El 71,2 por ciento de los y las profesionales de las Relaciones Públicas en Argentina reconoce que existe el techo de cristal, una barrera artificial que impide a las personas cualificadas ascender a puestos directivos, según reveló la investigación realizada por el equipo de Mujeres, Investigación y Relaciones Públicas (MIRP).
En el marco del proyecto «Enfoques Transdisciplinares en las Ciencias Sociales en el abordaje de las cuestiones de género”, investigadoras e investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) presentaron los resultados del informe Techo de Cristal y RR.PP. en Argentina (2020-2021).
El techo de cristal se trata de “un fenómeno que afecta a las mujeres” y “está directamente asociado al sesgo de género”, expresó en diálogo con AUNO Luz Canella Tsuji, docente, investigadora y directora de MIRP, es por ello que “pasa desapercibido para un gran número de hombres”.
“Las organizaciones al igual que nuestra sociedad están estructuradas a partir de las lógicas del patriarcado, y esto deja en lugares subordinados a las mujeres (y ni hablar de los colectivos LGBTTTIQ+)”, y como “esto está naturalizado, es imperceptible”, expresó.
Además, se halló que el 80,4 por ciento considera que las mujeres que ingresan al mercado laboral de las relaciones públicas lo hacen en condiciones de desigualdad frente a los varones, siendo 87,3 por ciento de mujeres que perciben dicha desigualdad y 64,5 por ciento de varones que no lo hacen.
Por otro lado, el 50 por ciento de las mujeres percibe una brecha salarial con respecto a los varones mientras que un 60 por ciento de los varones no la percibe.
Andrés Montenegro, profesional de las Relaciones Públicas y miembro del MIRP, expresó que “es una carrera altamente feminizada” ya que “el 85 por ciento de graduadas son mujeres”, y “para lograr acceder a puestos de liderazgo las mujeres reconocen que se tuvieron que masculinizar, es decir, adaptar a las distintas posturas que tienen los hombres para tomar decisiones”.
“Existen espacios que son pura y exclusivamente para hombres, es lo que se dice cofradía masculina”, donde “las mujeres se tienen que meter en esos espacio de cofradía para lograr puestos de liderazgo”, agregó.
Y mencionó que “entre hombres no lo reconocen” porque “ellos creen que están haciendo las cosas, porque se eligen entre ellos, dicen que sí hay mujeres ocupando puestos de liderazgo, pero que en la realidad no estaría pasando”.
Estereotipos de género en las Relaciones Públicas
Otra cuestión que se indagó tiene que ver con los estereotipos de género que se construyen atribuyéndole a las mujeres características tales como personas cálidas, que lloran fácilmente, compasivas, afectuosas, comprensibles y sensibles, y considerando a los varones como duros de corazón, individualistas, egoístas, que no lloran fácilmente, no son afectuosos, ni sensibles o sumisos.
La directora Tsuji explicó que “históricamente las mujeres estuvieron asociadas al espacio doméstico, a las tareas de cuidado, a la maternidad y en ese sentido somos consideradas más «emocionales» que racionales”, mientras que “los hombres, en cambio fueron el sujeto del espacio público, atravesados por los mandatos de ser proveedores, reproductores y protectores, entonces están asociados a la fortaleza y la racionalidad”.
“Incluso en los ámbitos profesionales sobrevuelan estas ideas sobre hombres y mujeres, que no necesariamente se condicen con lo que sucede pero sí con lo que es «esperable» de cada género”, agregó.
El estudio también reveló que el 75 por ciento de los encuestados dijo no haber recibido bibliografía con perspectiva de género durante su carrera universitaria, mientras que un 51 de los respondentes señaló no haber recibido capacitación en perspectiva en géneros en sus trabajos
El equipo MIRP está conformado por la directora Luz Canella Tsuji, Carolina Carbone, Candela Fernández, Andrés Montenegro, Eliana Sotelo, áfrica Monsciaro, Yamila Leyes y Alan Retama, y en total analizaron 250 casos entre profesionales y graduados de diferentes universidades del país entre agosto de 2020 y agosto de 2021.
AUNO-20-3-23
FM-SAM