Un lugar para quienes se van de alta

En el centro de día «Libremente, un lugar de encuentro», las pacientes que fueron externadas y conviven el las casas comunitarias reciben tratamiento, capacitación y actividades recreativas.

En el marco del proceso de resocialización de las pacientes que se atienden en el Hospital Estévez, funciona el centro de día “Libremente, un Lugar de Encuentro”, que es “un lugar donde convergen actividades comunitarias con la continuidad del tratamiento, con la posibilidad de interacción comunitaria”, para que las personas que que salen de la internación “realicen actividades formativas o culturales como cualquier vecino”, explicó a AUNO Marisel Hartfield, coordinadora del Centro.

“Por un lado, se hacen reuniones con el equipo terapéutico para evaluar los tratamientos de cada paciente, pero el resto de las actividades son para todas las personas que quieran participar porque lo que queremos es lograr la integración tanto de las internas en tratamiento como de las personas que están en toda la sociedad”, agregó Hartfield.

El Centro funciona en Meeks 1084, en una casona antigua que es alquilada por el hospital a la que pueden concurrir pacientes externadas y gente de la comunidad.

Acerca de cómo funciona la admisión al Programa de Externación y Resocialización, la coordinadora explicó que “el equipo de admisión del programa va viendo, junto con los equipos de la sala, qué pacientes pueden estar en condiciones de ser externadas, como nosotros decimos, el potencial que tiene cada paciente”.

Según explicaron en el Centro, las condiciones para acceder a este programa tienen que ver con las características personales que cada profesional ve en las pacientes internadas, de acuerdo a las cuales los profesionales hacen una evaluación de su potencial para poder vivir en comunidad.

Hartfield sostuvo que “después se hace un trabajo con la familia, se les informa que pueden ser incluidas en el programa porque a veces, nos dicen que “si está para ingresar en el Programa puede venir a vivir conmigo” o también puede pasar que la paciente, “por miedo, no se quiera externar”.

“Luego de eso pasan a los talleres para la externación y por ejemplo, hay talleres de hacer compras, salidas, recuperar lazos o vínculos, incluso trabajan mucho los vínculos entre ellas, también leen noticias, reaprenden a manejar dinero o tomar el colectivo y van viendo cómo sería su vida afuera, incluso desde sus experiencias”, explicó la profesional

Otra de las actividades para preparar su futuro fuera del Hospital que tienen las pacientes—continuó Hartfield— es la de realizar “cursos con títulos oficiales de modista, peluquería o de organización de microemprendimientos”.

Acerca de la situación concreta del programa en este momento, la coordinadora señaló que “en este momento tenemos un problema con eso porque nos haría falta otra más, porque hay 25 mujeres que están esperando esta oportunidad”.

“Cuando conseguimos que el Ministerio nos alquile un lugar, las pacientes salen a vivir en las casas de convivencia en las que hay entre cuatro y cinco mujeres que reciben una asistencia para lo que firmaron un contrato con el Hospital después de que tienen el alta”, precisó Hartfield.

“Dependiendo de los diferentes problemas que se puedan presentar, como puede ser desde cambiar una lamparita hasta hacer un trámite, hay equipos de voluntarios que hacen visitas periódicas a las casas para tratar de ayudar a resolverlos, porque antes el Hospital les proveía todo”.

En esta etapa, el centro de referencia de las pacientes ya no es el Hospital, sino este lugar en el que realizan sus tratamientos psicológicos o psiquiátricos y se hace la asamblea anual de paciente.

La otra veta que tiene este centro es la comunitaria, con actividades para todas las personas que quieran participar en talleres de plástica, narrativa, folcklore, fotografía, teatro, guitarra, historia del arte. Además, una por mes hay una función de cine con debate posterior. También hay actividades recreativas como pilates, bingo o peñas.

El 18 de Octubre hay un bingo y después una peña con entrada gratuita y los domingos a las 18 se lleva a cabo el “Café Poético Musical”, donde la gente puede venir a tomar un café o traer su equipo de mate y leer lo que escribió, o cantar. “Otra actividad que hacemos una vez por mes son las salidas, también hay una biblioteca que es abierta a todo el público y una juegoteca”, precisó Hartfield

Sobre la finalidad del Centro, la coordinadora explicó que “nuestros dos objetivos son la promoción de la salud, porque creemos que estas actividades la promueven y también lo que es muy saludable es el encuentro con el otro y por eso tratamos de generar un espacio para el encuentro con el otro para lograr nuestro segundo objetivo que es la integración social”.

16-10-08 MS/EV

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