El Centro Atómico de Ezeiza, por lo tanto, asegura que “no existe contaminación en el agua”. Organizaciones defensoras del medio ambiente dicen lo contrario. El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santa Marina tramita una causa para determinar si hubo o no delito.
Por otra parte, están las posturas de las organizaciones ambientalistas y el perito Fernando Díaz que refutan los resultados divulgados por ese organismo estatal y coinciden en que “las aguas contienen alto nivel de uranio, lo que produce contaminación y posibles enfermedades a las personas”.
Los vecinos de Ezeiza denuncian que el agua contaminada con radiactividad les provocó cáncer.
Una realidad salta a la vista: gente enferma de cáncer, un petitorio con más de dos mil firmas de vecinos que parece no tener validez porque quedó estancado en la Municipalidad de Esteban Echeverría y el cruce de opiniones de los diferentes organismos que aprueban o refutan la posibilidad de contaminación del agua de Ezeiza y ese distrito vecino.
Por su parte, el intendente echeverriano, Alberto Groppi, señaló que el “peritaje internacional concluyó que no hay contaminación ni en el agua, ni el aire, ni en el suelo de dichos partidos de la provincia de Buenos Aires”.
“Si puede llegar a aparecer otra solución para el problema del agua, se verá como ponerla en práctica”, afirmó el jefe comunal.
Diferentes voces se hacen escuchar a la hora de dar una explicación sobre la situación que afecta a miles de habitantes. Un problema que asecha a la sociedad hace más de un año, aún no tiene solución, ni da respuestas a una sociedad llena de interrogantes.
Los vecinos se hicieron escuchar el 8 de junio de 2005 y entregaron un petitorio a Groppi. En la nota se pide el cese de vertidos contaminantes y saneamiento de la cuenca hídrica. Consultados por la agencia Auno, los vecinos denuncian que hasta el momento no hubo respuestas.
El problema tomó estado público al realizarse un peritaje tras una denuncia realizada por la Asociación contra la Contaminación Ambiental de Esteban Echeverría.
La denuncia fue recogida por una fiscalía y tramitada en el juzgado federal de Lomas de Zamora de Alberto Santa Marina. El análisis de agua fue realizado en el laboratorio de ARN, que es el ente que debe controlar la actividad nuclear en el país.
La organización ambientalista Greenpeace tuvo acceso a una pericia judicial que estableció que 74 por ciento de los pozos de agua muestreados arrojaron resultados que indican que el agua no es potable debido a contaminación que se atribuye al Centro Atómico de Ezeiza.
“Los niveles de contaminación superan los valores de referencias recomendados por el Código Alimentario Argentino y la Organización Mundial de la Salud”, afirmaron fuentes del organismo.
En la causa participaron los informes del perito Díaz, de la ARN y de la Policía Científica de la Gendarmería Nacional.
Los Informes de la ARN y de la Policía Científica de la Gendarmería Nacional fueron solicitados por el Juzgado, con posterioridad a recibir las conclusiones del perito.
El informe pericial fue una de las pruebas más importantes que llevó a que esta causa se elevara a juicio. Este peritaje llegó a la conclusión de que con la cantidad de evidencias y su coherencia en general llevó a dictaminar “la existencia de una importante contaminación proveniente de las actividades del Centro Atómico Ezeiza afecta el agua subterránea de la región a nivel que impiden su uso como agua de bebida humana”
Por su parte, el Informe de la Policía Científica de la Gendarmería Nacional diagnosticó que en las aguas no existen evidencias de contaminación radiológica y que es necesario realizar nuevos estudios para rectificar que se encuentran fueran de peligro contaminante.
Por otro lado, la ARN indica que uno de los puntos centrales del informe es que “no existe contaminación antropogenia (de origen humano)” y que “hay uranio natural en el acuífero Puelche”, pero que el mismo “se debe a procesos geoquímicos naturales”, confirmaron fueron allegadas a esta institución.
A esta disputa de opiniones se suma la de la Organización Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas que evaluó que se “cometieron deficiencias a la hora de analizar las aguas de Ezeiza como un número insuficiente de muestras, falta de escrutinio de incertidumbres analíticas de los datos interpretados, el uso inadecuado de metodología de evaluación de dosis y uso incorrecto de las normas de protección radiológica y las directrices sanitarias internacionales”.
Esta organización aseguró que “para realizar un correcto peritaje de las aguas faltaron ciertas condiciones básicas a cumplir” y concluyeron en que a pesar de que “el perito sabe que no dispone de una red de pozos de acceso al acuífero adecuada y validada, analiza los datos como si esta limitación no existiera”.
La directora de prensa del CEA, Graciela Frondini, afirmó que se critica el último punto porque “es imposible que la zona de Monte Grande se contamine porque trabajos hidrológicos destacan que el flujo subterráneo de las aguas de la zona donde se encuentra el CAE no se dirige hacia el distrito en cuestión, no transporta contaminantes hacia esa localidad”.
“Las aguas de Ezeiza no están contaminadas porque el nivel de uranio que contienen es normal y no provoca contaminación, ni enfermedades a quienes beben de estás aguas”, señaló la vocera de la CEA.
Respecto de los casos de cáncer que se detectaron a raíz de la presunta contaminación del agua, la funcionaria señaló que “esos casos no están comprobados, no se puede afirmar que alguien se enfermó por beber agua proveniente de las napas de Ezeiza, cuando hace dos meses se dio a conocer un estudio ambiental realizado con peritajes internacionales en el cual asegura que las aguas del distrito, no contaminan”.
En este nuevo peritaje se extrajo agua de siete pozos en la zona afectada (Esteban Echeverría, Ezeiza y La Matanza). De esos siete pozos, cinco de ellos revelaron la presencia de valores superiores a 15 microgramos de uranio por litro de agua. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera nocivo para la salud humana los que excedan esa concentración.
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