Programa de alfabetización

Una experiencia cubana de educación se aplica en Argentina con el objetivo de poner fin al analfabetismo.

Por Luciano Zampa

(AUNO-Educación*).- Unos 1500 jóvenes y adultos en doce provincias argentinas están aprendiendo a leer y escribir mediante el proyecto cubano de alfabetización “Yo sí Puedo”, destinado a eliminar en analfabetismo en América Latina.
El método del programa, creado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC), consiste en un método de alfabetización audiovisual, mediante la utilización de televisión y videocasetes. Su objetivo es incidir en la reducción de los índices de analfabetismo en jóvenes y adultos, para lo cual se plantea usar como instrumento la comunicación a través de estos medios.
“Yo sí puedo” se completa con 65 clases de 30 minutos cada una, durante cinco días a la semana; y en tres meses y medio se termina la primera etapa. Los participantes trabajan con un apunte que combina números y letras, y con el seguimiento de un “facilitador”, un docente voluntario o una persona con la escuela primaria completa, como mínimo requisito.
El proyecto educativo “Un Mundo Mejor es Posible” (Ummep), que lleva adelante el programa de educación no formal “Yo, sí Puedo” a nivel nacional, está desarrollando el plan de alfabetización en 12 provincias argentinas y cuenta con 800 facilitadores en todo el país; su tarea es voluntaria y logró formar una red con más de 60 organizaciones sociales, a disposición de cualquier grupo o movimiento que pretenda desarrollarlo.
En la Argentina, la idea fue tomada después de conocer los resultados positivos del método creado en Cuba y luego de ver su aplicación en Venezuela, uno de los casos más importantes, ya que durante el último año un millón y medio de analfabetos aprendieron a leer y escribir.
Diego Gandini, uno de los coordinadores nacionales del programa “Yo, sí Puedo”, relató, en una entrevista radial, que el objetivo es “alfabetizar sin exclusiones; unirse y generar el contexto propicio para eso. No queremos suplantar a la enseñanza formal, sino lograr que el analfabeto se anime a acercarse a la escuela”.
“Al estar en contacto con distintas comunidades del país, detectamos el problema del analfabetismo, y al conocer la experiencia del Iplac y la de Venezuela, es que decidimos pedir ayuda”, explicó Gandini, quien agregó que “en un principio se hizo una experimentación que comenzó en El Bolsón, algunos lugares de Buenos Aires y Jujuy, con resultados óptimos”.
En esta última provincia “#8220;donde el método se desarrolla con mejores resultados- funcionan centros de alfabetización en todos los municipios y “el 90 por ciento de los egresados quiere seguir estudiando”, según datos de Ummep.
La coordinadora nacional del programa, Lía Salas, afirmó que en Jujuy “se está pidiendo la generalización del método, ya que hay condiciones para garantizar que se elimine el analfabetismo en un año”.
En la actualidad hay 240 centros de alfabetización con más de 1500 participantes en el país: Buenos Aires, Jujuy, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Río Negro, Neuquén, Córdoba y Mendoza. Las provincias más recientes en sumarse al programa son: Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Misiones.
La creadora del método cubano de lecto-escritura, Leonela Relys Díaz, promovió en la Municipalidad de Córdoba centros de alfabetización de adultos en esa capital. “Con el vocabulario que manejan los argentinos, es difícil que no aprendan a leer y escribir”, sentenció.
“El método de enseñanza es semipresencial. Lo que se entiende como educación a distancia demanda mucha autodisciplina. En el caso de la alfabetización de adultos, se trabaja con clases grabadas pero impartidas por un “#732;facilitador”#8482;, que no necesariamente debe ser un docente. Desde luego, se trata de educación no formal”, explicó Díaz.
La docente comentó que las clases se pueden dar “en cualquier parte: en una casa, en el club, en la parroquia, donde haya poder previo de convocatoria”, al tiempo que destacó que
“todo sistema debe trabajar sobre la realidad del educando; si la televisión es su medio de relación con el mundo, hay que aprovecharla”.
El proyecto comenzó cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) proclamó el decenio para la alfabetización al período entre los años 2003 y 2012. En medio de ese lapso propuesto por la Unesco, Cuba lanzó en 2003 el programa “Yo sí puedo” y se lo ofreció a la organización para que lo tomara como eje del decenio, propiciando y promoviendo los fondos necesarios para subsidiar la alfabetización en los países que lo requieran.
Además de Cuba, Venezuela y Argentina, el programa educativo se lleva a cabo en Ecuador, México, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Honduras, Perú, Nueva Zelanda, Mozambique, Brasil, República Dominicana y El Salvador.

* Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.

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