Recomiendan a las personas con asma vacunarse contra la gripe A

En el país, se estima, hay 3 millones de personas que padecen asma, pero a muchos de ellos aún no se les ha diagnosticado. La enfermedad es uno de los factores de riesgo para complicaciones de la gripe A, por lo que los afectados deben consultar a su médico para que les indique la vacunación, recomiendan los especialistas.

Martín Silles

Cerca de 3 millones de argentinos padecen de asma pero “un número considerable de ellos no saben que padecen la enfermedad o tienen informaciones vaga o errónea, lo que constituye problema muy grave ya que debido a ese mal diagnóstico, tienen un tratamiento inadecuado”, advirtió Alberto López Aráoz, jefe de Endoscopia Respiratoria del Hospital del Tórax Dr. A. Cetrángolo, de Vicente López, y presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

En diálogo con AUNO, López Aráoz señaló que “por lo aprendido de la pandemia de del 2009, se desprende que el asma es un factor de riesgo para las complicaciones de la gripe A, por lo que “los pacientes asmáticos o aquellos que tengan síntomas compatibles como falta de aire, silbidos en el pecho o tos especialmente por la noche, deberían consultar a su médico para que les indiquen la vacuna”.

Médicos de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) señalaron que, según un estudio realizado este año entre 359 profesionales de 20 provincias, la mitad de sus pacientes no cumple con el tratamiento médico porque no sienten síntomas.

Según explicó Ledit Ardusso, profesor adjunto de Alergia e Inmunología de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, “el paciente asmático debe entender que su enfermedad crónica requiere un tratamiento prolongado, cuyo control es para toda la vida, aunque pueda haber períodos largos libres de síntomas”.

“Aunque es una enfermedad crónica con eventos de crisis y que necesita un control efectivo, la estrategia terapéutica debe estar dirigida a obtener el máximo resultado en la calidad de vida del paciente para que quien sufre de asma sea capaz de llevar adelante una vida plena y sin limitaciones”, destacó Martín Bózzola, médico de la sección Alergia Pediátrica del Hospital Británico de Buenos Aires.

“Hoy se reconoce al asma como una enfermedad inflamatoria por lo cual la base del tratamiento lo constituyen los corticoides inhalados asociados a broncodilatadores de acción prolongada” explicó López Aráoz.

Sobre como viene creciendo el número de personas con asma en los últimos años, Hugo Ghiani, referente del Programa de Asma en Pediatría del Ministerio de Salud bonaerense, señaló que “la prevalencia se ha incrementado en los últimos años en el país y en el mundo, ha crecido en la infancia y adolescencia y, aunque no se conocen las causas precisas, el sedentarismo y la obesidad, los cambios climáticos y el incremento de la población en las ciudades podrían ser algunos de los factores que contribuirían a este aumento”.

“La detección temprana y la implementación de tratamientos adecuados podrían contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y a la disminución en los gastos en salud pública relacionados con el asma”, agregó Ghiani.

Según Ricardo del Olmo, jefe del Laboratorio Pulmonar del Hospital de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer y miembro de la AAMR, “uno de los inconvenientes que tiene esta enfermedad es que “todavía no contamos con un programa nacional, como sí lo hay para otras enfermedades”.

“Esto sería especialmente relevante si pensamos en que un 5 por ciento de los pacientes presentan una variedad más severa —el llamado Asma Difícil de Controlar (ADC)—de controlar y que afecta de mayor medida la calidad de vida”, continuó Olmo.

“Aunque se puede diagnosticar desde la infancia, en líneas generales es poco frecuente que se tenga directamente ADC. Lo más habitual es que la enfermedad evolucione de un asma habitual a un ADC debido al transcurso de los años y a factores que todavía no están completamente claros pero que tienen que ver con las características puntuales del paciente y sus interacciones”, señaló Daniel Colodenco, jefe del servicio de Alergia e Inmunología del María Ferrer y director asociado de la Carrera de Neumonología de la UBA.

AUNO 05-05-10 MS EV

Dejar una respuesta