Los profesionales de todos los centros de salud porteños cuentan desde ahora con una “Guía para el Tratamiento del Tabaquismo basada en la evidencia”, cuya finalidad es indagar sobre la posible adicción al tabaco de los pacientes y brindarles la posibilidad de un tratamiento.
La guía, presentada por el Programa de Prevención y Control de Tabaquismo del Ministerio de Salud porteño, tiene como finalidad combatir ese mal que, en la Ciudad de Buenos Aires, afecta al 31,9 por ciento de la población, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en 2005 por el Ministerio de Salud de la Nación.
Marta Angueira, coordinadora del Programa de Prevención y Control de Tabaquismo, explicó que “estamos frente a la mayor causa de morbimortalidad prevenible, y sin embargo el tabaquismo no es considerado como una enfermedad por los integrantes del equipo de salud”.
“Durante años —continuó Angueira— el tabaquismo se ha llamado ‘costumbre’, ‘hábito’ o ‘vicio’ y no, como debe ser, una enfermedad adictiva, crónica y recidivante”.
En la guía se indica que “cada integrante del equipo de salud puede realizar una intervención de cesación de tabaco en sus pacientes fumadores”, siguiendo un esquema bajo la sigla ABC, que consiste en averiguar, dar un breve consejo y promover la cesación tabáquica (mediante una intervención mínima o intensiva).
En el primer punto, se trata de averiguar si el paciente fuma: en cualquier servicio del sistema de salud se le pregunta a cada paciente si es fumador, ex fumador o si nunca fumó, y se registra la información en su historia clínica.
El segundo ítem consiste en dar un breve consejo de cesación a todo paciente fumador: el personal de salud debe aconsejar al menos durante 30 segundos acerca de los daños que provoca el tabaco a todos sus pacientes
En tercer lugar, las intervenciones de cesación tabáquica consisten en que el profesional —una vez que el paciente ha sido identificado y se ha dado consejo breve— debe evaluar la motivación del paciente para dejar de fumar, y determinar el tipo de tratamiento que puede seguir. La intervención incluye tratamiento psicosocial (soporte terapéutico, autoayuda, y otros), así como tratamiento farmacológico.
“En la implementación, es fundamental un equipo de salud que trabaje en forma interdisciplinaria. La guía está dirigida a todos aquellos profesionales de la salud que atienden a pacientes (médicos, enfermeros, bioquímicos, psicólogos, fonoaudiólogos, odontólogos y otros)y pueden contribuir a la cesación tabáquica” manifestó Angueira.
Por su parte, la cordinadora de la Red Tabaco o Salud del gobierno porteño, Silvia Cortese, sostuvo que “es necesario que las guías se incorporen en la práctica clínica, es decir, que los profesionales adopten sus recomendaciones y las apliquen a sus pacientes. Su simple publicación y difusión no basta para que sean utilizadas, y en eso vamos a trabajar desde el Programa”.
Cortese aclaró que “vamos a hacer especial énfasis en la difusión y la implementación de la guía, tratando de detectar las barreras que se presentan en la práctica diaria para ofrecer al personal de salud herramientas útiles en el manejo del tabaquismo”.
El programa de Prevención y Control del Tabaquismo fue creado en noviembre 2008, con el objetivo de promover políticas públicas que promuevan hábitos saludables sin tabaco.
AUNO 14-06-10 MS-EV
Está centrado en disminuir la prevalencia de tabaquismo en la población de la Ciudad mediante estrategias como la promoción de espacios libres de humo; el fortalecimiento de los servicios de tratamiento de tabaquismo en los hospitales del sistema público, y modificar la ley hasta lograr el objetivo de ambientes 100 por ciento libres de humo de tabaco