Denuncian que en un centro de menores se actúa con «una mentalidad represiva”

Luego del conflicto desatado tras el despido de cuatro trabajadores del Centro de Recepción de Menores por hacer un paro en reclamo de mejoras en la situación laboral, el titular de la CTA lomense afirmó que la protesta apunta también a mejorar el trato que se les da a los chicos privados de libertad.

Luego de que se venció el plazo del pase a disponibilidad con el que autoridades del Centro de Recepción de Lomas de Zamora sancionaron a cuatro trabajadores de ese centro por haber hecho una huelga, el secretario general de CTA Lomas de Zamora y vocal de ATE Sur, Norberto Señor, recalcó que “el conflicto de base entre los directivos y los trabajadores es el reclamo para que en vez de actuar con una mentalidad represiva, se utilice una mentalidad de contención”.

El Centro de Recepción de Lomas de Zamora es uno de los tantos que funciona en la Provincia de Buenos Aires que trabaja con jóvenes en conflicto con la ley penal. El 23 de marzo, los trabajadores que se desempeñan en ese instituto de menores llevaron a cabo un paro en reclamo de “la falta de personal, aumento salarial, el pase a planta permanente de los trabajadores que se encuentran en planta temporaria y reducción de la jornada laboral”, según enumeró el secretario de CTA.

El resultado de esa primera medida de fuerza fue el pase a disponibilidad de cuatro de los huelguistas por orden del subdirector, Eduardo Rojas, quien les abrió un sumario y una causa judicial. Por esta medida que está “en contra de la legislación laboral”, según el gremio, el director provincial de Coordinación del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, Alberto García, fue despedido y Rojas, desplazado de su cargo provisoriamente.

Pero este hecho develó algo más oscuro que una presunta trasgresión a la legislación laboral. En diálogo con AUNO, Señor denunció que “el ‘núcleo duro’ de directivos del centro tiene una cultura carcelaria que no acepta a trabajadores que dialoguen con los pibes (allí encerrados), que estimulen en ellos la cultura del trabajo y la solidaridad social, sino que tienen la noción de que este lugar es una especie de servicio penitenciario”.

En este orden, Señor denunció que tanto Rojas como García, que fueron “los responsables de alejar a los cuatro compañeros de sus cargos, no se bancaban que quienes defienden los derechos de los pibes, tomaran medidas de fuerza y quieran mostrarles que estaban peleando también por sus derechos”.

“Los directivos, habituados a la actividad represiva, quisieron tratar de que la huelga salga mal para sembrar el miedo entre los trabajadores”, sentenció Señor.

A la vez que denunció que “Rojas y su grupo de `carneros` (miembros de la Unión de Personal Civil de la Nación –UPCN-) no dejaron que los trabajadores en paro pudieran hablar con los chicos acerca de las medidas” de fueza que llevaban a cabo.

En la misma tónica insistió que las autoridades de ese instituto de privación de la libertad “violan todos los días los derechos de los pibes y ni siquiera les garantizan un espacio de recreación digno. El espacio de dispersión que les ofrecen es una televisión ubicada en una especie de jaula en la que no todos caben, y un patio semi destruido en el que los chicos ni siquiera pueden jugar a la pelota”.

Ante esta situación, los trabajadores de ATE llevaron la protesta al Ministerio de Desarrollo Humano bonaerense, hacia donde se movilizaron el 25 de junio, jornada en la que también realizaron un paro de actividades en toda la provincia; y al no obtener respuestas de las autoridades, el 4 de julio volvieron a movilizarse al ministerio.

Por lo tanto, Señor aclaró que “como el gobierno aún no ha hecho más que echar a García, cosa que no nos satisface, los delegados de todos los centros de menores de la provincia se reunirán en un plenario, el 13 de julio, para definir el plan de lucha que se llevaremos a cabo el 20” de este mes.

AMB-AFD-EV
AUNO-06-07-07

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