(AUNO).- La iniciativa promueve un cronograma de abandono progresivo de la utilización de los rellenos sanitarios, el método al que recurre la Coordinación Ecológica del Area Metropolitana (CEAMSE) para la disposición final de los residuos generados en Capital y el Gran Buenos Aires.
En ese sentido, el proyecto sostiene que la reducción sea de un 50 por ciento para el 2010, de un 75 por ciento para el 2015 y del 100 por ciento para el 2020, tomando como base los niveles enviados a la CEAMSE durante 2003. También se prohibiría la disposición final de materiales reciclables y orgánicos, y la incineración dentro del ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de residuos urbanos con o sin recuperación de energía.
Actualmente, la ciudad genera 1,5 millones de toneladas de residuos por año, de los cuales algo más del 50 por ciento son orgánicos y casi en un 20 por ciento está constituido por envases de plástico. El resto está compuesto por papel, desechos inorgánicos, vidrio, pañales, metales y residuos especiales. El destino de estos residuos son los rellenos sanitarios del Gran Buenos Aires, o su incineración, lo que “acarrea un alto nivel de perjuicio ambiental y sanitario para la población”, según explicó una de las autoras del proyecto, la diputada Beatriz Baltroc, (bloque Autonomía Popular) a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO).
La iniciativa es apoyada por el presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente de la Legislatura, Juan Manuel Velasco (Bloque Plural), y el titular de la Comisión de Obras Públicas del cuerpo , Fernando Cantero (ARI), la organización ambientalista Greenpeace y la cooperativa de recuperadores urbanos (cartoneros) El Ceibo.
El proyecto de ley promueve la reducción de generación de basura y la utilización de productos más duraderos o reutilizables, la separación y el reciclaje de productos reciclables, especialmente papel, cartón y vidrio, y la separación y el compostaje y biodigestión de residuos orgánicos.
Otro aspecto importante del proyecto involucra la responsabilidad de los fabricantes sobre todos los productos que contengan sustancias tóxicas o resulten de difícil o imposible reciclaje, para que se hagan cargo de ellos o de su disposición final.
Un programa de estas características implica la participación activa de la comunidad, de los recuperadores, comerciantes, fabricantes, organizaciones sociales y del gobierno, lo que significaría un cambio sustancial en las políticas públicas.
Si bien, el proyecto prevé que su constitución de haga efectiva en los 30 días siguientes a la sanción de la ley, la diputada Baltroc aclaró que “se trata de un proyecto gradual orientado a la eliminación progresiva de los rellenos sanitarios y la incineración en el plazo de 15 años”, por lo cual “los contratos con las empresas que se dedican a estas tareas, en la medida que nunca superan los cuatro años, se irían cumpliendo sin necesidad de ser revocados”, agregó la legisladora porteña.
El modelo de Basura Cero que se utiliza con éxito en países como Australia y Nueva Zelanda, entre otros, en la Argentina se encuentra enmarcado por una importante movilización vecinal que este año determinó el cierre del relleno sanitario de Villa Dominico y que tuvo su correlato en la sanción de ordenanzas opuestas a la instalación de rellenos en localidades como Olavarría, 25 de Mayo, Coronel Brandsen, Lobos, Punta Indio, Tapalqué. Las Flores y Chascomús, entre otras.
Frente a estas muestras de rechazo, la CEAMSE llamó a licitación para la construcción de un “megarrepositorio” de 300 hectáreas en San Antonio de Areco, que recibiría 60 mil toneladas de basura domiciliaria generada por los habitantes de la Capital Federal.
“Los rellenos sanitarios, tanto como los incineradores de basura son contaminantes del aire, el suelo y el agua”, enfatizó Baltroc. La diputada argumento que si se aprueba su proyecto “el gobierno de la ciudad deberá promover campañas de difusión y educación, de incentivos económicos y de cualquier otra medida que considere necesaria para dar cumplimiento a sus objetivos”.
27-09-04 AUNO
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