Fuentes de la Municipalidad de Cañuelas precisaron a esta agencia que el 9 de noviembre de 2001, la empresa Azyder SA, situada en San Martín al 1000 de Luis Guillón, había sido clausurada por el Ejecutivo de Esteban Echeverría y el gobierno provincial debido a reiteradas denuncias efectuadas por la Comisión de Defensa del Medio Ambiente (Codema), de ese partido.
En 2004, esta industria se instaló en Máximo Paz Oeste, Cañuelas, pero con el nombre de Azyga Chemist SRL. Y, al decir de las denuncias vecinales, comenzó a trabajar con los mismos componentes que utilizada en Guillón. “El resultado de la producción es una nube espesa amarilla que cae en forma de neblina. Sus efectos nocivos se ven a simple vista en casas, rejas y chapas corroídas por las sustancias que se encuentran en la atmósfera”, describió Ramona Goméz.
Para dimensionar aún más esta situación, el médico José Gaspero explicó que “la inhalación del dióxido de azufre produce deficiencias en la salud como rinitis, laringitis, bronquitis, conjuntivitis, bronco constricción y exacerbación de las crisis asmáticas”.
Las denuncias indicaron que en esa localidad, la planta se dedicaba a la producción de derivados de azufre como metabisulfito de sodio, bisulfito de sodio, hiposulfito de sodio, sulfito de sodio, bisulfito de amonio, sulfito de amonio, tiosulfato de amonio, bisulfito de magnesio, sulfito de potasio, fosfonatos y biocidas. Estos productos parten de la quema de azufre para producir dióxido de azufre y luego se combinan con distintas bases para crear sales.
“Las sustancias que utiliza la industria son muy corrosivas. Cuando ingresan al organismo se transforman en ácido sulfúrico, envenenan a las personas y de a poco pueden provocar cáncer, erupciones en la piel y enfermedades respiratorias”, destacó el médico.
AAF-AFD
AUNO-10-08-07
