El mayor índice de mortalidad por VIH/sida, en la actualidad, no está dado por enfermedades oportunistas, como ocurría hasta hace poco, sino por cardiopatías, enfermedades hepáticas y tumores, explicaron las médicas Isabel Casetti y Gabriela Bugarín, quienes participaron en la Conferencia Internacional sobre Sida que se realizó en Viena en julio último.
“Hay una mayor comprensión de los procesos del virus y además tenemos nuevas drogas que funcionan en nuevos sitios de acción y para blancos ya conocidos” explica Cassetti, de la Fundación Helios Salud. La búsqueda de nuevas apunta a reducir las complicaciones que generan las que se utilizan hasta hoy.
“Antes, el mayor índice de mortalidad era producido por enfermedades oportunistas, como consecuencia del deterioro del sistema inmunológico, pero en el presente existen más casos de cardiopatías, enfermedades hepáticas, e incluso tumores y los casos de enfermedades oportunistas por inmunodepresión se redujeron a cerca del 30 por ciento”, señaló Cassetti.
Otro tema importante que se trató en Viena fue un cambio de paradigma en lo relacionado con el comienzo del tratamiento ya que “antes se iniciaba cuando el sistema inmunológico del paciente bajaba a un índice de 350 CD4/mm3, mientras que ahora existe consenso a nivel internacional de comenzar a tratar a los pacientes cuando el índice es de 500 CD4/mm3”.
“Esto tiene que ver con la lógica que se impuso en los últimos años porque está comprobado que las personas bajo tratamiento tienen un bajo índice de transmisión del virus”, afirmó Cassetti.
La especialista explicó que “una vez que el virus ingresa al organismo, se dirige a reservorios, de manera principal a los ganglios, el intestino y el cerebro, por eso ahora se trabaja para evitar la diseminación y atacar al virus en estos reservorios”.
También se esta trabajando en la aplicación de micobiocidas para evitar el contagio. “Se han hecho pruebas con un gel que contiene Tenofovir, que ha reducido la incidencia de contagio en un 39 por ciento en mujeres de alto riesgo” señaló Bugarin.
Evitar el contagio de las mujeres sería un paso muy importante en el combate de esta enfermedad ya que, según las estadísticas, del total de 33,4 millones de personas que viven con VIH en el mundo, 15,7 millones son mujeres y el 48 por ciento de los nuevos infectados por año corresponde al sexo femenino. Con ese objetivo, según Bugarín, “se busca un método de prevención seguro y efectivo, pero a la vez de bajo costo y que sea aceptado por las personas”.
Con respecto a la aplicación de las nuevas drogas en nuestro país, Cassetti, en diálogo con AUNO, afirmó que “se utilizan 3 o 4 meses después de su aprobación en Estado Unidos”.
Las nuevas drogas, explicó, se pueden agrupar en dos grupos: las que pertenecen a grupos conocidos como el darunavir y etravirina o las que pertenecen a nuevos grupos o clases como Maraviroc y Raltegravir. . El Maraviroc es un antagonista del receptor CCR5 y Raltegravir es un inhibidor de la integrasa.
Acerca del estado de la investigación sobre VIH en nuestro país, Cassetti explicó que “la investigación que se realiza desde hace varios años a través de ensayos clínicos, con drogas antirretrovirales genera muy buena calidad de datos y los centros en los que se realiza son la Fundación Huésped, Funcei, el Hospital Muniz, y Helios Salud”. “También el Hospital Alvarez, el Garraham y el Hospital Interregional de Neuquén, el Hospital Zonal Rawson de Córdoba y el Regional de Mar del Plata”, agregó.
“En cuento al tratamiento no hay diferencia con otros países, pero sí en materia de prevención ya que el nuestro esta rezagado en este tema –precisó—. Si recordamos lo hecho por Brasil, las campañas fueron mas contundentes y sostenidas en el tiempo, además de estar dirigidas a distintos sectores de la población y han sido muy exitosas.”
“En cuanto al diagnóstico, los test de laboratorio que se utilizan tanto para la detección del VIH, como para la de sus complicaciones, son del mismo nivel que en el resto del mundo” concluyó Cassetti.
AUNO 12-08-10