Un femicidio cada 32 horas

Casa del Encuentro dio a conocer las estadísticas de crímenes por cuestiones de género del año pasado y presentó un anteproyecto de ley de privación de la patria potestad para los femicidas.

Marina Pandolfi

Lomas de Zamora, marzo 9 (AUNO).- El año pasado, 277 mujeres fueron asesinadas a causa de la violencia sexista, con lo cual 330 niños y niñas quedaron sin madres por esa problemática, según reveló el Observatorio de Femicidios coordinado por la ONG Casa del Encuentro.

“El lugar más inseguro es la propia casa”, reveló Fabiana Túñez, coordinadora ejecutiva de esa organización, quien precisó que 74 de los 277 femicidios registrados en 2014 fueron cometidos en la vivienda de la víctima y 69 en casas compartidas con una pareja. Le siguieron 21 casos en descampados, 11 en rutas y 10 en diques, arroyos y canales.

Respecto de quienes cometieron los crímenes, la lista de estadísticas está encabezada por esposos, parejas y novios de las víctimas en 95 casos. Le siguen, con 64 casos, ex esposos, ex parejas y ex novios.

El rango de edad donde se detectaron más femicidios es de 31 a 50 años (92 por ciento), seguido por 19 a 30 años. La modalidad con la que se concretaron los asesinatos indica que 73 mujeres murieron baleadas, 68 apuñaladas, 54 golpeadas y 14 estranguladas. En 39 casos, el femicida ya tenía denuncias previas, cuatro presentaban exclusiones de hogar y 18 pertenecían o eran agentes de fuerzas de seguridad.

A su vez, el informe indica que por estos hechos 330 niños perdieron a su madre en el 2014, con lo cual Casa del Encuentro volverá a presentar su anteproyecto de ley para la privación de la patria potestad para los femicidas. Alejandra Lauría, abogada y quien coordinó la iniciativa, sostuvo que, “en la mayoría de los casos, los hijos que la pareja tenía en común terminan en custodia con la familia del padre, lo que hace que los niños pierdan el contacto con la familia de su madre”. Desde La Casa del Encuentro plantean que el femicidio sea “la prueba necesaria” para suspenderle la patria potestad al femicida.

Si se lo compara con el año anterior, la cifra de femicidios de 2014 presenta una disminución del 6 por ciento. Sin embargo, para la directora de La Casa del Encuentro, Ada Beatriz Rico, en cada informe anual, el mes de julio es el que presenta las cifras más altas con un promedio de 20 a 25 casos (casi uno por día). La diferencia es que el año pasado, en pleno Mundial de fútbol, los medios de comunicación dieron cuenta de 12 casos.

Entonces, se plantea el interrogante de si realmente hubo una disminución o si en verdad no se publicó nada al respecto porque el tema fue “tapado” por la euforia mundialista. Es que el informe se lleva a cabo a partir de la recopilación de datos por medio de agencias de noticias como Télam y DyN y 120 diarios de distribución nacional y provincial, además del seguimiento de cada caso en los medios.

El relevamiento tiene distintos rangos de análisis. Las variables que lo conforman van desde el vínculo que la víctima tenía con el femicida a la modalidad del crimen. Las cifras permiten entrever cómo se repiten algunos escenarios y modos de violencia machista.

JUSTICIA PARA POCAS

A la hora de aplicar una ley, suelen aparecer múltiples interpretaciones. Hace dos años hubo una reforma en el Código Penal en la que se incorporó un inciso al artículo 80 para que se condene con prisión perpetua a quien mate a sus progenitores, hijos, parejas o ex parejas, convivan o no con ella. A la hora de condenar al imputado, este inciso permite tomar como uno de los agravantes a la violencia de género y prevé una pena de reclusión o prisión perpetua para el hombre que mate a una mujer.

“Lo que pasa es que a veces los jueces ‘se olvidan’ de incluir este inciso a la hora de fijar una condena. Son muy pocos los que tienen perspectiva de género”, explicó Túñez a AUNO. Por su parte, Lauría sostuvo que la figura de “homicidio” siempre estará presente en vez de la de “femicidio” hasta que los jueces decidan incluir en sus fallos ese agravante.

Si bien hubo avances y una mayor conciencia, la violencia sexista se mantiene. El control, los celos, la destrucción del autoestima, el alejamiento de la familia, los golpes y el “perdoname, nunca más lo voy a hacer”, pero que siempre se repite, conforman un patrón característico. También los escenarios del crimen guardan similitudes: descampados, alcantarillas, basurales o la propia casa. Y de fondo siempre el mito del “algo habrá hecho” que resuena como eco en los medios de comunicación, cuando, en realidad, no hay nada que pueda justificar que un hombre disponga de la vida de una mujer.

MP-AFD
AUNO-09-03-15

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