Voluntarios extranjeros en un hogar de Longchamps

Voluntarios de Canadà y Estados Unidos colaboran con un hogar de chicos de Longchamps

Voluntarios canadienses e ingleses colaboraron junto a jóvenes de zona sur en un festival del Día del Niño organizado por el hogar El Alba de Longchamps, al que asistieron 1.500 personas.
La jornada recreativa, que duró todo el día y estuvo abierta a la comunidad, incluyó un show de ciencia, teatro, juegos inflables, competencias deportivas, un espectáculo musical, talleres de arte y maquillaje.
En diálogo con AUNO el director general de la institución, Alfredo Cittadino, señaló que el aporte de los extranjeros fue no sólo financiero, sino que también coordinaron algunas de las actividades del festival junto a voluntarios de la zona.
El director opinó que se trató de un “momento muy lindo, muy alegre para los chicos” que les resultará “difícil de olvidar”, y argumentó que habitualmente “no tienen acceso a este tipo de espectáculos”.
“El hogar siempre tuvo colaboración del exterior”, destacó Cittadino, y agregó que gente perteneciente a instituciones canadienses e inglesas arriba a la Argentina para destinar “un año sabático” a brindar “asistencia en construcción, restauración edilicia, y recreación” en el hogar.
Sus tareas contribuyen a “restituir sus derechos a los niños en situación de abrigo” –sostuvo el director-, ya que cada noche se realizan intercambios culturales en la institución con la intención de que los chicos adquieran ciertos hábitos, como la lectura y la expresión cultural.
Otras de las actividades que llevan adelante estos jóvenes, como el show de ciencia, buscan fomentar en los niños “el entusiasmo por aprender cosas nuevas”, según indicó Cittadino.
El director sostuvo que la colaboración de jóvenes de otros países es “excelente” ya que “lo hacen con voluntad y poseen capacidad y recursos para ello”.
El Hogar El Alba fue fundado por el filántropo inglés William Morris en 1925 y alberga a 60 niños de entre 5 y 20 años que viven en cinco unidades convencionales autónomas y con padres sustitutos.
La labor de la institución depende de los aportes del Estado, organizaciones, empresas y particulares que además ofrecen instalaciones para la realización de campamentos, retiros espirituales y otras actividades.
Además, el hogar puso en marcha un tambo, una industria de lácteos y una escuela de panadería que también le proporcionan sostén y que son espacio de capacitación de jóvenes de la zona.
Según Cittadino existe “una Argentina solidaria que generalmente no aparece en los medios”, ya que “son muchos los voluntarios que colaboran” de una forma u otra con la institución.

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