Un libro para recuperar tradiciones

Lomas de Zamora, septiembre 24 (AUNO).- Mate, música y un viaje a través de los recuerdos fueron los detalles que adornaron la presentación del libro “Del mate a la mateada”, una propuesta, que a través de cuentos y relatos, intenta recuperar el encuentro y la reflexión en ese ritual que, según sus autores, “cura el alma”.

La Casa de la Cultura de Almirante Brown fue el escenario, que el escritor local Carlos Giménez y el psicólogo Diego Benevento utilizaron para “rescatar la tradición de la mateada” afectada por “la falta de tiempo y la locura de la rutina”.

“Con lo laboral, uno pierde tiempo para lo importante, que son los afectos”, señaló Giménez, y en este contexto Benevento afirmó que el mate es considerado un objeto más de consumo “ligado a un acto compulsivo, casi mecánico”.

“Lo que nos hace criollos es justamente que el mate no es para consumir, sino para entregarse”, insistió.

Según los autores, la idea de escribir un libro que tuviera a esta tradición como objeto central surgió “con la excusa de reencontrarse y recuperar una amistad de años, que con la falta de tiempo habían perdido”.

Así, explicaron que a partir de experiencias reales y bosquejos ficcionales se gestó la propuesta de pensar el papel del mate como vínculo social “que permite manejar un poco los tiempos”.

“El mate en la cotidianeidad se va perdiendo”, aseveró Benevento y destacó que el encuentro con uno mismo y con el otro que se genera en ese ritual, se diluye “en el ir y venir de la vida”.

De esta manera, los autores definieron a la mateada como una tradición que sigue un orden temporal, marcado por distintitos momentos en los que “el encuentro con uno mismo y el diálogo con el otro” aparecen “al hacerse parte del mate”.

Por otra parte, destacaron la importancia del ritual como transmisor de tradiciones y como forma de unión de distintas generaciones, y recordaron la pérdida de la mateada en diferentes etapas de la vida, como la infancia.

En defensa de la costumbre olvidada del mate de leche, los escritores puntualizaron en la falta de adaptación de la mateada a los gustos de los más chicos.

“Lo fundamental del mate en la infancia debe ser que el adulto baje su estructura al mundo del chico y éste entre en el mundo del adulto”, indicó Benevento y aseveró que en esa instancia se genera una suerte de trueque.

En la misma línea, los autores criticaron el poco tiempo que los padres dedican “a jugar con el ritual” y señalaron que algunas de las causas de esa carencia son las obligaciones cotidianas.

“¿Por qué si nos dieron mate de leche a nosotros no lo estamos haciendo con nuestros hijos?, ¿por qué está siempre la televisión prendida o el celular sonando?, ¿Porque no podemos parar?”, cuestionaron.