(AUNO*).- El diagnóstico tardío de enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial puede llevar a la insuficiencia renal, una tendencia que se va incrementando año a año a nivel mundial. Sólo en la Argentina, según datos del INCUCAI, existe una prevalencia de enfermedad renal terminal de 460 pacientes por millón de habitantes, en tanto que unas 17 mil personas se encuentran en diálisis.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el mundo existen alrededor de 150 millones de pacientes diabéticos, número que según las proyecciones llegará a 300 millones en el 2020, de los cuales el 75 por ciento estará en países en desarrollo.
“El número de pacientes con patologías renales se incrementa año a año en razón de que hay enfermedades que no se diagnostican oportunamente y siguen creciendo.Como consecuencia la afección renal sigue su curso terminando con la función de los riñones”, sostuvo el jefe de la División Nefrología del Hospital de Clínicas, Miguel Angel Nadal.
Según indicó el especialista, los tres grupos de enfermedades a nivel mundial que llevan a la insuficiencia renal son la diabetes, la hipertensión arterial y las glomerulopatías que es un grupo de enfermedades de un sector del riñón.
“La diabetes es una enfermedad cuya incidencia está llegando al 7 por ciento de la población adulta. Pero no todos los diabéticos llegan a perder la función renal. El problema está en que muchos de los diabéticos de la población adulta desconoce que lo son y en muchas de esas situaciones la enfermedad renal se desarrolla y prácticamente aparecen los síntomas en un estadio avanzado y sólo queda el tratamiento sustitutivo. Se ha perdido el diagnóstico precoz, con el cual muchos de los pacientes no habrían llegado a la insuficiencia renal”, manifestó Nadal. Del 7 por ciento de las personas que padecen diabetes el 40 por ciento desarrollará una enfermedad renal, y por eso son importantes los controles tempranos.
La otra patología prevalente que puede llevar a la insuficiencia renal es la hipertensión arterial primaria. Se estima que el 20 por ciento de la población general la padece, aunque no todos los pacientes van a perder la función renal, sino sólo los mal medicados, y los no diagnosticados oportunamente o con incumplimiento de las recomendaciones.
“Una subestimación de los valores de presión, el exceso de peso, el tabaquismo, y llevar una vida sedentaria, pueden desencadenar la pérdida de la función renal”, sentenció el especialista.
“Un aspecto médico que habría que divulgar es la importancia de la prevención de estas enfermedades. Tal vez la diabetes no se pueda prevenir pero un diagnóstico precoz pueda evitar la progresión. Habría que tener programas de detección precoz, hacer catastros de medicina preventiva. En algunas provincias durante este año se hicieron exámenes a chicos y se diagnosticó que existían algunos con evidencia de enfermedad renal. Esta iniciativa tendría que extenderse a todo el país y tendría que hacerse también en las universidades”, subrayó Nadal.
“Es importante la educación poblacional, enseñar a las personas a realizarse estudios y análisis tempranos. Para poder revertir la tendencia hay que hacer más prevención, disponer de hospitales suficientes y bien distribuidos y sobre todo facilitar el acceso a los servicios de salud”, concluyó el especialista.
AUNO 17-6-03 mcs mar