Foto: Télam
Con la llegada del verano, la Municipalidad de Lomas de Zamora puso en marcha una fuerte campaña de concientización y descacharreo, en tanto que en Acumar remarcaron la importancia de “educar” a la población en relación al ciclo de vida del mosquito vector del dengue.
El cierre de fronteras para vuelos comerciales durante los meses de otoño e invierno en la Argentina -con la excepción de vuelos de repatriación- generó una reducción de casos de dengue, los cuales en su enorme mayoría son importados de países donde la presencia de esta enfermedad se mantiene latente todo el año, como es el caso de Paraguay. La reapertura de la actividad aeronáutica supone abrir la puerta a un posible repunte de casos, motivo que obliga a tomar mayores recaudos.
En esa línea, el municipio impulsa una campaña destinada a concientizar a los vecinos sobre la importancia eliminar, dar vuelta, limpiar y cepillar o colocar bajo techo cualquier cosa que pueda servir como criadero del mosquito Aedes Aegypti, vector del dengue, lo que representa una de las claves para evitar la propagación del virus.
La directora de Salud y Educación Ambiental de Acumar, María Andrea Dakessian, confirmó a AUNO que el cierre de fronteras y el menor flujo de viajes al exterior generó una reducción de contagios. Por otra parte, el informe emitido por el Ministerio de Salud bonaerense a principios de agosto reveló que Lomas de Zamora contaba con 220 casos de dengue, colocándose solo por detrás de los municipios de Quilmes, Avellaneda, Berazategui y Lanús en el marco de la región sanitaria VI a la que pertenece.
A raíz de ello, y pese a que el foco principal a lo largo de 2020 ha sido la pandemia desatada por la irrupción de la Covid-19, las autoridades del municipio tomaron la decisión de abordar en forma temprana la problemática relacionada con el dengue antes del inicio de la “temporada pico”, entre noviembre y abril, a raíz del incremento de las temperaturas.
“Uno de los principales ejes es el de la concientización. El municipio de Lomas de Zamora recorrió los barrios para explicarles a los vecinos la importancia del descacharreo, una acción fundamental para la lucha contra el dengue”, sostuvo el secretario de Medio Ambiente distrital, Emiliano Baloira.
En ese sentido, a través de una articulación con la Dirección de Control de Vectores del Ministerio de Salud de la Nación, la Municipalidad incorporó material de difusión para acercar a vecinos y vecinas, en tanto que se avanzó con las fumigaciones domiciliarias y peridomiciliarias (es decir, en los alrededores de la vivienda) de personas que padecieron la enfermedad en la temporada anterior.
Convencido de que al mosquito se lo combate a través de un trabajo conjunto, Baloira agregó: «El municipio pone toda su logística a través de la fumigación, el corte de pasto y el trabajo articulado con los vecinos, pero todos en sus casas tienen que eliminar, limpiar y cepillar o colocar bajo techo los recipientes que pueden acumular agua y generar las condiciones para la reproducción del Aedes aegypti”.
Según lo informado por la Secretaría de Medio Ambiente de Lomas de Zamora, el foco más grande de casos de dengue en el distrito se da en el sector de Cuartel IX, donde se está atendiendo la situación con un especial hincapié.
“Sin mosquito no hay dengue”
A lo largo de todo 2020, promotores de la Dirección de Salud y Educación Ambiental (DSyEA) pertenecientes a la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), junto a promotores de salud de la comuna, llevaron a cabo un intenso trabajo de campo por distintos barrios que implica la visita puerta a puerta de los vecinos para concientizar a la población sobre cómo detectar al Aedes Aegypti, qué hacer en caso de observar su presencia y cómo evitar que se reproduzca con facilidad.
En ese orden, la directora de Salud y Educación Ambiental de Acumar afirmó: “Apuntamos a que el encuentro con el vecino no esté centrado en el dengue o sus síntomas, sino en compartir conocimientos sobre la vida y el ciclo del mosquito. Se conoce menos de las características de los huevos del Aedes y de su vida cotidiana, por lo que ahí explicamos sobre cómo a partir de ciertas conductas se suele alentar a que el mosquito se quede en los hogares y se reproduzca”.
Por otra parte, destacó que si bien la apertura de fronteras puede traer aparejado un aumento de casos, la clave está en evitar la multiplicación del Aedes Aegypti: “El dengue se contrae por la picadura de un mosquito portador de la enfermedad, no de una persona a otra. Por lo tanto sin mosquito no hay dengue, de manera que el foco debe estar puesto en explicarle a la población la importancia de erradicar objetos inservibles que acumulan agua, generando así que la hembra ponga sus huevos”.
En la temporada 2019/2020, la Argentina alcanzó un récord histórico de casos de dengue: llegaron a la cifra de 56.492 entre la semana 31 de 2019 y la semana 25 de 2020, según los datos publicados en el Boletín Epidemiológico de provincia de Buenos Aires. El máximo registro para dicho período se había detectado en 2016, con 41.749 casos.
Entre los principales síntomas de esta enfermedad viral se destacan la fiebre alta, sarpullido y dolor tanto en los músculos como en las articulaciones. En los casos más graves puede haber hemorragia profusa y un shock, que pueden llevar a la muerte. Además, aquellos que se contagian por segunda vez con el virus tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad de manera más grave.
Diferenciación del Covid
Una de las preocupaciones de los epidemiólogos de cara a este verano está puesta en la posible confusión que puede generarse en torno a la similitud de ciertos síntomas del dengue con los de la Covid-19.
Ante la consulta, Dakessian explicó: “Los umbrales de dolor son un factor a tener en cuenta. Las definiciones de las patologías cambian en forma constante, pero en el caso del dengue cuando en un barrio ya hubo casos detectados y se encuentran larvas de Aedes, se asume que toda persona con síntomas propios de esta infección es dengue positivo”.
Sin embargo, remarcó que luego se procede a la realización del test pertinente, y que recién allí se confirma la positividad o no, de modo que por más que el profesional señale a un paciente como sospechoso de dengue, los registros oficiales solo toman como casos positivos aquellos en que se pueda constatar mediante un testeo la presencia del virus.
Las personas que contraigan cualquiera de los dos padecimientos podrían presentar fiebre, cansancio, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, dolor de huesos y malestar general. Sin embargo, náuseas, insomnio, prurito (comezón), falta de apetito, vómito, hemorragias, en casos graves convulsiones a causa de la fiebre y deshidratación severa son síntomas propios del dengue.
Al respecto, Dakessian agregó que incluso “existen muchos subregistros en relación al dengue”. Hay personas que manifiestan síntomas-como dolor ocular- que suelen tener en forma cotidiana, y que con reposo mejoran: “Son casos en que transitan el virus con relativa comodidad, y como suelen convivir con molestias en determinadas zonas no acuden al médico, de manera que nunca se enteraron de que tuvieron dengue”.
Por su lado tras la consulta de AUNO el medico clínico Tomás Carracedo, quien trabaja en los distritos de Esteban Echeverría y Ezeiza, amplió: “Las dos enfermedades pueden afectar a cualquier persona, pero la realidad es que la vulnerabilidad social está más relacionada con el dengue, por las zonas en las cuales se gestan los huevos, en tanto que las personas que superan los 60 años y ciertas enfermedades intercurrentes son factores de riesgo para Covid 19”.
A su vez, si bien aclaró que la forma de transmisión de ambos virus es muy distinta, realzó la importancia de “adoptar actitudes preventivas en ambos casos, modificar hábitos de vida que son simples, como usar repelente para insectos, vaciar recipientes con agua o bien evitar estar sin barbijo en espacios cerrados y que nuclean mucha gente, lo cual será útil para evitar el riesgo de enfermarse”.
AUNO-7-1-2021
FC-MDY