Tregua entre la comunidad mapuche y Benetton

(AUNO-Tercer Sector*) En la tarde romana del 11 de noviembre se revivió la primera escena del capítulo final de la historia bíblica de David y Goliat, la del momento en que están frente a frente. Por primera vez, representantes del pueblo mapuche de Chubut se vieron cara a cara con el empresario Luciano Benetton, el mayor latifundista de la Argentina, aquel que en 2002 abriera una causa judicial por usurpación y desalojara al matrimonio de Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Neuelquir porque vivían en un predio que él se arroga como propio.
En el encuentro, ambas partes reivindicaron sus posturas y, tanto los mapuches como el premio Nobel de la Paz que los acompañó, Adolfo Pérez Esquivel, ratificaron su rechazo a la donación de 2500 hectáreas que el italiano hiciera el lunes 8 de noviembre. No obstante, una nueva alternativa dejó la puerta abierta para un posible acuerdo: que el paraje Santa Rosa, de 335 hectáreas, del que fuera desalojado el matrimonio, esté dentro del lote ofrecido. Los mapuches estarán en Italia hasta el 20 de este mes y el capítulo aún no terminó.
La propuesta fue esbozada durante las poco más de tres horas de conversación por Gustavo Macayo, abogado de Curiñanco y Nehuelquir, quien también estuvo presente. Y surgió luego de que, tras el rechazo de los aborígenes y Pérez Esquivel, el magnate al que los mapuches llaman “winka” (”#732;usurpador”#8482;, en su dialecto originario) ofreciera al Estado el 0,25 por ciento de las 970 mil hectáreas que abarca su inmensa estancia de la Patagonia. Macayo afirmó que “el mismo Benetton va a reflexionar (la propuesta) y hay que darle un plazo razonable para no frustrar ese pequeño avance. No descartamos una nueva reunión, pero por ahora vamos a cumplir a rajatabla nuestra agenda con charlas en las que explicamos la situación de los pueblos originarios en la Argentina”.
El pedido de “#732;restitución”#8482; del predio Santa Rosa no es caprichoso. Primero porque ése -y otros predios más”#8221; son de propiedad ancestral de los mapuches. Y segundo porque el italiano dijo que “#732;donaría”#8482; (término que rechazan los aborígenes “porque nadie puede donar lo que no le es propio”) un lote cuya ubicación aún no especificó pero que, según lo indicios que él mismo dio durante la charla, estarían en la periferia de su estancia, una zona donde la tierra es menos apta para su explotación.
El vocero de la organización mapuche tehuelche 11 de Octubre, Mauro Millán, destacó que también se pidió la devolución de las posesiones de su pueblo que están expuestas en el museo Leleque -montado por el empresario textil”#8221; y que además “cambie el mensaje ideológico y mentiroso que tiene ese museo porque nos muestra como un pueblo que ya no existe. Y existimos, no hemos desaparecido”.
En la reunión estuvieron, además del Nobel, el cineasta italiano Gianni Minà, miembros de la ONG Raíces, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, la esposa de Benetton y el embajador argentino en Italia, Victorio Taccetti, quien no dio una respuesta a la oferta del terrateniente pero manifestó que “el Gobierno hará todo lo posible para que se arribe a una solución”.
Desde Chubut, horas después de la publicitada reunión, los mapuches emitieron un comunicado con su postura: “Comprobamos una vez más que lejos de intentar responder a nuestras demandas, Benetton intenta recomponer su imagen de “#732;capitalista humanitario”#8482;” y “comprobamos una vez más la falta de compromiso del Estado argentino ante la demanda de los pueblos originarios”. Además revelaron que “la corporación italiana se opuso a que se labrara un acta de la reunión porque el alcalde de Roma salió en defensa de sus compatriotas diciendo que “#732;una empresa de esta importancia no precisa comprometerse por escrito”#8482;”.
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Cómo comunicarse:
Organización de Comunidades Mapuche Tehuelche 11 de Octubre: puelweycha@latinmail.com
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.
Revista Tercer Sector