vez, el representante del medio comunitario (y no alternativo) venezolano Aporea.org, Modesto Guerrero, graficó el nacimiento del medio en Venezuela como contraposición a la operación de prensa que apoyó el golpe al gobierno de Chavez en abril de 2002. Guerrero informó que hoy Venezuela cuenta con 226 medios comunitarios que defienden la voz popular. “Precisamente Aporea.org viene de la palabra aporrear, viene de la palabra golpear. El medio surge de un proceso revolucionario y es lo que lo distingue de los demás medios alternativos, alterativos, comunitarios, contrahegemónicos o como se los llame de Latinoamérica. Lo cierto es que al imperialismo se le soltó la internet y ahora es un instrumento que también puede ser utilizado como contraofensiva y ese es el papel de los medios comunitarios”, explicó Guerrero.
Guerrero, junto a Ricardo Napurí, también expuso sobre “Los desafíos actuales de la revolución bolivariana” en otro bar de la zona. Un vecino que no compartió, o no comprendió, las razones del evento comentó al pasar a su compañero de caminata: “Pero, José, los negocios pagan sus impuestos, estos no pueden invadir ese lugar”. Ese lugar es el Mercado Bonpland, un edificio construido en 1910 y que estuvo cerrado muchos años, hasta que en 2002, la Asamblea de Palermo Viejo resolvió abrirlo, limpiarlo y devolverlo a la comunidad. “Un sábado decidimos recuperarlo y llegamos con baldes, escobas, y nos detuvo la policía. Entonces, tomamos la calle, llegó gente de la municipalidad y llegamos a un acuerdo: lo podríamos usar por un año. Así comenzaron las actividades y se empezó a diagramar la segunda Trama, la primera se había hecho en mayo de 2002”, recuerda Verónica Díaz, representante de la Asamblea.
La Asamblea logró la firma de un contrato por un año, que se renueva en forma automática. También consiguió reciclar los espacios del mercado donde ahora comparte actividades con el Movimiento Teresa Rodríguez, que tiene un comedor donde reparte 70 viandas; con el Taller Popular de Serigrafía, que integraba la Asamblea de San Telmo; y con el grupo Arde Arte. También logró que la Legislatura porteña declare “Sitio de Interés Cultural” al viejo edificio. Y ahora, persigue otro objetivo: el proyecto mercado social solidario que funcionaría en el lugar. “El fin es crear un espacio de comercialización, exposición y promoción de la producción autogestiva, con actividades de capacitación y difusión de la economía solidaria en un ámbito de intercambio y sociabilidad, con la participación de los vecinos y de las organizaciones sociales en la gestión colectiva del predio”, sostuvieron desde la Asamblea barrial.
En ese marco, el domingo, uno de los debates fue sobre “Economía solidaria/Aportes para una construcción colectiva”, en el que participaron integrantes de la Cooperativa La Asamblearia, Mutual Sentimiento, Asamblea Palermo Viejo y representantes de una cooperativa de Paraná, Entre Ríos. “La construcción de una economía social y solidaria nace de una estrategia de subsistencia y el trabajo apunta a transformar esa estrategia en una estrategia de vida, que conlleve a una construcción social y cultural”, describió el representante de La Asamblearia.
“El Genocidio de Roca”, a cargo de Osvaldo Bayer, “Las Elecciones en Uruguay”, “Globalización Neoliberal”, “Nuevas experiencias Solidarias en la Crisis”, “De la Esma a la Amia, una Argentina impune”, fueron también importantes temas que formaron parte del ciclo de charlas de La Trama. Para los que se quedaron con las ganas de participar, tendrán que esperar hasta la próxima Trama que se hará en 2005, en la calle y sin miedo.

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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector.

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