(AUNO).- El Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), a través de su planta procesadora de tejido humano, comenzó este mes su producción de hueso humano molido, destinado a la confección de prótesis para traumatología y odontología, que estará en el mercado a mediados de enero. De esta manera, el laboratorio se convierte en la primera entidad del país en elaborar estos elementos, considerado más económico para los implantes que los materiales utilizados hasta el momento, como el titanio, y más seguro que el hueso de origen bovino.
El laboratorio producirá en esta primera etapa mil centímetros cúbicos de hueso humano molido, que será utilizado por médicos particulares y por hospitales públicos provinciales. “La primera partida está siendo sometida a una aplicación de rayos gamma, en la Comisión Nacional de Energía Atómica, para garantizar la máxima seguridad del producto”, explicó el director técnico de la planta, Domingo Murature.
El proyecto se lleva a cabo gracias a un convenio firmado por la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Salud de la provincia. Según el acuerdo, el banco de tejidos del hospital Córdoba proveerá al Laboratorio de Hemoderivados 50 cabezas de fémur mensuales con los que el laboratorio producirá mil centímetros cúbicos de hueso humano molido.
El 40 por ciento de la producción será para el banco de tejidos del Hospital Córdoba, y el restante 60 para el laboratorio universitario, que lo comercializará para financiar su propia actividad.
Los productos serán entregados en envases de 0.5 y un centímetro cúbico, para uso odontológico y 25 centímetros cúbicos, para la utilización traumatológica.
Odontólogos y traumatólogos utilizan los tejidos óseos para cirugía maxilofacial, relleno de cavidades, reemplazo de maxilares, reconstituciones faciales y reemplazos de cadera y de cabeza de fémur. “La ventaja del hueso humano es que es mejor aceptado por el organismo, que lo toma como propio y no genera rechazos”, dijo a AUNO Alberto Cordero, director de Relaciones Profesionales del laboratorio.
Con el abastecimiento de los bancos de tejidos provinciales, la planta actuará en todas las tareas de procesamiento, controles de proceso, calidad, almacenamiento y distribución. Los tejidos óseos pueden provenir tanto de donantes que han fallecido como de donantes vivos (cuando en una cirugía se retira alguna pieza ósea). La selección de estos donantes se realiza de bancos de tejidos que respondan a la normativa vigente del Instituto Nacional Central æ#353;nico de Ablación e Implante (INCUCAI) y a otras normas de autoridades sanitarias jurisdiccionales.
También, se efectúa una certificación de la materia prima, en su origen y calidad, por el director médico de cada banco de tejidos, para evitar la transmisión de enfermedades, y todos los tejidos a procesar se transportan en envases asépticos y en cadena de frío, garantizando su estabilidad. Así, la planta del Laboratorio de Hemoderivados asegura los controles de calidad a través de procedimientos estándar, que armonizan con niveles de calidad semejantes a la serie ISO.
Hasta la creación de esta planta procesadora, estos productos eran en su totalidad importados. En la actualidad, al ser elaborados por la UNC, se podrán adquirir a un precio tres veces menor.
A su vez, su fabricación en el país facilita la inscripción de los profesionales de la salud en el ente sanitario que les corresponda ya que que el hueso molido importado, en la gran mayoría de los casos, ingresa al país con autorizaciones puntuales y son los propios profesionales quienes se encargan de traerlo.
Antes de la utilización del hueso humano molido, para estas prácticas médicas se utilizaban productos sintéticos derivados del vidrio o hueso heterólogo como el de la vaca.
La Planta Procesadora de Tejidos Humanos fue inaugurada en agosto y demanddó una inversión de 400 mil pesos. Prevé, además, procesar tejidos tales como córneas, piel, membrana amniótica, válvulas cardíacas y otros, según requerimientos específicos.
En el caso de los bancos oculares, la planta elaborará los líquidos conservadores para córneas que están por ser transplantadas y el control de calidad de esas córneas a través de la utilización del primer microscopio especial que determina si este órgano esta en condiciones o no de ser transplantado.
En el caso de los bancos de piel, el servicio ofrecido consiste en esterilizar la piel que va a inyectarse.
En todos los casos, tal como ocurrió con el Hospital de Córdoba, el Laboratorio de Hemoderivados a través de su planta procesadora, utiliza para su abastecimiento, una red de provisión mediante la firma de convenios de intercambio con diferentes bancos de tejidos.