Varias organizaciones sociales y vecinales de los barrios más pobres del Conurbano sur reclaman a Edesur la creación de una “tarifa social” con el argumento de que los desocupados o quienes cobran salarios inferiores a la canasta básica no pueden hacer frente al gasto que implica el consumo de energía eléctrica. Por su parte, representantes de la empresa recalcaron que el establecimiento de esa tarifa “depende del Poder Ejecutivo”.
La tarifa social que los vecinos de villas de emergencia y asentamientos piden consiste en una rebaja en el precio del kilovatio (KW) de electricidad, que actualmente es de 0.043 pesos para zonas residenciales.
“No depende de nosotros”, expresó a AUNO el vocero de Edesur, Daniel Martini, al tiempo que sostuvo que “hay que tener en cuenta que la tarifa eléctrica se ha mantenido igual desde 2001, en una economía que viene sufriendo desde esa época un proceso inflacionario continuo”.
A fines de 2001, el Gobierno nacional había acordado con las empresas concesionarias del servicio eléctrico, Edenor y Edesur, que los usuarios que consumieran menos de 300 KW bimestrales no iban a percibir aumentos en el pago del servicio. Esa cantidad de kilovatios representaba una factura bimestral de entre 30 y 40 pesos, aproximadamente.
Sin embargo, desde la empresa negaron que existan acuerdos de este tipo: “Hoy, las familias pagan lo mismo que en 2001, consuman la cantidad que consuman; todos los aumentos que se produjeron fueron aplicados al sector comercial e industrial”, aseveró Martín.
Aún así, por más de que los barrios en conflicto pertenezcan a lo que se denomina “zona residencial”, tienen una particularidad: en la gran mayoría, no hay tendido eléctrico ni medidores particulares. De hecho,
Guillermo, un vecino de Almirante Brown declaró a esta agencia que “en algunos lugares hay medidores comunitarios donde, a fin de mes, entre todos los vecinos pagan el consumo de todo el barrio. Pero en otros, como no hay cableado legal, la gente se cuelga”.
El caso de Adriana (que al igual que Guillermo prefirió reservar su apellido) es similar. Ella, una mujer de 30 años que vive con su marido y sus hijos en un asentamiento de Lomas de Zamora, remarcó que esa tarifa, que hoy no existe, “es una oportunidad para que la gente pueda pagar el servicio y no tengan que obtenerlo por la vía ilegal”.
En teoría, es el Estado el que se hace cargo del consumo “clandestino” de la electricidad. “Como en la mayoría de estos predios no es posible tender redes eléctricas ni instalar medidores, hay un acuerdo con el estado nacional y provincial que establece que éstos se hacen cargo de la energía que consumen los vecinos que viven allí”, explicó el vocero de Edesur.
Otro conflicto que llegó con el invierno a esas zonas son los “cortes de luz que duran más de dos horas y se dan casi a diario”, denunciaron los vecinos del barrio Kamar, de Almirante Brown, que a la vez aseguraron que “esos cortes son programados, aunque Edesur no lo reconozca”.
En respuesta a esa denuncia, Martini explicó que los cortes “se deben al alto crecimiento del consumo que se produce en esos barrios en donde la gente, debido a su capacidad económica, no usa garrafas sino artefactos eléctricos para calefaccionarse, lo que genera una recarga de las redes”.
“Si bien en estos días se nos han presentado algunos inconvenientes -continuó el vocero— la empresa ya ha comenzado con las obras de reparación de transformadores y cableados para reestablecer el buen servicio.”
Las cifras de la concesionaria indican que el consumo de electricidad en zonas residenciales del conurbano se ha incrementado en un 30 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado. Es el mayor aumento de los últimos tres años.
AMB-AFD
AUNO-10-08-07
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