La Biblioteca Popular de Monte Chingolo, ubicada en el partido de Lanús, en la provincia de Buenos Aires, es más que un simple sitio donde se puede buscar un texto. Es un lugar muy cálido que además presta otros servicios a la comunidad, como apoyo escolar, atención psicológica y talleres de arte. Si bien es un espacio que invita a participar a todos los vecinos, sus autoridades ponen especial énfasis en captar “a todos los adolescentes en riesgo”.
La biblioteca funciona en la antigua estación ferroviaria de Monte Chingolo, y la que ayer fue su sala de espera hoy cobija a los libros que están prolijamente colocados a la vista de todos. Las estanterías son flamantes, compradas con el subsidio anual que otorgó a la entidad el Consejo Nacional de Bibliotecas Públicas (CONABIP) después de que se la reconociera como biblioteca popular en los ámbitos nacional y provincial.
La psicóloga y presidenta de la institución, Sandra Eidazu, quién está a cargo del consultorio que funciona en la institución, afirmó a AUNO-Tercer Sector que realiza sus tareas prácticamente “ad honorem, con aranceles casi simbólicos”.
El dinero que abonan los pacientes “es más que nada para generarles a los padres de los chicos un compromiso, una obligación. Aquí realizamos psicodiagnósticos de niños, tratamientos y orientación para padres. También funcionan el taller de orientación vocacional, que está a cargo de otra psicóloga, y el de adolescentes en riesgos, que es gratuito”, detalló Eidazu.
Cuando la psicóloga menciona a los adolescentes en riesgo se refiere “a aquellos que abandonan la escuela, que están en un margen de pobreza importante, que no tienen trabajo y ningún tipo de formación”. Para estos jóvenes la biblioteca les brinda un espacio de reflexión los sábados por la tarde, cuando realiza “charlas sobre adicciones, lo que deben hacer los chicos si son detenidos por la policía, sus derechos como niños, sexo, entre otros temas”, enumeró la presidenta.
Otra actividad que funciona a pleno es el taller de teatro, donde se reúnen los domingos por la tarde unos treinta jóvenes de 15 a 25 años. Darío Lugo, un joven de 15 años que participa junto a su hermana Noelia se mostró orgulloso. “Todos nos enseñamos entre todos porque algunos sabemos más y otros menos, entonces así vamos aprendiendo”, comentó a AUNO-Tercer Sector.
Las obras son recreadas allí, pero también suelen exponerlas en la parroquia del barrio, en los colegios cercanos o en alguna exposición de arte que invite a participar a la biblioteca. “Para hacer los trajes colaboran todos. Hay una modista vecina que viene a cortarnos las telas gratuitamente y también nos ayudan nuestras familias”, explicó Noelia Lugo, de 18 años.
Así como los hermanos Lugo participan del taller de teatro, existen otros jóvenes, de condición muy humilde, que asisten a los de dibujo o de música abonando, a veces, una pequeña suma de dinero. “El taller de teatro es gratuito, el de apoyo escolar cuesta dos pesos las dos horas y media de clase, el de música cinco por mes, y está rebueno porque te prestan la guitarra para tomar las clases”, contó Darío entusiasmado.
La biblioteca, que recibe de vez en cuando donaciones de algunas fundaciones y de particulares, necesita la ayuda y el apoyo de todos para seguir funcionando porque “esto que realizamos es todo comunitario, sin ninguna participación política. La municipalidad de Lanús reconoce al edificio como monumento histórico, pero nunca nos ha dado un presupuesto como para el mantenimiento del edificio”, explicó la psicóloga Sandra Eidazu.
La comisión directiva de la institución está integrada por doce personas. Hay una maestra, una psicóloga, un médico pediatra, un profesor de historia, un estudiante de comunicación social. Y el resto son vecinos del barrio, que “también participan y se involucran al igual que los demás para que haya más libros, más socios y más actividades para la sociedad”, indicó Eidazu.
Cómo comunicarse:
Biblioteca Popular Monte Chingolo
Gral. Pinto 4752.
Teléfono: 4220-4049